La Casa de Poesía Silva desarrolló durante 2013, el proyecto Poesía e historia que constó de dos partes:
La primera, es la relación entre la poesía y la historia a través de conferencias preparadas por sus autores para la Casa de Poesía Silva y que giraron en torno a lo crucial que resulta para una sociedad entender que la historia –no solo los grandes hechos sino también y, sobre todo, la vida cotidiana- moldea su pensamiento.
La segunda, el resultado fue la convocatoria al concurso nacional La poesía de la vida cotidiana, que propuso a los poetas un ejercicio de escritura acerca de su relación con el entorno diario. El jurado estuvo compuesto por los poetas Juan Gustavo Cobo Borda, Fernando Herrera y Humberto Dorado.
1.275 colombianos de distintas regiones del país y de diferentes ciudades del exterior, respondieron a la convocatoria hecha por la Casa Silva. Los premios recayeron en:
1.- Henry Alexander Gómez Ríos (Bogotá), poema En el lomo de la vaca el viento revuelto es un sudario de espumas.
2.- Federico Vélez González (Medellín), poema Súplica de Vicente Heyward –el violador de Manhattan- a su amante.
3.- Pedro Arturo Estrada (Envigado), poema Escribir el día.
4.- Cristian Cárdenas (Bogotá) poema La despedida
5.- Jairo Sierra (Bogotá), poema La soledad del campo.
Henry Alexander Gómez. Bogotá (1982) fue un ganador del Concurso Nacional La poesía de la vida cotidiana. Su libro Cartografía de la luz ganó el XXVI Concurso Nacional de Poesía 2013 Universidad Externado de Colombia; con el libro Georg Trakl en el ocaso fue Segundo Premio del IX Concurso Literario Bonaventuriano de Poesía. En el 2013 publicó el libro Memorial del árbol, premiado en el IV Concurso Nacional de Poesía. Publica ahora Diabolus in música, Premio Nacional de Poesía Ciro Mendía 2013.
Poemas
Pappo napolitano
Me reconozco en el polvo del adiós, en las piedras errantes: con un hilo de viento me hice un collar de caminos.
Dejo el diapasón de mi guitarra bañado por un rumor de flores vestidas por la lluvia. Dejo mi amada Harley Davidson con la que probé el peso de la fe y la pulsación de la muerte. Hay una canción de espejos y lumbres al final de la autopista.
Nada vale más que un viejo blues cortejando las voces aromáticas del sueño.
John Bonham
En el grito del árbol encontrarás la semilla. Mi escritura viaja al galope del viento entre los cascos del caballo. Esta tierra se adelgaza ante el trueno del agua en el pecho de un pájaro.
He dejado al granizo sin aliento.
Concurso si los leones pudieran hablar
2008
La Casa de Poesía Silva, con el fin de reflexionar sobre las relaciones entre la naturaleza y la poesía, puso en marcha en el 2008, el evento Si los leones pudieran hablar. El certamen consistió en un ciclo de conferencias sobre la convivencia hombre-naturaleza y convocó a participar en un concurso de poemas sobre los animales reales o imaginarios. El concurso recibió 2.487 poemas que llegaron provenientes de regiones del país y del exterior. El jurado, integrado por Rómulo Bustos Aguirre, Horacio Benavides y Ramón Cote Baraibar otorgó los premios a:
1.- Crispín Izquierdo (Valledupar, Cesar) por su poema El canario de Katherine Mansfield.
2.- Gustavo Maceas García (Bosconia, Cesar) por su poema Pájaro sombra.
3.- Hernán Tello Gómez (Yarumal, Antioquia) por su poema El tigre de Amalfi.
4.- Óscar Darío Estevez Lizarazo (Bucaramanga) por Una huella de tigre en la nieve.
5.- José Zuleta Ortiz (Cali) por Desde el jardín.
Hernán tello gómez, (Yarumal, 1945) presenta su libro La vida es un decir. Es Director del programa de televisión Libros y lectores que se transmite en Sonsón, Antioquia.
Poemas
Nadar contra la corriente
A veces no sé si navego contra la corriente o si es el río el que corre en
contravía.
Un augur me predijo:
“Si persistes
en seguir nadando contra la corriente
entre los arrecifes estrellarás tus huesos”
Desde entonces
habito en una estrella
por si acaso
Con las manos vacías
Dime reloj
¿Qué sabes tú del tiempo?
¿Por qué tantos afanes de alcanzarlo?
Confiésalo
Sospechas que se trata de un animal astuto
De movimientos impredecibles
Como el agua, evasivo
Como el viento, inasible
En tu afán de alcanzarlo te disfrazas
Y es tu máscara
Una sombra a la orilla del sol
Es la inocente gota de agua en la clepsidra
Es el grano de arena
Tras los pasos de una huella sin sombra
Es una mano
Un dedo anclado
En el rigor de una esfera sin límites
Persiguiendo una hora
Que al llegar a la cita ya se ha ido
Minuto que pasa sin pasar
Perenne instante
Que fluye desde el sueño hacia el olvido
Tu dedo pertinaz y terco
Al acecho
De una hora que es agua y golondrina
Y es viento y es arena
Y es campana
Y es nostalgia y es pena
Que nos llega, que se va, que ya se ha ido
Infatigable mano,
Garra sin presa, espuela sin puñal
Mano que se cierra vacía
Sobre la hora, fija
Que ineluctable ha de llegar
Tu mano
Cerrada sobre el tiempo
Cerrada sobre mí
Siempre vacía.
Casa de Poesía Silva