Los cuerpos de Natalia Andrea Seña Bernier, una estudiante bogotana de 15 años, y de Fernán Vejollín, un barranquillero de 21, fueron encontrados por las autoridades el pasado jueves 30 de julio en un hotel del sector de Patio Bonito, en la localidad de Kennedy, sur de Bogotá.
Los restos de Natalia no presentaban signos de tortura, pero sí había a su alrededor una sustancia, según confirmó en rueda de prensa la directora de Fiscalías de Bogotá, Carmen Torres, quien aseveró que se espera el dictamen de Medicina Legal para esclarecer las causas de las muertes.
Esa aclaración será clave para determinar si hubo homicidio o suicidio y, de paso, el rumbo judicial que puede tomar el caso que este martes ha sacudido las redes sociales en Colombia. Y es que la familia de Natalia, que hizo campaña para encontrarla, asegura que la estudiante fue contactada por Facebook por el hombre mayor de edad.
Katherine Rodríguez es la tía de Natalia y ha sido quien ha dado la cara a los medios de comunicación, tanto para notificar la desaparición como para acusar hoy a Fernán de asesinar a su sobrina. “Este personaje por medio de engaños en Facebook se la quiso llevar y nos la arrebató; era la niña de nosotros y se la llevó”, dijo a la prensa este martes.
Según Rodríguez, el joven viajó desde Barranquilla, su ciudad de residencia, hasta la capital para pactar una cita con la estudiante de colegio. Ella salió de su casa argumentando que visitaría a una amiga, pero nunca regresó. “Salió sin nada de su casa, sin documentos, ella iba a regresar, pero algo pasó que no la dejó”, dijo en su momento Adaluz Bernier, madre de Natalia, a ‘Noticias Caracol’.
Pero la versión de Katherine Rodríguez va más allá, pues asegura que logró entrar a la cuenta en Facebook de Natalia y revisar una conversación con Fernán Vellojín en la que este mostraba “conductas satánicas y suicidas”, según ha dicho la mujer.
“Era una persona loca, con problemas mentales, se hacía daño a sí mismo y quería llevar a Natalia a la muerte”, manifestó la tía.
EL TIEMPO pudo comprobar que tanto Natalia como Fernán tenían dos perfiles de Facebook cada uno. El joven borró hace poco uno, en el que cambiaba mensajes con la menor de edad, y abrió otro con el nombre de Nijollev Slavi, como su apellido, escrito al revés. En esa página hace referencias a bandas musicales de metal gótico y emo.
De acuerdo con la directora de Fiscalías, los familiares de Vellojín han dicho que él se conocía con Natalia personalmente y no por redes sociales y que sostenían una relación sentimental.
La propia Fiscalía reconoce que tienen pocos datos sobre Vellojín, como su ocupación. Por ahora apunta a que se investiga si hacía parte de un grupo étnico o cultural.
ELTIEMPO.COM