En su recorrido de 100 kilómetros, el río Medellín, que atraviesa los 10 municipios del área metropolitana, solo tiene 3 kilómetros libres de contaminación, según los últimos monitoreos de la Universidad Nacional.
Aunque limpiarlo es uno de los grandes retos, el saneamiento es apenas el primer peldaño para devolverle la vida al afluente.
Por ello, tras dos años de diálogos, ayer se firmó un histórico convenio macro para ejecutar de manera unificada acciones de protección, conservación, planificación, gestión, monitoreo, prevención del riesgo y manejo integral del río y sus afluentes.
El acuerdo pretende adelantar acciones e inversiones conjuntas entre seis actores: Alcaldía de Medellín, Área Metropolitana, Metro, Empresas Públicas de Medellín, Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) y la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare).
‘Nuestro Río’, como llamaron al convenio interinstitucional, será un espacio de convergencia para decidir y ejecutar todo lo relacionado con el río, tendrá vigencia por 10 años y se desarrollará en tres etapas.
La primera consiste en una planificación del río a mediano y largo plazo. Para ello, en un mes (mediados de julio) tendrá que haberse nombrado una comisión ejecutora y habrá plazo hasta diciembre para detallar una agenda conjunta de proyectos y acciones y para estructurar un plan operativo y de inversión.
Una vez se avance en esto, el paso a seguir será disponer los recursos. En un inicio el convenio tendrá como fuentes los aportes de instituciones y empresas con obligaciones en relación con el río, así como las contribuciones por valorización, plusvalías, recursos provenientes del Sistema General de Regalías y los cobros por congestión o estacionamiento.
Si bien se desconoce la suma de dinero necesaria para revitalizar el río Medellín, Hernán Darío Elejalde, director del Área Metropolitana, dijo que a 2032 serán necesarios unos 116.000 millones de pesos que ni siquiera abarcará las necesidades de los afluentes, sino que estarán destinados para mantener las estructuras aledañas al río.
Por último, la etapa de ejecución tendrá que ser desarrollada desde el 2016 y operar por 10 años.
De acuerdo con Gabriel Vallejo, ministro de Medio Ambiente, el convenio es un “hito nacional”, pero recuperar el río también incluye introducirlo al entorno de la gente.
Al respecto, a Lilian Posada, experta de la Universidad Nacional que avanza en el diseño de un sistema ‘autolimpiante’ para el río Medellín, le preocupa que en el convenio no haya universidades, comunidades y municipios que se relacionan con el afluente.
Por lo pronto, sugirió, el acuerdo debe dar prioridad a las quebradas que se conectan con el río Medellín y al tramo más crítico: entre el Puente Acevedo y Ancón Norte.
MEDELLÍN