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Un ligamento cambia el mapa de la Eliminatoria

La inesperada lesión puede cambiar las previsiones de la Liga Española y las Eliminatorias.

JORGE BARRAZA
El negocio del momento es vender velas en Cataluña. Es hacer fortuna. Allí hay 7 millones que durante dos meses le prenderán una a San Pantaleón y otra a Sant Jordi, rogando por la recuperación de Lionel Messi. Es que sin Leo, lo saben los catalanes, la vida no es la misma, tiene menos esperanza, no da para sonreír tanto. La inesperada lesión (rotura de ligamento colateral interno de la pierna buena) puede cambiar las previsiones de la Liga Española, pero también de la Eliminatoria. Leo fue a patear con todo, lo trabó Bigas, zaguero de Las Palmas, y saltó por los aires. Vale disculpar a Bigas, ninguna malicia tuvo, fue limpísimo a la pelota, es el destino caprichoso del juego. A la velocidad que iba Messi, cualquier accidente es factible.
¡Qué dolor causan las caídas de Messi…! Porque Leo no es de simular ni exagerar, tampoco de tirarse para buscar una falta. Cuando cae y se retuerce es porque algo malo pasa. El mundo del fútbol lo sabe. Lo supo el sábado. Un silencio de cementerio invadió el Camp Nou. Los 74.916 presentes quedaron cliqueados. ‘El ‘crack’ de la Liga’, dice la portada de ‘Marca’ en letras de molde, con una foto gigante de Messi caído. Es un feliz doble sentido. ‘Marca’, por lo general, es el diario deportivo mejor titulado de España. “Va a doler mucho”, juega también con las palabras el titular de ‘La Nación’ de Buenos Aires.
Ocho semanas afuera dice el veredicto médico del club. Que siempre se alargan por falta de ritmo (que atestigüe Falcao lo que son las lesiones de rodilla). Por ello, la duda de que esté para fin de noviembre (incluiría el clásico con el Madrid el 22 de ese mes). Se pierde, mínimo, 6 partidos de Liga, tres de Champions y cuatro de Eliminatoria. Esa es la mala noticia. Las buenas son tres: 1) que es la pierna hábil y no la de apoyo, que requiere mayor estabilidad; 2) que no es un ligamento operable, sino que se cura con inactividad primero y kinesiología después; 3) que Messi es un animal competitivo y hará el esfuerzo máximo por reducir su inasistencia.
Ese ligamento colateral hace temblar a Barcelona, un plantel pésimamente formado, sin banco, sin un solo delantero suplente ni posibilidades de fichar hace un año y con una cantera lamentable para un club de ese nivel. Ya lo sufrió el Barça en el 2013 cuando su célebre bíceps femoral le produjo cuatro desgarros casi consecutivos y dejó al equipo fuera de todo y humillado por el Bayern Múnich. Se verá de qué madera es este Barcelona sin Messi. Ante Las Palmas lo salvó un Suárez letal.
También cambia considerablemente el mapa de la Eliminatoria Suramericana. Que Ecuador, Paraguay, Brasil y Colombia no deban enfrentar a Messi no es un detalle menor. Los cuatro toman una inesperada ventaja. Pero, sobre todo, ese ligamento colateral altera las previsiones. Lo reconoció Gustavo Quinteros, entrenador de la Selección Ecuatoriana: “Es una mala noticia para el fútbol, no digo que me alegre, pero como técnico me deja tranquilo que no juegue Messi. A Ecuador lo beneficia. No es lo mismo que él esté o no enfrente. Podemos llegar a modificar nuestra planificación”.
Tal cual. Es posible que quien pensaba en un esquema cauteloso se atreva más. No hay que disponer de tantos mecanismos defensivos. Y, sobre todo, genera confianza en el adversario. El clásico “vamos que ganamos”. Puede que en la Argentina haya quienes prefieran que Messi no juegue (boquenses, en su mayoría, deseosos de que Leo no destrone a Maradona), pero nadie puede negar que se pierde una gruesa porción de potencial.
La ilustre ausencia permitirá comprobar qué es realmente Gerardo Martino como comandante táctico. El hincha argentino abriga serias dudas de su capacidad después de lo feo que jugaba con Paraguay, de su año en blanco en Barcelona y, sobre todo, de su falta de chispa conductiva en la última Copa América, especialmente en la final, donde no se le vieron reflejos frente a un estudioso como Sampaoli. ¿Será capaz de presentar un equipo consistente, agradable y ganador sin el número uno…? Los técnicos saben mucho más que nosotros, pero no creamos que son infalibles…
En un escenario tan parejo, las lesiones y suspensiones pueden resultar determinantes en el comienzo de la carrera mundialista. Colombia se encuentra frente a una chance magnífica de arrancar con paso ganador. Después del debut ante Perú (accesible pese a la gran levantada incaica y a los dos empates recientes), visitará a Uruguay, que en Montevideo le resulta siempre traumático. Y no deberá preocuparse por los dos fenómenos celestes –Suárez y Cavani–, suspendidos ambos. En la cuarta jornada se evitará ver a Messi en campo, que en general ha destacado en los choques ante Colombia. Uruguay y Ecuador enfrentarán de entrada a una Bolivia en situación casi apocalíptica. Chile y Venezuela no tendrán que poner marca a especial a Neymar, también suspendido por dos partidos.
El famoso tridente del Barcelona no iniciará la clasificatoria. Y no es anecdótico: quien tenga la fortuna de esquivarlos, caminará más tranquilo. Cualquiera que logre sumar diez puntos en las primeras cuatro fechas habrá dado un paso fundamental hacia Rusia. El que pica primero retempla el ánimo, toma confianza y paso ganador.
Párrafo final para Mauricio Cuero. Colombia tiene un amplio abanico de posibilidades en ofensiva que hace parecer irrelevante la sugerencia, pero no estaría mal echarle una mirada a este delantero de Tumaco, de 22 años, potentísimo y atrevido, con fútbol. Ha dado un salto de calidad. Lleva 7 goles en Banfield; marcó uno excepcional en el clásico ante Lanús. Si un jugador no tiene grandes condiciones no puede hacer un gol así. Arrasó a su marcador en el pique, metió el freno, lo hizo pasar de largo como tren expreso, levantó la cabeza, miró el ángulo superior izquierdo del arquero y mandó un misil exactamente allí. Y lo dijo:
“Apunté ahí”. Fue un gol consagratorio. Cuero fue campeón con Colombia en el Suramericano de Mendoza en el 2013 (siendo titular) y destaca en un fútbol tal vez no muy estético, aunque físicamente impresionante, muy combativo y veloz. No va a durar mucho en Banfield.
JORGE BARRAZA
JORGE BARRAZA
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