Los escolares que logran un mejor rendimiento después del receso escolar son aquellos que van más al parque, a la playa, a la piscina, a los museos, al cine y a los zoológicos, y además toman más clases de natación, danza y actividades deportivas.
Esto sugieren análisis como el famoso informe Coleman (uno de los más polémicos e importantes estudios en educación del siglo XX) e investigaciones como la que llevó a cabo la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.
Tras analizar el efecto que tienen las vacaciones sobre el rendimiento escolar de los niños, ambos trabajos evidenciaron que aquellos en quienes no se promueve el aprendizaje durante esta época se distancian hasta dos meses en su desarrollo cognitivo y en destrezas de lenguaje, en comparación con quienes viven el receso de manera lúdica y pedagógica.
De acuerdo con los investigadores, el aprendizaje no se limita solo a las horas que pasan los estudiantes en el plantel educativo, sino que se extiende a todas las experiencias del día. De ahí la importancia de que los padres aprendan a coordinar el tiempo libre de sus hijos, pues eso redundará en su logro académico.
Héctor Botero, especialista en educación individualizada, señala que el desarrollo intelectual de los estudiantes se puede ver afectado por lo que hacen, pero también por lo que dejan de hacer en este periodo de descanso escolar. “Por lo general, los niños dejan sus estudios a un lado en la temporada de vacaciones, haciendo que el sistema neuronal disminuya y pierda el ritmo del aprendizaje”, afirma el experto.
Por ello –asegura Botero–, “es muy importante que los padres dediquen por lo menos 30 minutos diarios a realizar alguna actividad con sus hijos, como leer un libro, armar rompecabezas o jugar ajedrez. Estas actividades estimulan la capacidad de analizar, interpretar, memorizar, imaginar y no perder el interés por el estudio”.
Para la psicóloga Annie de Acevedo, resulta vital que la memoria de los alumnos se estimule de manera regular y constante para que alcance su potencial y no se deteriore. Para esto, explica la experta en su libro El secreto de los buenos padres, los papás deben procurar que sus hijos aprendan de memoria canciones, poesías y datos históricos, entre otros. “En la primera infancia, por ejemplo, hay que motivar el aprendizaje de colores, nombres, sitios; lo importante es que el infante siempre esté expuesto y le sea exigido almacenar información útil a diario”, sostiene.
Otra alternativa es buscar espacios, como las famosas vacaciones recreativas, que, además de servir como escenario para la diversión, son útiles para fomentar el desarrollo de habilidades, estimular el cerebro y generar competencias sociales y comunicativas.
Pero si esta opción no es posible, no se preocupe, el aprendizaje no tiene lugar, hora ni espacios. Por eso los expertos recomiendan a los padres practicar con sus hijos una serie de actividades que, entre otras cosas, ayudarán a fortalecer los lazos familiares.
El manejo del dinero
![]() Expertos recomiendan inculcar la cultura del ahorro. |
Incluso si un presupuesto apretado limita las opciones para vacacionar, los padres pueden educar y capacitar a sus hijos pidiéndoles ayuda para planear una salida familiar. Esta también es una buena época para enseñar a los niños cómo gastar y ahorrar su dinero.
Lectura en espacios divertidos
Leer no tiene que ser una actividad aburrida ni mucho menos obligatoria; enseñarles el mundo mágico que encierran las páginas de un buen libro puede ser muy divertido para los niños.
Pero no hay que olvidar que la elección del texto debe ser compartida con el pequeño, quien se debe sentir cómodo con lo que está leyendo.
![]() Los niños deben participar en la escogencia de los libros. |
Es clave, además, elegir un lugar divertido para esta actividad, por ejemplo un parque, pues esto ayudará a estimular la imaginación del niño. No siempre hay que hacerlo en casa o en una biblioteca.
Explorando el espíritu artístico
![]() Aprender a tocar un instrumento musical, una excelente idea para las vacaciones. Fotos: ShutterStock |
Ir en busca de otros mundos, como el de la música y el arte, puede convertirse en una actividad muy estimulante. Poner las manos a trabajar y crear melodías nuevas, aprender a tocar un instrumento, pintar un cuadro, hacer pulseras, trabajar con papel, bajar las fotos del computador, imprimirlas y convertirlas en divertidos álbumes para la familia son algunas actividades recomendadas para este periodo. Lo importante es permitir que los niños desarrollen su ingenio, creatividad e imaginación, porque son elementos básicos para resolver problemas de forma positiva.
La importancia de tener momentos de calidad y pensar en el futuro
Aproveche las vacaciones y hable con sus hijos de sus sueños y objetivos en la vida, que sean ellos quienes expresen desde su mundo las metas a corto y mediano plazos.
Déjelos soñar y fomente su imaginación preguntándoles cómo piensan lograrlo. Escríbanlo en un papel, dibújenlo, recórtenlo y pongan las metas de todos en una cartelera. Utilizar tiempo de calidad para ayudarlos a alinear su futuro es una actividad muy enriquecedora para todos.
“Las vacaciones –apunta Botero– son el mejor espacio para aprovechar esos momentos de calidad con los hijos y que regresen a clases altamente motivados. Por eso lo importante es que el juego esté presente en todos los espacios del receso educativo, como un catalizador de emociones. No olvide escucharlos, hacerlos sentir importantes, esto aumenta su autoestima y la capacidad de afrontar situaciones difíciles y salir fortalecidos de ellas”.
Practicar deporte
![]() El deporte fortalece la disciplina y la concentración. |
Elegir un deporte y practicarlo continuamente en vacaciones puede ser muy emocionante, en especial si es atractivo para el pequeño. Pero lo interesante no radica solo en el entretenimiento, también en el hecho de que fortalece la disciplina, la concentración, el trabajo en equipo y hasta la autoestima, habilidades que le ayudarán a ser un buen estudiante.
Salidas pedagógicas
Escaparse a conocer una biblioteca, planear un pícnic dominical y participar en charlas y actividades con amigos pueden ser planes divertidos, que permitirán interactuar en familia, intercambiar conocimientos y afianzar vínculos personales.
Tatiana Lizarazo
Redactora de EL TIEMPO