A las aguas del río Tuluá y a cuatro quebradas aledañas se han lazando decenas de sabaletas, pero no se trata de cualquier sabaleta.
Para repoblar estas aguas, compromiso adquirido por la Empresa de Energía del Pacífico (Epsa), se recurrió a una novedosa técnica que, según los técnicos de la compañía, no tiene antecedentes en el país.
El sistema consiste en marcar cada uno de los peces. Lo que se busca es organizar una base de datos.
A través de un chip electrónico subcutáneo, o abdominal, conocido como PIT y el Implante de Elastómero Visible (VIE), los ejemplares son medidos y pesados antes de lanzarlos a los ríos y quebradas.
El Implante de Elastómero Visible se inyecta bajo los tejidos trasparentes, viene en colores para que la marca quede visible. Esta técnica es muy usada para el etiquetado de peces, crustáceos, reptiles y anfibios.
Este tipo de marca permite estudiar el desplazamiento de la especie y conseguir información sobre su estructura genética, su distribución a lo largo de la cuenca y verificar cuál es el nivel de abundancia.
Estos desplazamientos están asociados a estrategias reproductivas y alimentarias.
La meta es sembrar 10.000 sabaletas de la especie Brycon Henny.
Ya se han realizado nueve jornadas de repoblamiento en las que se han sembrado 3.607 sabaletas sobre el río Tuluá y las quebradas San marcos, La Esmeralda, Nogales y El Naranjal.
La Espa espera cumplir con la meta durante este primer semestre del año.
Estas sabaletas se reproducen en las partes altas de las quebradas y en las cuencas de los ríos. La idea es que los campesinos puedan cultivarlas y mejorar su calidad de vida.
CALI