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¿Seguir creciendo?

Valdría la pena que el Foro Económico se conectara mejor con los Objetivos del Milenio.

Manuel Guzmán Hennessey
En el Foro Económico Mundial que acabará mañana en Davos se habla de crecimiento. ¿Y nada más? Por eso, cuando el informe Global Risks, publicado la semana pasada como insumo del Foro, revela que entre los cinco principales riesgos que debemos enfrentar en los próximos diez años están la adaptación al cambio climático, los conflictos geopolíticos y las crisis del agua; lo que cuenta para Davos no es el riesgo para la vida, sino el riesgo para la economía. La reflexión debería ser justamente en el sentido contrario: la economía está en riesgo debido a que hemos crecido demasiado y administramos mal los recursos naturales. Como si este fuera un planeta infinito. De manera que lo que habría que pensar no es cómo seguimos creciendo, sino cómo aprendemos a decrecer para salvar la vida.
Valdría la pena que en este tipo de foros revisaran un trabajo que empezó en 1968 con el Club de Roma y ‘Los límites del crecimiento’. Sobre esta lúcida saga ha vuelto Jorgen Randers recientemente: ‘¿Cómo será este mundo en 2052?
Su pronóstico contenido en el libro 2052: a Global Forecast for the Next 40 Years no es bueno. Descubre que los tres riesgos entregados a Davos están íntimamente relacionados: habrá más conflictos debido a las crisis del agua y del clima; y este mundo será inviable no simplemente debido a los desastres, sino a que la civilización de los excesos se negó sistemáticamente a modificar la economía. Randers no se declara pesimista, sino triste, debido a que “la sociedad mundial puede seguir haciendo juicios erróneos y malas decisiones como resultado de su obstinación”.
Y saca a flote una cara de la crisis que hemos empezado a ver por estos días: las rebeldías y conductas violentas en los jóvenes de los países ricos. Los baby boomers que ya no son los hippies de los años sesenta, cuando él y los esposos Meadows hicieron los primeros diagnósticos sobre lo que hoy ya sucede. Sino algo más incierto y peligroso.
Valdría la pena que el Foro se conectara mejor con los Objetivos del Milenio y con la Cumbre del Clima de París. Sería muy útil para el mundo que los temas económicos se abordaran desde una perspectiva más compleja. Que se apoyaran más en el sentido común que en el artificio de teorías insostenibles. Lo que tenemos que salvar es la vida y hacer un mundo posible para quienes vendrán desde el 2052. El objetivo del desarrollo no es el crecimiento, sino la felicidad.
Manuel Guzmán Hennessey
@Guzman-Hennessey 
Manuel Guzmán Hennessey
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