¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

La convivencia se convirtió en un problema en proyecto social La Hoja

Residentes del conjunto VIP, ubicado en la carrera 30 con 19, viven riñas y hurtos en zonas comunes.

BOGOTÁ
Los habitantes del proyecto de vivienda social La Hoja, en la carrera 30 con calle 19, en el corazón de Bogotá (la mayoría de ellos víctimas de la violencia y muchos en condición de discapacidad), se enfrentan ahora un nuevo reto de vida: lograr la convivencia pacífica en su propio conjunto residencial.
Ellos hacen parte del plan piloto de viviendas de interés prioritario (VIP) que busca ser ejemplo de integración, inclusión, restablecimiento de sus derechos y de articulación a la vida urbana, una meta tanto del Distrito como de la Nación.
Hoy por hoy, las familias se enfrentan a problemas internos como, por ejemplo, el hurto a más de 15 apartamentos. “Arrancan las rejas, meten a un menor, les abre la puerta y se llevan las cosas de valor”, dice uno de los afectados.
No obstante el trabajo y el acompañamiento permanente de las entidades, se presentan problemas internos de seguridad, tolerancia y convivencia que deben aprender a manejar.
Hay robo de bombillos de los corredores, el ascensor ha sido dañado en tres oportunidades, varios vecinos han sido golpeados con piedras que lanzan desde los pisos altos, y no hace mucho arrojaron un extintor desde el piso 12. Por fortuna, no le cayó encima a nadie.
Los propios vecinos del conjunto La Hoja señalan que hay agresiones, tanto físicas como verbales, entre los habitantes. Han roto ventanas, puertas, rejas, y nadie les puede llamar la atención porque se insultan, amenazan e intimidan.
No hay denuncias: hay recelo y nadie quiere tener problemas. Por eso piden soluciones y más acompañamiento.
Aunque los rumores señalan que puede ser un grupo que habita en el mismo conjunto, también es una realidad la vulnerabilidad de La Hoja: no hay cámaras de seguridad, no hay sistemas de protección; la portería es controlada por medio de unas improvisadas rejas de alambre oxidadas que se amarran con una cadena que no brinda mayores garantías de seguridad.
Dos vigilantes de la constructora, desarmados y sin bolillo, son los encargados de garantizar la seguridad y de controlar quién entra o sale en los más de 470 apartamentos, donde viven al menos 1.500 personas.
No hay jardín infantil
Hacen falta carnés de identificación. Se prometió un jardín infantil, y aún no se ha puesto la primera piedra. Tampoco hay salón de reuniones, ni cartelera para informar de los programas públicos que ofrecen las entidades. La falta de una malla, reja o vidrios de protección genera la sensación de que este lugar está abierto al público y en estado de deterioro. Pero La Hoja es un conjunto nuevo.
Este proyecto, que es un esfuerzo que busca darle sentido social y real a la inclusión a través de vivienda propia para las víctimas de la violencia, está concebido para que en los primeros pisos de la edificación se doten con equipamientos. Pero hasta el momento no se ven.
Los padres de los niños también se quejan de la situación.
“Rompieron los juegos para niños y el parque biosaludable. Y muchos niños están hasta las 11 o 12 de la noche en los corredores y pasillos, sin que nadie les exija que cumplan las mínimas normas de convivencia”, señala un vecino.
“No queremos que nos estigmaticen, no queremos que publiquen cosas que nos hagan daño”, dijo una de las residentes. Sin embargo, reconoció que “hace falta más apoyo institucional y seguridad”.
Otras residentes que también pidieron no revelar sus nombres por seguridad, solicitaron más colaboración de la Policía, la presencia de gestores de convivencia e incluso presencia de la Secretaría de Gobierno, para trabajar en lo que allí se les planteó: “escribir una nueva realidad y una nueva historia”, frases utilizadas durante el proceso de asignación de las casas.
Como se recordará, el alcalde Gustavo Petro habló de un nuevo “paradigma”, de una “visión urbanística, revolucionaria y democrática” contra la segregación social física y económica.
En el interior de La Hoja hay jóvenes, adolescentes y adultos felices por tener algo propio donde vivir y donde sentir arraigo. Pero les falta algo más: color. Aunque ellos se han apropiado de la plazoleta exterior, donde realizan sus prácticas deportivas y la que permanentemente pintan para mantener el espacio colorido, esto contrasta con la edificación.
“Es que mire, nosotros necesitamos apoyo permanente. Muchos venimos de vivir en el campo, en zona de guerra, muchos quedamos lesionados de por vida... pero mire esto tan feo, sin color, gris, parece una cárcel. Y si no nos organizamos, esto se vuelve un problema”, dijo uno de los residentes.
Por eso piden más apoyo para gestionar un reglamento interno que les permita tener normas de convivencia y respeto entre la comunidad, que se cumplan responsabilidades.
Algunas personas del Distrito que trabajan en esta zona reconocen que incluso dentro del conjunto hay fuertes liderazgos de poder, pero lo ven como una potencialidad para mejorar la calidad de vida de todos y lograr pasar la página de la violencia.
Así se hace el acompañamiento a los habitantes de esta zona
Cifras oficiales señalan que se han realizado 10 talleres de formación en convivencia y propiedad horizontal a 250 jefes de hogar, es decir, el 81 por ciento de la población; se han efectuado tres atenciones de problemas concretos de convivencia, como son las peleas con arma blanca entre jóvenes, amenaza por mal manejo de mascotas y excrementos, y la amenaza a las gestoras sociales de la constructora.
La asistencia social del Distrito también se ha enfocado en la prevención del embarazo adolescente; 50 niñas entre los 12 y los 17 años han participado en Club de Niñas, para promover autocuidado, autoestima y convivencia. Asimismo, 30 jóvenes se han interesado en el tema de gobernanza juvenil; al menos 45 niños fueron matriculados en el colegio España, mientras que 10 adolescentes lo hicieron en el colegio Panamericano.
Pero los vecinos preguntan es por qué no tienen parque.
“No hay zonas verdes amplias para los niños. Hay una gran plazoleta abierta, pintada de colores, que es utilizada para actividades deportivas de los jóvenes, pero de ahí para allá, nada más” se queja una adulta mayor que pide más color verde para La Hoja.
De igual forma, se han atenido 70 familias para formación de empleo y ofertas laborales.
En todo caso, los funcionarios hacen presencia con líneas de acción como organización social, emprendimiento, salud, primera infancia, educación y seguridad.
La Administración reporta cifras como que, por ejemplo, hay 25 profesionales de territorios saludables con médicos, enfermeras y auxiliares, así como un profesional de salud mental que atiende todos los miércoles. Lo cierto es que esta población busca cumplir su sueño: pasar la hoja de la violencia y poder vivir en santa paz. La Hoja fue el primer proyecto de vivienda gratis hecho por la Nación en terrenos del Distrito.
BOGOTÁ
BOGOTÁ
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO