El aumento del 2,8 por ciento en el robo de carros y del 21,6 por ciento en el de motos, en Bogotá el año pasado, refleja que el delito, además de ser rentable, se comete con facilidad.
A diario, en el 2014, se robaron al menos seis vehículos y siete motos. En el 70 por ciento de los casos fue mediante la modalidad de halado, lo que también responsabiliza al propietario del automotor. Durante los demás episodios se utilizó la fuerza o incluso se drogó a la víctima.
“El descuido le facilita el hurto al delincuente. Dejar en cualquier sitio un carro o una moto, mientras se hace una diligencia, permite que el bandido tenga tiempo para actuar”, explicó un investigador de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá, donde se reciben las denuncias por estos hechos.
Según cifras de la Policía, en la modalidad de halado se han robado 2.146 motos y 1.495 carros, en lo corrido del año; mientras que 417 personas han sido víctimas de atraco con el mismo fin.
Sobre el incremento de los casos ha influido el aumento exponencial de la venta de automotores durante los últimos años: a las vías salieron alrededor de 1492.483 carros y 418.844 motos el año pasado, según el observatorio ambiental de Bogotá.
También han tenido que ver las zonas donde los ladrones actúan. Van por toda la ciudad, pero se concentran en tres localidades: Kennedy, Engativá y Suba. Las cifras hablan por sí solas. Según la Policía, de los 2.293 robos que se reportaron el año pasado, 415 casos (18 %) ocurrieron en el suroccidente de Bogotá.
En cambio, en Engativá, noroccidente de la ciudad, algunos barrios residenciales han quedado en la mira de los delincuentes por la escasez de parqueaderos y la ligereza de los propietarios de vehículos para dejarlos frente a los conjuntos residenciales.
El penoso ejemplo lo da Ciudadela Colsubsidio, Bochica y Bolivia. “No es fácil conseguir parqueadero. Entonces, la gente los deja ahí, aunque les digamos que no vamos a cuidarlos”, contó un vigilante de un conjunto de casas.
Roban en segundos
A esa conclusión han llegado las autoridades después de atender cientos de casos con las mismas características. Por un lado, y contrario a lo que pasa con las motos, a los miembros de esas organizaciones delincuenciales les toma alrededor de una hora encontrar el vehículo. Prefieren que no esté en la mira de su propietario y que carezca de una alarma, pues facilita el robo; les basta solo un minuto y 30 segundos para llevárselo. Las motos las roban en 40 segundos.
Y si los conductores de carros y motociclistas no se salvan de la delincuencia, los biciusuarios tampoco. En Kennedy, por ejemplo, se robaron 207 bicicletas el año pasado.
Lo que más se hurtan
Si bien en Kennedy, Engativá y Suba se robaron más vehículos el año pasado y en Chapinero se redujeron los indicadores, ¿actualmente qué es lo que más buscan los delincuentes?
El negativo ‘top’ de las marcas de carros apetecidas por los ladrones lo conforman, en su orden, Renault, Chevrolet, Hyundai y Mazda. Especialmente aquellos que son de baja y media gama, pues, según las autoridades, facilita la extracción de partes (desguazarlos) y comercializarlas; no tienen un sistema avanzado, no cuentan con llaves codificadas ni códigos de seguridad, como suelen tener los carros último modelo o de otras marcas. A pesar de ello, esos propietarios no se escapan pues los delincuentes cometen los robos, pero bajo la modalidad de atraco.
Algo similar pasa en el caso de las motos. Los dueños más vulnerables para los bandidos son quienes manejan una Pulsar, una Yamaha o una Suzuki.
Las bicis, en la mira
Las bicicletas, cada vez más usadas como un medio de transporte en la ciudad, tampoco han corrido con suerte. Solo el año pasado hubo 1.450 casos de robo, es decir 29 más que en el 2013, cuando se registraron 1.421 hechos de este tipo.
Lo más preocupante es que la mitad de los casos ocurrieron en las ciclorrutas. “Ponen vidrios o cosas con filo para pinchar las bicis. Lo hacen para robarlo a uno”, denunció una biciusuaria.
Y así lo respalda el más reciente informe de la Policía, en el que se detectaron las ciclorrutas más peligrosas de la ciudad. Una es la de la avenida Boyacá, entre calles 138 y 170; otra, ubicada sobre la calle 80, entre carrera 110 y avenida 68, y otra la que se encuentra en la avenida Villavicencio, entre la av. Ciudad de Cali y la autopista Sur. En el 2014, solo en Suba se robaron 197; en Kennedy, 188 y en Engativá, 124.
De acuerdo con la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá, se le está haciendo seguimiento a los sitios donde se comercializan. La idea es incentivar a las víctimas a que denuncien para que pueda ser efectivo el proceso de judicialización.
Para este año la Policía tiene previsto iniciar corredores turísticos sobre las ciclorrutas y tener dos patrullas en cada una de las zonas para hacer recorridos y evitar el hurto.
Así se mueve el negocio de repuestos robados
En cálculos de la Policía, desarmar un carro puede tardar hasta 3 horas; una moto, tan solo 60 minutos.
El corto tiempo que les toma a los delincuentes robar un vehículo y luego desguazarlo también tiene que ver con la venta de repuestos.
Según la Policía Metropolitana, las motos y los carros hurtados son llevados, en su mayoría, a cinco zonas: La Favorita, en Santa Fe; el sector del 7 de Agosto; el Restrepo; La Estanzuela y la Primero de Mayo. La venta de bicicletas, en cambio, en el norte, occidente y centro.
Según explican las propias autoridades, el problema para realizar operativos en esos sectores es que no hay herramientas administrativas que lo permitan. “Como la demanda de vehículos aumentó, la de autopartes también, y los vendedores se amparan en que los repuestos son producto de un vehículo que sufrió un siniestro”, explicó un investigador.
Los repuestos pueden caer un 50 por ciento, en comparación de uno nuevo.
Es común que para cometer un robo, bajo la modalidad de atraco, cuatro personas se unan. Dos se movilizan en un vehículo y los otros dos, en otro. Aprovechan a que los ocupantes se distraigan o hagan un pare de varios minutos para abordarlos, amenazarlos con un arma de fuego y llevarse el automotor.
En 7 de cada 10 casos, propietarios también son responsables
1. Marque su vehículo:
Las autoridades recomiendan hacer marcas externas e internas a las partes de su vehículo, que contribuyen a su identificación. El delincuente tardará más en eliminar las marcas y la Policía tendrá más tiempo para hacerle seguimiento y ubicarlo.
2. No dejar su vehículo en lugares no permitidos
Si va a hacer alguna diligencia que amerite dejar su vehículo, ya sea por algunos minutos u horas, busque un lugar seguro. Prefiera los parqueaderos en los que no debe dejar las llaves. Si ve algún carro o moto sospechos apunte las placas y sus características, y alerte a la línea de emergencias 123.
3. Vidrios arriba y puertas seguras
Mientras conduce, prefiera que los vidrios estén arriba y las puertas permanezcan con seguro.
En caso de que se convierta en una víctima, diríjase a la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá, en la calle 6.ª con avenida Caracas, y denuncie.
Si usted ha sido víctima de algún delito o quiere contarnos su historia, escríbanos a aleser@eltiempo.com
BOGOTÁ