Desde Italia, donde reside desde hace cinco años, César Mauricio Velásquez, exsecretario de prensa de la Casa de Nariño durante el gobierno de Álvaro Uribe, dijo que, por el momento, no volverá al país.
Velásquez está salpicado por el escándalo de las chuzadas y se le señala de tener responsabilidad en un plan para desprestigiar a la Corte Suprema y a la excongresista Yidis Medina durante la administración Uribe.
Su suerte jurídica se definirá el próximo 9 de septiembre, cuando, a través de una audiencia por videoconferencia, la Fiscalía le imputará cargos. En el 2009, la Procuraduría lo absolvió y el ente acusador archivó el proceso, pero se le revivió por pruebas que se catalogaron como sobrevinientes.
En entrevista con EL TIEMPO habló de su proceso jurídico e insistió en que la Procuraduría y la Fiscalía ya se han pronunciado sobre este caso. Para él, todo obedece a una “persecución política” a los exfuncionarios de Uribe Vélez.
¿Por qué no enfrentar el proceso en Colombia?
En los últimos cinco años he vivido en el exterior. Aquí debo seguir trabajando y atendiendo compromisos profesionales para poder vivir como periodista y profesor. En Colombia no he podido encontrar trabajo. En los últimos ocho años he ido a todas las citaciones para responder sobre lo mismo. Esta vez compareceré a través de videoconferencia y también con mi defensa.
Si la decisión judicial le es contraria, ¿cumpliría una eventual condena en Colombia?
Soy inocente, deme ese beneficio, no concluya en condena mediática. Todo esto fue investigado hasta la saciedad y archivado por la misma Fiscalía General de la Nación, el 30 de junio de 2009, al no encontrar ninguna irregularidad en mi actuación. También, la Procuraduría General de la Nación investigó e igualmente archivó el 2 de abril de 2009. Ojalá la prensa y todo el que quiera leyera las páginas de estas resoluciones de archivo.
Desde el uribismo dicen que todos estos señalamientos judiciales hacen parte de una persecución política. ¿Qué piensa al respecto?
No solo desde el uribismo. He leído columnistas en EL TIEMPO y otros medios importantes del país que han advertido de esa persecución contra un proyecto político digno y válido en una democracia, tal como lo indican las encuestas.
¿Cree que en este gobierno se le han dado las garantías para su defensa y el debido proceso?
En un Estado de derecho las garantías se ponen en duda cuando las notificaciones y procesos se hacen a través de los medios, cuando las acusaciones son condenas, cuando las investigaciones al contrincante político se anuncian antes de elecciones y cuando, como en mi caso, un funcionario de la Fiscalía desarchiva el proceso sin que fuera notificado y sin que hubiera realmente prueba sobreviniente para ello.
Cuando hacen la lista de los exfuncionarios del expresidente Uribe que han sido señalados y condenados por distintos delitos, ¿qué piensa?
Es una situación que de alguna manera evidencia la persecución contra un proyecto político. Creo que la alteración política de los últimos años se ensañó contra personas del uribismo. Con muchos de ellos trabajé en el gobierno con dedicación y honestidad. Todos los días rezo por ellos y sus familias.
¿Sigue siendo defensor del expresidente Álvaro Uribe?
Es un patriota, tal como lo definió el exministro Néstor Humberto Martínez. Un patriota con el que es bueno estudiar, debatir y construir.
Los señalamientos
¿Cuál fue su participación en las reuniones con funcionarios del DAS que ya están condenados por las chuzadas?
He sido investigado varias veces por estos hechos y la misma Fiscalía archivó a mi favor hace seis años. Como secretario de prensa de la Presidencia tenía relación con todos los ministros y secretarios o directores de institutos dependientes de la Presidencia, incluyendo el DAS. Con todos hubo comunicación transparente y honesta, jamás una mala acción o exigencia.
En particular, si mal no recuerdo, en el 2008 la prensa, entre ellos el periódico EL TIEMPO, Semana y El Espectador, averiguaban sobre relaciones de algunos magistrados con particulares de dudosa reputación. Varios periodistas me llamaron para saber de estos hechos. En este caso, como en muchos, la rutina periodística de trabajo de la Secretaría de Prensa supone la consulta y recolección de datos con los diferentes organismos del Gobierno para poder informar con certeza y orden al Presidente, que, posteriormente, es consultado por los periodistas.
En todas las investigaciones que me han hecho queda claro que nunca solicité información indebida a nadie, tal como lo han declarado directores, ministros y generales con los que pude trabajar en esos años.
¿De qué manera estuvo involucrado usted en la reunión con alias ‘Job’?
En esa reunión, así lo he dicho desde hace siete años, estuve pocos minutos por llamado del entonces secretario jurídico de la Presidencia, quien me dijo, posteriormente, que uno de los asistentes, Antonio López, alías ‘Job’ –en ese momento representante político de las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc)–, me quería saludar. A este señor lo había conocido en una reunión pública cuando yo era miembro de la Comisión de Conciliación Nacional de la Iglesia, dentro del proceso de desmovilización y en el marco de la Ley de Justicia y Paz. Al llegar a esa reunión saludé y salí rápidamente. Nunca me enteré del contenido de la reunión y mucho menos pedí o recibí ninguna información, tal como lo testifican los asistentes. Mi presencia fue completamente fortuita.
¿Cómo manejó usted la información que les entregaba a los periodistas? Se lo pregunto debido a los distintos señalamientos que se le hacen por filtrar documentos de índole confidencial...
Siempre con transparencia. Siempre con respeto a los colegas y a su trabajo. Sobre esto recuerdo que hace cinco o seis años unos investigadores de la Fiscalía me preguntaron si yo tenía amistad íntima con unas dos o tres periodistas que a cambio de esa ‘relación íntima’ yo les filtraba información… Qué ofensa, qué humillación y vulgaridad, jamás he hecho algo así.
Jamás solicité ni entregué información indebida, reservada o ilegal a nadie. Esto es fácil de comprobar, solo basta preguntarle a cualquier periodista de Colombia o del mundo si en algún momento filtré información confidencial, indebida o mentirosa.
JUANITA RAMOS ARDILA
Redacción Política
@juanitaramosa