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Bajo engaños y amenazas, red terminó prostituyendo a menores

Organización delincuencial las traían a Bogotá desde el Valle. No tenían más de 16 años.

BOGOTÁ
La promesa de trabajar en una casa de familia como empleada doméstica terminó convirtiéndose en una pesadilla para tres niñas, entre los 14 y 16 años, que durante un mes y medio fueron obligadas a prostituirse.
En un sector humilde del municipio de Roldanillo (Valle del Cauca), donde vivían las menores, los delincuentes les propusieron viajar a Bogotá para, desde allí, asignarles una residencia. Incluso, les prometieron que tendrían oportunidades de estudio.
A pesar de que habían aceptado la propuesta, las tres se arrepintieron de camino a la ciudad y pidieron regresar a sus casas. Pero fue tarde.
“Las amenazaron; les dijeron que no podían devolverse, que ellos ya sabían dónde vivía la familia y lo que les podía pasar”, contó un investigador.
Las llevaron a un inmueble dedicado a la prostitución, ubicado en la localidad de Los Mártires, en el centro de Bogotá, desde donde les entregaron nuevas prendas de vestir y les explicaron qué tenían que hacer con los clientes. En todo momento les insistieron sobre el riesgo que corrían sus padres si ellas huían.
No recibían un solo peso de los 35.000 o 40.000 que los proxenetas cobraban por cada uno de los encuentros sexuales a los que eran sometidas cada noche; tampoco podían hacer llamadas y mucho menos tener contacto con sus familiares, según las autoridades.
“Estaban encerradas en casas de citas, en el barrio Santa Fe, en el centro de Bogotá”, agregó el general Humberto Guatibonza, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Claudia Patricia Masías Toro, Luis Alberto Masías Toro y Juan Andrés Sarmiento Álvarez, son las personas señaladas por la Policía de intimidarlas y prostituirlas. Ninguno de ellos tenía antecedentes.
Según la información que lograron recopilar los agentes, tras varios meses de investigación, la mujer era la encargada de generarles confianza a las menores para que aceptaran la oferta laboral sin inconvenientes. Incluso, Claudia se habría hecho pasar por una amiga, aprovechando la cercanía con sus familiares, para llevárselas mediante engaños.
Estando en Bogotá, los integrantes de la organización delincuencial trabajaban como administradores del sitio para vigilarlas y evitar que escaparan.
Los tres fueron capturados en la misma región del suroccidente del país y deberán responder por el delito de trata de personas.
Pese a que las autoridades calculan que unas 40 menores de edad serían víctimas de esta banda y ya han hecho varios allanamientos a inmuebles en el centro de Bogotá, no han logrado hallar a otras niñas. Por eso, la Policía hizo un llamado este lunes para que quienes tengan más información sobre el paradero de otras mujeres denuncien.
Lograron escaparse
Las tres niñas recobraron la libertad luego de escaparse del establecimiento donde también habían sido maltratadas psicológicamente.
Según los investigadores, la primera lo hizo con la ayuda de una trabajadora sexual que pudo prestarle algo de dinero, con el que pudo llamar a su familia.
Cuando se enteraron de lo que había pasado, contactaron a un allegado que vive en la ciudad y regresó a su casa.
Las otras dos menores lograron salir un par de semanas más tarde, también tras comunicarse con sus padres.
¿Qué es la trata de personas?
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la trata de personas es un delito que se caracteriza por el traslado de las víctimas dentro o fuera del país para, entre otros, explotarlas sexual o laboralmente. En algunas oportunidades, los delincuentes se aprovechan de su estado económico para hacerles ofrecimientos falsos.
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