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'El teatro nos permite ser más irreverentes': Pedro Miguel Rozo

El dramaturgo colombiano habla de su obra '¿Fe?' y del teatro en Colombia.

Catalina Oquendo B.julio 23 de 2015, 06:17 P.M.

Pedro Miguel Rozo es el dramaturgo colombiano que estrenó una de sus obras en el Royal Court de Londres en 2011, es uno de los libretistas de la novela Lady, la vendedora de rosas y es el ganador del premio a mejor guion en el Festival de Cine en La Habana por su cortometraje Pacto.

Es un escritor que se ha movido en esos tres formatos, pero ahora, desde el teatro, con la obra ¿Fe?, que se presenta en Casa E, les da una mirada crítica y humorística a todos los ‘ismos’ que traen las religiones.

¿Por qué hablar de la fe?

Queríamos mostrar que la fe es una cosa que atraviesa no solo todas las religiones sino las miradas del mundo, desde lo esotérico, lo católico, lo cristiano, lo racional y lo ateo. Por eso lo ponemos en signos de interrogación. En esta época sin respuestas absolutas, ni un camino concreto que lleve a la solución de los problemas existenciales, la incertidumbre siempre queda en el aire.

Lo aborda en clave de humor negro...

Todos los temas que he escrito son con esa clave; pero el teatro es el que da espacio para tocar los asuntos más políticamente incorrectos. En televisión es más difícil por las restricciones que existen desde la industria, el televidente o las leyes; mientras que el teatro nos permite ser más irreverentes. Nuestras vidas privadas (que estrenó en el Royal), por ejemplo, fue sobre la pederastia, y en Solos para piano trabajé el parricidio.

Fue coordinador de la Red Nacional de Dramaturgia, ¿ve la famosa primavera?

Hay una nueva generación de dramaturgos más numerosa que la anterior (en la que se incluye con Fabio Rubiano, Juan Carlos Moyano y Misael Torres, entre otros) y es consecuente precisamente de iniciativas como la red, las publicaciones que empezó a sacar el Ministerio y los premios de dramaturgia que permitió que empezaran a aflorar. Lo que creo es que cuando hay un movimiento tan joven se necesita tiempo para consolidarlo.

Abordan otros temas...

Es una dramaturgia menos politizada. Nosotros estuvimos en una dramaturgia transicional entre el nuevo teatro y la contemporánea. Nos tocó un poco librarnos de esa herencia; ellos lograron despegarse, y eso les ha dado mucha libertad. Si bien hay teatro político, ahora se hace ciencia ficción y microteatro, se arriesgan cambios de formato y temáticas. Los directores dejaron descansar un poquito a Shakespare y a los franceses y dan prioridad a textos que están salidos del horno. Eso es muy bueno, aunque hay de todo.

Y hay más espacios...

Es un buen momento para el teatro: la gente se arriesga más y se adapta más al público y a los espacios. Por ejemplo, el microteatro es entender que el público es inmediatista, que necesita respuestas rápidas y también está mal de plata. Pero hay que explorar más allá: no se trata de que, como el espacio es breve, hagamos obras cortas, sino de pensar todo lo que implica, a nivel de dramaturgia y construcción de sentido, escribir una obra corta. No es lo mismo escribir una novela que un cuento. Ahí pienso que estamos un poquito cortos. Sin embargo, hay una transición positiva con dramaturgos muy jóvenes y muy productivos.

¿Dónde y cuándo?

Casa E. Carrera 24 n°. 41-69, Bogotá. Teléfono 744-0422.

De jueves a sábado, a las 8 p. m. Hasta el 15 de agosto. Boletas: $ 35.000.

Catalina Oquendo B.

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Catalina Oquendo B.julio 23 de 2015, 06:17 P.M.