El reconocimiento que las Farc hicieron este sábado de sus víctimas y la decisión del Gobierno de aceptar una comisión de esclarecimiento, previa a una comisión de la verdad, son, inequívocamente, dos de los hechos más representativos del nivel que ha alcanzado el proceso de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y esa guerrilla.
El grupo armado, que condicionaba el reconocimiento público de sus víctimas a que hicieran lo mismo otros “actores del conflicto” –Fuerzas Armadas, políticos, empresarios y hasta la Iglesia–, dio el paso adelante este sábado. (Lea también: 'La presencia de afectados en la mesa legitima los diálogos').
Y el Gobierno, que se mantenía en la idea de crear solo una comisión de la verdad cuando se firmara un acuerdo definitivo de paz, le dio vía libre a la comisión de esclarecimiento que reiteradamente habían pedido las Farc para avanzar en el punto 5 de la agenda de negociación: víctimas.
A cambio, esta guerrilla aceptó la responsabilidad que le cabe en el daño que ha provocado en el conflicto. “Cualquier discusión (...) debe partir del reconocimiento de responsabilidad frente a las víctimas”, dice el documento firmado por ese grupo armado con el Gobierno.
Las partes hacen explícito, además, “que las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario con ocasión del conflicto tienen derecho a la verdad, la justicia, la reparación y a las garantías de no repetición”.
El documento, divulgado en La Habana, incluye 10 principios que guiarán la búsqueda del acuerdo sobre la manera como deben satisfacerse los derechos de las víctimas.
De hecho, el Gobierno y las Farc enfatizaron que “resarcir a las víctimas está en el centro del proceso de paz”.
La declaración de principios frente a quienes han sufrido de manera directa el conflicto es la primera de este tipo en la historia de negociaciones con este grupo armado.
Van a la mesa
Las víctimas serán protagonistas en el diseño del plan de verdad, justicia y reparación. Los negociadores del Gobierno y las Farc anunciaron que recibirán en La Habana a una delegación que represente al mayor número de ellas y el más amplio tipo de hechos sufridos.
La idea es escuchar “sus propuestas y expectativas sobre la construcción de paz en los territorios” y sobre “la satisfacción” de sus derechos.
El tema de las víctimas, uno de los más espinosos de los diálogos con la guerrilla, se toma finalmente el proceso de paz. No se sabe cómo se conformará la delegación que las representará, pero van a un contacto directo con los negociadores, como han pedido en distintos escenarios, entre ellos el foro realizado por EL TIEMPO el pasado 29 de abril para hablar sobre la manera en que deben ser reparadas.
Tanto el reconocimiento que las Farc acaban de hacer de su responsabilidad en el sufrimiento de miles de colombianos como la decisión del Gobierno de aceptar la comisión de esclarecimiento pedida por el grupo guerrillero elevan el alcance histórico de lo que ha logrado el proceso de paz en La Habana.
No solo porque el acto de las Farc frente a sus víctimas es el primero en su medio siglo de vida. También, porque en 30 años de intentos de paz con esa guerrilla, nunca se habían logrado acuerdos como los ya alcanzados por las partes en el tema agrario, en participación política y en fin de cultivos ilícitos y narcotráfico.
Habrá foros en cuatro ciudades
Como ha ocurrido con los otros temas de la agenda, el de víctimas contará con los aportes que ellas hagan en tres foros regionales y uno nacional. El primero será en Villavicencio, el 4 y 5 de julio, y luego vendrán otros en Barrancabermeja y Barranquilla. El nacional será en Cali, en una fecha aún por definir. Se escogió esta ciudad por los efectos que ha tenido el conflicto sobre la población del Pacífico.
Los negociadores pidieron a la ONU y a la Universidad Nacional convocar los foros, como ocurrió en los anteriores temas.
Subcomisión adelantará el tema del “fin del conflicto”
Las Farc aceptaron la propuesta del Gobierno de crear una subcomisión técnica con delegados de los dos equipos negociadores para avanzar en propuestas sobre el punto del “fin del conflicto”. Esto significa, por ejemplo, definir las zonas del país donde se concentrarían los frentes de las Farc cuando lleguen el cese bilateral del fuego y la dejación de armas.
Habrá una segunda subcomisión para tratar el tema de las mujeres en medio del conflicto. Estará integrada por representantes del Gobierno y las Farc.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Editora de EL TIEMPO
En Twitter: @MarisolGmezG