Han salido funcionarios del Gobierno a hacer campaña para la reelección. ¿Quiere eso decir que el Gobierno está funcionando a media marcha?
Solo se retiraron el ministro Rafael Pardo, la directora del Sena, Gina Parody, y David Luna. Por iniciativa propia y con el propósito de contribuir en Bogotá a exponer el nuevo plan de gobierno. No puede entonces hablarse de ninguna parálisis en la administración.
¿Esta guerra sucia ha empañado el panorama de los logros de este Gobierno?
Sí, por supuesto.
Pero hay temas en los que el Gobierno sí aparece claramente rajado, como en educación.
De una vez por todas les voy a aclarar esa desinformación. Hoy un millón de niños en el programa de primera infancia reciben atención integral en salud, nutrición y capacitación. Por primera vez tenemos gratuidad universal en la educación. En este gobierno, más de 8,9 millones de colombianos dejaron de pagar pensión, matrícula y costos educativos, con un impacto muy grande en el bolsillo de los colombianos y una mejoría notable en la deserción estudiantil.
Duplicamos el presupuesto para infraestructura en los colegios públicos con respecto a los ocho años del gobierno Uribe. En las escuelas públicas fueron repartidos gratuitamente 22 millones de textos escolares. El programa ‘Todos a aprender’ está orientado a mejorar la calidad, que es el grave problema, y focalizado en matemáticas y lenguaje, donde más de 3.000 de los mejores maestros del país prestan una asistencia directa y una capacitación a quienes tienen menor desempeño, y están teniendo mejores resultados. Y dentro de los muchos logros le diría: la oferta de programas en el Sena llegó a 7 millones, se aumentó en 400 la oferta de cupos en educación superior. Hoy, la nación invierte 27 billones en educación, el 4,8 por ciento del PIB, y se convirtió en el sector que más ha crecido en estos años.
¿Pero si esto es así de bueno, qué pasó con las pruebas Pisa?
¿Qué conclusión saca usted si yo le digo que las famosas pruebas Pisa se practicaron hace dos años a muchachos que tenían 15 años, que entraron al colegio en el 2002?
(Risas) ¿Que los que se rajaron fueron los estudiantes de Uribe?
Pues haga las cuentas…
¿Y en salud me dice que tampoco andamos rajados?
Pues destacaría que hoy tenemos cobertura universal, que beneficia a 45 millones de colombianos. En este gobierno se unificó en materia de prestación de servicios el régimen contributivo con el subsidiado. Y se aumentaron en más de 200 los procedimientos y las medicinas del POS. Más cubrimiento, más equidad, más beneficios. Las medidas en control de precios a los medicamentos han representado un ahorro de 500.000 millones de pesos a los colombianos.
Deme un ejemplo para que nos crean los lectores…
Las medicinas para controlar la diabetes pasaron de 75.000 a 25.000 pesos.
¿En qué va a terminar la ley ordinaria de salud que cursa en el Congreso?
Tiene que remediar dos problemas que son el lunar negro: mayor calidad y la oportunidad en el servicio. Definir el nuevo modelo de gestión de las EPS. Y esperamos que el Congreso acepte la propuesta del Presidente que hace justicia a los pensionados reduciendo las cotizaciones del 12 por ciento al 4 por ciento, que es la regla para todos los colombianos. Queremos formalizar a 250.000 médicos que hoy prestan su trabajo con contratos tercerizados, sin estar formalizados.
¿Si hay todo eso para mostrar, por qué el Gobierno ha sido incapaz de mostrar sus logros? Aquí no se habla sino de guerra o de paz.
Ha sido una desgracia el curso que tomó este debate, a diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años: el escándalo de las chuzadas, el proceso de paz y los pocos espacios de discusión que existen han hecho muy difícil presentarle al país con claridad los logros que tal y como le mencionaba en educación y salud, son igualmente destacables en comunicaciones, en infraestructura, en agua potable, en el manejo de la economía, en cultura y en todas las áreas de la administración.
Le acepto que dos de las cosas que sí se han notado en este gobierno han sido los logros del ministro de las TIC y la ministra de Cultura.
Así es. De dos millones de conexiones de internet pasamos a 8, y de 200 municipios conectados con fibra óptica llegaremos a 1.078 el 7 de agosto. Todo el país conectado. Eso es una revolución. Y aun en un sector como el de la cultura, resaltaría que en este gobierno se duplicó el presupuesto, se puso en marcha la nueva Ley de Cine, el Fondo Fílmico, el Plan Nacional de Lectura, la Ley de Espectáculos Públicos y el Plan Nacional de Música.
