Si comienza la construcción del metro de Bogotá y se valorizan los predios aledaños a la primera línea, el Distrito podría cobrar por las nuevas obras que se realicen en propiedades privadas en cuanto al aumento del número de pisos de los edificios.
Esta sería una de las posibilidades para costear la construcción de la megaobra de transporte, según expertos internacionales que se reunieron ayer martes en el foro ‘Gestión del suelo, otra alternativa de financiamiento del metro’, organizado por Portafolio, Invest In Bogotá y la Alcaldía Mayor.
Según Paulo Sandroni, experto de Brasil, en São Paulo se adoptó esta figura de captura de valor, que obligaba a los desarrolladores urbanos a pagar al Estado por las obras de construcción de mayor altura de edificios.
“Si uno tenía un predio de tres pisos y quería elevarlo a seis, debía pagar por esa diferencia. Eso se llamó ‘captura de plusvalía’. En nuestro caso se dio a través de la venta de bonos en la Bolsa de Valores. Si un desarrollador quería construir, debía comprarlos y presentarlos a la Alcaldía. El dinero que se recogía se invertía en construcciones públicas”, explicó.
Para Ricardo Cárdenas, coordinador de los estudios de la primera línea del Metro, del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), las estaciones del sistema de transporte detonarán desarrollo inmobiliario, lo que generará plusvalía a la obra. “Los estudios realizados muestran que podríamos captar más de un billón de pesos por estos instrumentos de gestión del suelo, con una estimación conservadora a 10 años”.
Daniel Rodríguez, profesor del departamento de Planificación Urbana y Regional, de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU), explicó que “se deben encontrar los puntos neurálgicos donde puede haber intervención y actividad en las zonas aledañas de la primera línea, tanto a corto como a largo plazo”.
Finalmente, Liliana Ospina, secretaria encargada de Planeación, concluyó que la opción es viable, dada la aprobación del decreto 562 del 2014, que permite la construcción de mayores alturas en las zonas aledañas al trazado del metro.
BOGOTÁ