El ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, y el gobernador de Nariño, Raúl Delgado, calificaron el derrame de 410 mil galones de crudo en Tumaco, causado por el ataque de las Farc contra el Oleoducto Trasandino el domingo, como “el daño ambiental más grande que ha tenido el país en los últimos 10 años”.
Este nuevo incidente, el quinto de su tipo en las últimas dos semanas, ocurrió a la altura del kilómetro 72, en la vía que comunica la vereda El Pinde con Tumaco (Nariño).
El derrame, que equivale a 10 mil barriles de petrólero, ocurrió a tan solo 55 kilómetros de la bocatoma del acueducto de Tumaco, por lo cual tuvo que ser cerrada para evitar su contaminación. Eso dejó a 160 mil habitantes sin servicio de agua potable. (Vídeo: así fue el derrame de petróleo en Tumaco).
De acuerdo con el Ministro, la quebrada Pianulpí y el río Guisa han resultado tres quebradas que abastecen el río Mira están contaminadas; hasta ahora hay 80 kilómetros de fuentes hídricas afectadas y se estima que el crudo está a cinco kilómetros de la bahía del Pacífico.
“Se está evitando a toda costa que la mancha llegue al mar, porque significaría mayores daños a la biodiversidad y las actividades pesqueras de los casi 5.000 pescadores de la zona”, señaló el Ministro.
![]() Raúl Delgado, gobernador de Nariño (izq.) y Gabriel Vallejo, ministro de Ambiente (der.) en rueda de prensa dando un balance del incidente. |
El Gobernador de Nariño expresó, por su parte, que esta no solo es una emergencia ambiental, sino que también puede llegar a ser una emergencia sanitaria y socioeconómica. “No solo se ha afectado la captación de agua –señaló Delgado-, se ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria; hasta ahora, varias comunidades de pescadores están en crisis, muchas familias viven de la pesca y con este atentado esta actividad muere por mucho tiempo".
Se espera que el presidente Juan Manuel Santos, y los ministros de Agricultura, Aurelio Iragorri, y de Salud, Alejandro Gaviria, visiten la zona afectada para examinar la crítica situación que vive el municipio.
El ministro Vallejo anunció que también se llevará a cabo un estudio con el fin de determinar el grado de contaminación de las fuentes hídricas y proponer alternativas de descontaminación.
Por lo pronto, Ecopetrol tiene instaladas 22 mallas de contención para detener el derrame; sumado a esto, dos buques de la Armada se dirigen desde Buenaventura cargados con 85 mil galones de agua que llegarían al municipio este viernes. Por ahora, 12 carrotanques están llevando el líquido a la zona.
Se espera que en los próximos 15 días se lleve a cabo una excavación profunda de dos pozos para almacenar agua. También se establecieron alianzas internacionales para que desde el municipio La Esmeralda (Ecuador) se pueda llevar el recurso hídrico y comprar combustible.
Luchan por contener anteriores derrames
Frente a los derrames de las semanas anteriores, que afectaron el río Caunapí y el río Rosario (ambos en Tumaco), Minambiente reportó que Ecopetrol logró contener el 95 por ciento del crudo derramado, para evitar que llegara hasta la bahía.
Para llevar agua a los pobladores, que sufrieron la suspensión del servicio por contaminación de las fuentes hídricas que abastecen el acueducto, se entregaron 10 motobombas, dos para la vereda de Caunapí y ocho para la vereda Rosario, y se enviaron 12 carrotanques.
Además, están en trámite los 70 millones de pesos para suplir las actividades productivas de aquellos pescadores que están teniendo dificultades en su labor diaria.
Organizaciones ambientales condenan ataques
Este miércoles, la Asociación Ambiente y Sociedad, la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), el Foro Nacional Ambiental, la Fundación Natura, Klimaforum Latinoamérica Network (KLN) y la Red por la Justicia Ambiental en Colombia (RJAC) condenaron los atentados contra el ambiente ocurridos en Putumayo, Nariño, Arauca, Boyacá y Norte de Santander, atribuidos a las Farc.
En un comunicado, estas organizaciones aseguraron que "los ataques contra la infraestructura petrolera han generado daños ambientales en las cuencas de los ríos Tibú y Caunapí, entre otras, y en la Bahía de Tumaco, afectando a más de 84.000 personas. Este tipo de actos impactan en las comunidades locales, el país y el ambiente a nivel global. La contaminación por hidrocarburos en cuerpos de agua amenaza gravemente la vida y la salud de las personas, así como la integridad de los ecosistemas y sus especies animales".
Las organizaciones recordaron que el Derecho Internacional Humanitario "prohíbe a los actores de conflictos armados incurrir en la destrucción del ambiente no justificada por necesidades militares imperiosas, de acuerdo con los principios de distinción y proporcionalidad. Del mismo modo, los actores del conflicto, en la conducción de las hostilidades, deben abstenerse de menoscabar los derechos al ambiente sano y al agua".
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