A ver. ¿Y usted qué ha pensado hacer en la vicepresidencia? ¿Será decorativo o ejercerá un empleo?
Lo que más ilusión me hace de volver al gobierno es que el vicepresidente estará integrado totalmente y tendrá a su cargo darles continuidad a los programas de agua potable, contribuir a los de infraestructura y sacar adelante el ambiciosísimo plan que en materia de vivienda nos permita finalmente superar el déficit habitacional en Colombia.
Usted tiene fama de ser un hombre que habla duro, claro y directo. ¿Por qué había que traer al expresidente Gaviria para que hablara más duro?
Mi tarea ha sido la de recorrer centenares de municipios colombianos precisamente presentando el extraordinario balance del Gobierno. Y a buena hora el expresidente Gaviria asumió una vocería para decir las cosas que muchos colombianos pensamos del expresidente Uribe y de su candidato Zuluaga y de lo que ha sido el lodazal de esta campaña.
¿Y de las denuncias del expresidente Uribe ante la Procuraduría?
Por lo menos tuvieron la honradez de desvincular al Presidente de sus supuestas denuncias, pero eso no es suficiente. Aún dejan un manto de duda sobre la financiación de la campaña sin aportar una sola prueba que le haya dado soporte a esa denuncia.
¿Pero eso no es lo que tienen que dictaminar el Fiscal y el Procurador?
Deberían hacerlo antes del 15 de junio, para que se confirme de una vez por todas que esos hechos no ocurrieron.
Hay muchos rumores de que por primera vez estamos viendo a los miembros del Ejército y la Policía participando beligerantemente en política en esta campaña.
Jamás en mi vida, y son ya muchas campañas las que tengo a cuestas, había visto a integrantes activos de la Policía nacional involucrados directamente en actividades proselitistas a favor del candidato Zuluaga. En todos los departamentos a los que voy recibo de parte de nuestros dirigentes políticos denuncias de hostigamientos, llegando al extremo de hasta destruir la propaganda política santista y constriñendo a los electores de Santos para que digan por quién votaron o por quién van a votar. (Lea también: Policía indagará denuncias de supuesto proselitismo en la institución)
Pero además, desinformando a la Fuerza Pública en temas como sus prestaciones personales, y sobre la suerte que podrían correr si se creara el ministerio de la seguridad ciudadana. Hacen aseveraciones francamente calumniosas, como afirmar que en La Habana se viene discutiendo la composición o el número de integrantes de la Fuerza Pública, punto que expresamente quedó excluido de esa agenda. E incluso aseverar que la creación de ese ministerio es una concesión para que miembros de las Farc queden al frente de esa institución. Comprenderá entonces la zozobra que todo esto ha producido en el Ejército y la Policía Nacional, y principalmente entre los familiares de sus integrantes. Otro frente de la guerra sucia.
Pero si precisamente usted tiene fama de ser un hombre muy cercano a las Fuerzas Armadas...
¡Precisamente! ¿A quién se le puede ocurrir en la cabeza que el presidente Santos o yo permitiríamos una cosa así? Quienes hemos sido los más afectos, como en mi caso, a estas instituciones jamás permitiríamos que una cosa de estas ocurra. Rechazamos la irresponsabilidad, con gravísimas consecuencias hacia el futuro, de hechos como estos. Desnuda claramente hasta dónde son capaces de llegar.
¿Acaso la no beligerancia que impuso sobre la Fuerza Pública Alberto Lleras Camargo, en su famoso discurso del teatro Patria, no fue para parar una de las fuentes de violencia en este país?
Sí. La doctrina Lleras ha sido la guía durante 60 años. Se incorporó como precepto constitucional y hasta ahora a nadie se le había ocurrido vulnerarla, ni aun durante los gravísimos hechos que tuvieron lugar en el Caguán. Mal precedente y de consecuencias que tendrán repercusiones; eso de entrar a manipular y a desinformar a los miembros de la Fuerza Pública, con tan bajos y mezquinos propósitos. Hacemos responsables a Uribe y al candidato Zuluaga de lo que esto pueda derivar como consecuencia en nuestras instituciones hacia el futuro.
MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO