La acusación por delitos de narcotráfico en cortes de Brooklyn, Nueva York y Miami (Estados Unidos) contra 25 miembros del ‘clan Úsuga’ es la punta de lanza de la nueva ofensiva de ese país como apoyo a Colombia para frenar la expansión y amenaza contra la seguridad nacional que representa esta red criminal.
El anuncio lo hizo este martes el presidente Juan Manuel Santos en una rueda de prensa, en la que estuvieron el embajador de EE. UU. en Colombia, Kevin Whitaker; el fiscal federal para el Distrito Sur de la Florida, Wifredo A. Ferrer; el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas; el fiscal general, Eduardo Montealegre, y el director de la Policía, el general Rodolfo Palomino.
“Sus integrantes (de la red criminal) están acusados de delitos por los que enfrentarían penas que, si se les condena de todos los cargos en su contra, podrían representarles hasta cadena perpetua”, dijo el presidente Santos.
El fiscal Ferrer, considerado un hombre clave en la lucha contra este flagelo, explicó que las autoridades de su país y las de Colombia diseñaron hace 4 años una estrategia contra las bandas criminales, la cual permitió la judicialización de 250 personas, entre quienes están capos de la ‘Oficina de Envigado’ y ‘los Rastrojos’.
Hoy, los esfuerzos están concentrados en el ‘clan Úsuga’, en cuyos expedientes aparece que utilizaron al menos ocho países de la región para el tráfico de estupefacientes.
“Los cargos alegan que, desde el 2002 hasta el 2015, miembros y socios del ‘clan Úsuga’ conspiraron en varios países latinoamericanos, incluyendo a Colombia, Venezuela, Ecuador, Guatemala, Panamá, Honduras, Costa Rica, Nicaragua y México; para distribuir más de 73 toneladas de cocaína, sabiendo que serían importadas a los Estados Unidos”, indicó el fiscal Ferrer.
Agregó que “los acusados utilizaban a sicarios o asesinos que llevaban a cabo actos de violencia, tales como homicidios, asaltos y secuestros; con el fin de cobrar deudas por drogas, imponer disciplina, controlar o expandir el territorio, o asegurar la posición de poder de la organización”.
Del total de los 25 investigados, ocho ya tenían procesos en EE. UU.; y 15 , según la Policía, ya están capturados, cuatro de ellos en Miami y uno en Argentina.
La lista de los prófugos la encabeza el capo Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, máximo jefe de la red criminal. Solo él tiene vigente el pedido de extradición, porque los demás enfrentan procesos en la justicia local o incluso no tienen orden de captura.
Por ‘Otoniel’, EE. UU. aumentó la recompensa de 2,5 millones a 5 millones de dólares de recompensa.
La Fiscalía, que adelanta un proceso de acercamiento con abogados de estos narcos para conseguir que los máximos jefes se sometan a la justicia, señaló que el paso siguiente es que el Departamento de Justicia de EE. UU. envíe a Colombia las solicitudes de extradición.
En el grupo de los ya detenidos está Daniel Rendón Herrera, alias don Mario, el exjefe paramilitar y narcotraficante que tras su desmovilización rearmó a sus hombres en el Urabá antioqueño bajo el nombre de Autodefensas Gaitanistas de Colombia, hoy ‘clan Úsuga’. También está Henry de Jesús López Londoño, alias Mi Sangre, capturado en Buenos Aires (Argentina) en el 2012 y señalado de ser el principal financiador de la estructura ilegal.
Frente a ‘Mi Sangre’, la justicia de Argentina aún no se pronuncia sobre si avala o no la extradición a EE. UU. Y sobre ‘don Mario’, aunque su envío ya fue firmado por la Presidencia, su extradición está suspendida mientras termina su colaboración con la justicia colombiana.
La amenaza
El 'clan Úsuga', de acuerdo con el Centro Integrado de Inteligencia de la Fuerza Pública, tiene 2.970 hombres en sus filas, y otros 1.000 que colaboran en lavado de activos, así como con información, extorsión y corrupción a la Fuerza Pública y funcionarios de la Rama Judicial. Esto, según las autoridades, les ha permitido escabullirse en medio de la ofensiva que desde febrero pasado realiza la Policía en el Urabá antioqueño y chocoano.
La Policía Antinarcóticos dice que esta organización ilegal es capaz de mover por lo menos 2.000 kilos de cocaína en una semana a Estados Unidos y Europa. Entre sus aliados están carteles mexicanos y poderosas mafias en Centroamérica, además de enlaces en países de Europa.
Tanto organismos de seguridad del Estado como organizaciones independientes, como la OEA, la ONU y la Defensoría del Pueblo, han alertado que el ‘clan Úsuga’ representa una amenaza en seguridad.
En tan solo dos años, la banda criminal logró tener presencia en 146 municipios de 13 departamentos. Lo hicieron captando, a la fuerza o con sobornos, a miembros de otras estructuras ilegales, entre estas ‘los Rastrojos’, ‘los Paisas’ y ‘los Machos’.
En esa lucha por expandir sus tentáculos y controlar rutas del narcotráfico, la red criminal ha provocado duros enfrentamientos que han puesto en jaque la seguridad en ciudades como Cali, Medellín y Cúcuta, y municipios como Buenaventura.
El ‘clan Úsuga’ no solo cubre actividades de narcotráfico, sino tráfico de armas, minería ilegal, extorsión y violencia sexual.
'De los 25 acusados, 15 están presos': Policía
Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, el narcotraficante más buscado en Colombia, encabeza la lista de los 25 integrantes del ‘clan Úsuga’ acusados en Estados Unidos.
‘Otoniel’, un exguerrillero del Epl que también estuvo en las Auc, asumió el poder de la banda tras la caída de su hermano Juan de Dios Úsuga David, en un operativo de la Policía en el 2012. Desde entonces, las autoridades han ejecutado en su contra 56 operaciones de asalto, con un costo de casi $ 2.300 millones.
En la lista de los acusados también figura Carlos Antonio Moreno Tuberquia, alias Nicolás, segundo en la banda y quien reemplazó al ‘Negro Sarley’, también muerto en una operación policial.
Según las autoridades, ‘Nicolás’ es el articulador del narcotráfico en el golfo de Urabá y el encargado de coordinar la expansión de la banda criminal.
Otro de los que serán pedidos en extradición es ‘Gavilán’, quien tiene varias órdenes de captura por extorsión y homicidio. A él se le atribuye ordenar el asesinato de los estudiantes Andrés Matamala y Margarita Gómez, en San Bernardo del Viento, en el 2011.
La Fiscalía de EE. UU. también acusó a Gustavo Palomino Araújo, alias Camilo, capturado en octubre del año pasado y sindicado de ser el cerebro de la masacre de ocho personas en el sector de La María, Cali.
Además pedirán la extradición de César Daniel Anaya, alias Tierra, detenido en septiembre pasado y quien controlaba las rutas del narcotráfico en Urabá y los contactos corruptos con la Fuerza Pública.
El expediente revive la extradición suspendida de ‘don Mario’, hoy preso en el búnker de la Fiscalía; y la de alias Mi Sangre, detenido en Argentina y quien, por medio de maniobras, ha logrado evadir su envío a Estados Unidos.
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