Óscar Sevilla sabe que no la tiene fácil. El corredor del equipo EPM-Tigo-Une parte varios escalones debajo de Mauricio Ortega, el líder de la Vuelta a Colombia, para esta última jornada, pero no se mete en la cabeza que eso es un obstáculo.
Sevilla tiene 28 segundos de desventaja, a pesar de que ha descontado segundos importantes, llega a la jornada final con una cuenta pendiente: ganar el tercer título consecutivo del giro nacional.
“Lo intentaré hasta el final. Me ha tocado batirme, he salido a buscar desprenderlo de rueda, pero no se ha podido”, le dijo Sevilla a EL TIEMPO.
No le inquieta que el año pasado hubiese perdido 32 segundos con Ortega en este mismo tramo de hoy, porque advirtió que en esta ocasión las características son distintas.
“En 2014 venía de descontarle más de 5 minutos al líder Miguel Rubiano, algo que me exigió bastante y llegué al tramo contrarreloj machacado, casi que sin fuerzas, con lo justo, pero esta vez es distinto, llego con más fuerzas”, señaló el corredor español.
Sevilla no solamente tiene los 28 segundos en contra, sino que su condición física es una incógnita, pues de todos los corredores que sobreviven en la Vuelta es el que más ha atacado, ha puesto la cara en las últimas jornadas tratando de descontar. “Ese es el ciclismo, pero si no gano, me quedará la conciencia tranquila de que lo intenté”, precisó.
¿Qué tiene a favor?, pues que al reloj le va bien, pero no es un tramo llano, es en ascenso y ahí le puede costar. Sevilla, que llega a la fracción en el segundo lugar, se ha vuelto experto en remontar carreras y por eso tiene el ánimo arriba.
“Todos corren contra mí, eso ya quedó demostrado, pero también es cierto que eso me hace más fuerte, más luchador y por eso lo único que garantizo es que lo dejaré todo en la contrarreloj”, agregó.
LISANDRO RENGIFO
Enviado especial de EL TIEMPO
@LisandroAbel