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En $ 90 billones recortan Plan de Desarrollo

Monto baja en un 11 %. Plan 2014-2018 se evaluará por resultados más que por el que más gaste.

ECONOMÍA Y NEGOCIOS
El monto del Plan de Desarrollo, que obtuvo este miércoles el visto bueno del Conpes, bajó de 790 a cerca de 700 billones de pesos, luego de que en la discusión se tuvo en cuenta el golpe fiscal por la caída en los precios del petróleo.
Este miércoles, el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) aprobó el proyecto de ley que será radicado este viernes en el Congreso de la República, con el ajuste de más de 11 por ciento frente a la cifra original que había sido prevista en las bases del plan que había presentado el año pasado el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Este marco de las políticas de Estado de los próximos años, con un monto menor, significará que, a su vez, los presupuestos del cuatrienio podrían ser inferiores.
De otra parte, en el Plan de Desarrollo 2014-2018 se planteará que la evaluación de los distintos sectores que hacen parte del presupuesto general no se haga por la ejecución, como en la actualidad, sino por resultados, pues, al decir de Simón Gaviria, director del DNP, no se premiará solo al que más gaste, sino al que tenga resultados.
El ritmo de la ejecución presupuestal, en el 2014, hizo recientemente que el presidente Juan Manuel Santos sacara pecho al decir que “batimos récord”.
En total, el promedio de este indicador, que tiene varias aristas, fue de 92 por ciento, contando los gastos hechos para el funcionamiento del Estado y los de inversión, que son los que se traducen en obras.
De acuerdo con lo expresado por el primer mandatario en su consejo de ministros, en materia de ejecución presupuestal, se llevaron los aplausos: educación, vivienda, relaciones exteriores, cultura, inclusión social, estadística, minas y planeación.
Otros sectores no alcanzaron a subir por encima del promedio. Si se mira por el lado de lo obligado (lo que se contrató y facturó), 10 sectores estuvieron por debajo del promedio.
El agropecuario, por ejemplo, estuvo en 91,3 por ciento; comunicaciones, en 91; deporte, en 89,2; justicia, en 87,1, entre otros. Los de más bajo desempeño, de acuerdo con este indicador, fueron ambiente y desarrollo sostenible (75,5 %); hacienda (68,9 %) y empleo público ( 69,5 %).
Claro está, el resultado de la ejecución presupuestal del Estado, de acuerdo con el investigador Jorge Armando Rodríguez, exdirector del CID (Centro de Investigación para el Desarrollo) de la Universidad Nacional, depende del ángulo desde el cual se le mire.
“Si se estima lo comprometido, quiere decir que el sector está haciendo gestión para hacer los contratos. No tener un buen indicador en este sentido sería lo peor que le podría pasar al sector público”.
Para el investigador, todos los indicadores que se miden en la ejecución presupuestal son claves, pues muestran los que van más aventajados o rezagados en cada etapa: gestión de contratos, facturación, pagos y culminación de obras.
Lo que cuenta es la obra
Para la contralora general delegada en Economía, Gloria Patricia Rincón, la ejecución se debería medir con base en la materialización de los bienes y servicios para los cuales se está gastando el presupuesto.
Más aún si, según Carlos Cabrera, exfuncionario de la Contraloría General de la República, “en el 2011 se expidió un decreto que precisamente expresaba que ejecución es el recibo a satisfacción de bienes y servicios, es decir, las obras contra entrega”.
Desde esta perspectiva, mientras el Ministerio de Vivienda tuvo un resultado del 98,6 por ciento en lo obligado, el indicador de pagos, es decir, cuando se cancela todo lo que cuesta la obra, tiene una cifra de 60,8 por ciento.
Similar comportamiento tuvo la propia Presidencia de la República, que si bien tiene un 92,5 por ciento en lo referente a la contratación, sus pagos solo suman 61,2 por ciento.
El ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, explicó lo sucedido en su sector: “Tuvimos los mejores resultados. Cuando baja el indicador de pagos es porque las obras en este sector se hacen con vigencias futuras. Esto implica que el pago se hace dentro de la vigencia correspondiente, aunque la casa ya esté construida”.
Henao explica que si él tiene un presupuesto de 4,2 billones de pesos para vivienda gratis, la plata no se la dan en el mismo año, lo que no quiere decir que el programa esté atrasado.
El viceministro de Agricultura, Hernán Román, explica que desde el punto de vista de lo contratado su sector, con un presupuesto de más de 5 billones de pesos, tuvo un desempeño del 91,3 por ciento, mientras que el ministerio del ramo, que manejó recursos por 2,2 billones de pesos, ejecutó el 91,3 por ciento.
Para Román, “pese a que había dudas acerca de si este sector estaba en capacidad de ejecutar un presupuesto más alto de lo que tradicionalmente le asignaban, el resultado es bueno”.
De acuerdo con el viceministro, “a la ejecución de la agricultura se le metió el acelerador en los últimos cuatro meses”.
En el 2015, el acelerador está puesto
Las entidades del Estado tienen el pie en el acelerador de la ejecución en el 2015, luego de venir de un ritmo, el año pasado, que el presidente Juan Manuel Santos catalogó como récord y que, según el Ministerio de Hacienda, llegó a un promedio del 91,4 por ciento en total.
A estas alturas del 2015, de acuerdo con las cifras del portal de Transparencia del Ministerio de Hacienda, de las apropiaciones asignadas este año ya el sector público ha logrado ejecutar el 4,5 por ciento y se han firmado 125.795 contratos.
Esta velocidad se debe en parte a que este es un año electoral, por lo que en junio próximo entrará a regir la ley de garantías, que impide la contratación pública.
En consecuencia, la decisión en los ministerios parece ser ejecutar y ejecutar, para que se logre contratar en los tiempos previstos y no se paralice la ejecución de obras.
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