A partir de ahora, la mesa de negociaciones con las Farc en La Habana tendrá una nueva metodología, cuyo fin es, como dijo ayer el jefe de los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, “conseguir cuanto antes resultados” para recuperar la confianza del país en el proceso de paz.
Esta decisión se traducirá, en primer lugar, en un trabajo simultáneo de los cuatro puntos “críticos” que falta negociar: justicia, cese bilateral del fuego, dejación de armas y garantías de seguridad para las Farc.
Hacia adelante, mientras los negociadores oficiales y de la guerrilla buscan un acuerdo pronto sobre el tipo de pena que tendrán los jefes de las Farc y otros actores del conflicto que cometieron delitos graves, la subcomisión de comandantes militares y jefes guerrilleros trabajará a la par de la mesa de negociación, y no como lo hacía hasta ahora, que se reunía solo en los últimos días de cada ciclo. Quizás lo más importante es que comenzarán a definir los detalles técnicos de la manera como se verificarían el cese bilateral y definitivo del fuego y la dejación de las armas. Como el sentido de todo esto es avanzar en la agenda de La Habana mientras se baja la intensidad de la guerra en Colombia, a partir del 20 de julio, cuando las Farc darán inicio a su tregua unilateral, el Gobierno comenzará a implementar sus propias medidas de desescalamiento, siempre, tras evaluar el cumplimiento del cese unilateral de la guerrilla. La meta es revisar los resultados del desescalamiento en cuatro meses, lo que en la práctica implica que la tregua unilateral de las Farc, anunciada inicialmente para un mes, será hasta noviembre.
“Es este, sin duda, un relanzamiento vigoroso, prometedor y esperanzador del proceso de diálogos”, dijo ayer el jefe de la delegación de las Farc, ‘Iván Márquez’, al referirse al acuerdo.
1. Fórmula judicial, el trabajo inmediato en la mesa
Para garantizar que en La Habana se avanza en los acuerdos pendientes mientras en Colombia se baja la intensidad de la guerra, los negociadores del Gobierno y las Farc tienen el imperativo de lograr un acuerdo sobre justicia que satisfaga a las víctimas, al país y los estándares internacionales.
Es el tema pendiente en el punto de víctimas, pues el de reparación está casi listo y sería anunciado pronto.
2. El papel de la ONU y la presidencia de Unasur en la comisión de comandantes militares y jefes guerrilleros
Si todo sale bien, el desescalamiento del conflicto debe conducir al cese bilateral y definitivo del fuego. Por eso, la subcomisión del fin del conflicto –integrada por comandantes militares y jefes guerrilleros– comenzará a trabajar también en el detalle del monitoreo y verificación de ese cese del fuego y la siguiente dejación de armas de las Farc. Para eso se integran a esta subcomisión un delegado del Secretario General de la ONU y uno de la presidencia de Unasur, que está hoy en manos de Uruguay.
Usualmente los verificadores son organismos internacionales y tanto la ONU como Unasur podrían ser parte de la verificación.
3. Resultados en justicia definirán el tránsito hacia el cese bilateral y definitivo del fuego
Dentro de cuatro meses, el Gobierno y las Farc evaluarán los resultados y el cumplimiento de las medidas puestas en práctica en terreno, de lado y lado, para bajar la intensidad de la guerra, pero, también, los avances en la agenda de negociación. Solo si las dos cosas han sido satisfactorias para las partes se avanzará oficialmente al cese bilateral y definitivo del fuego bajo los términos construidos por la subcomisión del fin del conflicto con el apoyo de la ONU y Unasur.
Una fórmula judicial satisfactoria será clave para que se dé el tránsito al cese del fuego definitivo, que pondría fin a 50 años de guerra.
Opiniones
Ernesto Samper
Secretario de Unasur
Estamos dispuestos a contribuir al proceso de desescalamiento militar y en lo que podamos ayudar estamos preparados para colaborar.
Claudia López
Senadora Alianza Verde
Otro anuncio. Lo que importa es que se cumpla en los hechos y que en 4 meses no hagan más avisos sino terminen de una vez esta maldita guerra.
Óscar Iván Zulauga
Director Centro Democrático
El desescalamiento es el cese bilateral, que representa paralizar al Ejército con el riesgo de comprometer su misión de proteger la vida y bienes de los colombianos.
Piedad Córdoba
Líder del Frente Amplio
El acuerdo de desescalamiento salvará vidas, evitará sufrimiento; es una buena noticia para el país. La paz avanza contra viento, marea y tempestades.
General (r) Néstor Ramírez
Presidente cuerpo de generales
Me preocupa que se caiga en el cese bilateral porque eso va en contravía de la misión de las Fuerzas Militares. Sería legitimar el plan ‘Renacer de las masas’, de las Farc.
Jairo Libreros
Catedrático del Externado
Es un paso estratégico hacia la paz. Confirma la madurez política del proceso para suscribir un acuerdo de paz y que la discusión de la agenda es irreversible.
EL TIEMPO