Más de 20.000 personas llegaron este fin de semana hasta el barrio Egipto, de la localidad de La Candelaria, para festejar un siglo de la celebración de la llegada de los Reyes Magos.
En medio de actividades culturales y religiosas, conciertos, bailes, deporte y gastronomía, que le pusieron color y ritmo a la fiesta, los visitantes se gozaron la tradición más antigua de la ciudad, que desde el 2005 se convirtió en patrimonio cultural. (Lea también: Bogotá celebra los 100 años de su fiesta más antigua).
Todas las actividades se llevaron a cabo alrededor de la iglesia de Nuestra Señora de Egipto, rodeada por bogotanos de todas las edades y turistas.
Muchas de los que viven en ese barrio del centroriente de la ciudad y que durante meses venían preparando los espectáculos se salieron con la suya y, además de disfrutar de la celebración, aumentaron sus ingresos.
Algunos de los que se encargan de preparar la chicha, por ejemplo, demoraron hasta dos meses en esa labor. Es en esta temporada, que solo dura tres días, en la que su negocio crece y terminan vendiendo hasta 8.000 litros.
Entre las variadas actividades se destacaron la quema del diablo, el festival de bandas municipales, los fuegos artificiales y, como se esperaba, la llegada de los Reyes Magos.
Se comió desde morcilla y papa criolla hasta postres y galletas. Los participantes saltaron lazo, jugaron dominó, soltaron los trompos y se pusieron a prueba con el yo-yo. Todos hicieron lo que quisieron.
Y es que el barrio Egipto ha concentrado su vida en una celebración que ha visto pasar muchas generaciones, y año tras año se ha negado a darle la espalda a su tradición.
EL TIEMPO