¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Editorial: Infamia en Tumaco

EDITORIAL
Estas son las preguntas que se hacen los padres y los hijos de los policías brutalmente asesinados en Tumaco: ¿por qué esos tres guerrilleros les quitaron la vida al mayor Germán Méndez Pabón y al patrullero Edilmer Muñoz Ortiz?, ¿por qué los secuestraron de golpe en la vereda de San Luis Robles, y luego los mataron cobardemente cuando se encontraban haciendo el importante trabajo comunitario que desde hacía varios meses llevaban a cabo, en nombre de Colombia, en la región?
Por supuesto, la única respuesta posible es, una vez más, la crueldad de las Farc, la degradación sin límites del conflicto armado colombiano. Matar por matar, matar porque a eso se dedican; parece ser lo único que tenían en la cabeza aquellos tres asesinos de la columna ‘Daniel Aldana’, del mismo grupo guerrillero, que en este momento negocia en La Habana su reincorporación a la vida democrática.
La noticia no solo ha puesto en evidencia de nuevo las infamias y las vilezas de la guerra que sigue viviéndose en ciertas regiones y le ha recordado a la opinión pública lo complejo que puede llegar a ser sostener una negociación con aquel grupo subversivo, que después de cincuenta años de desmanes no solo se ha salido incluso de sus propias manos y se ha acostumbrado tanto a los métodos violentos, sino que de paso ha dejado en claro que la vida en las veredas de la región, en parajes como Luis de Robles, San Vicente, San Antonio, Nerete, Nueva Creación, Piña Salado, Santa María Rosario, Vuelta Larga, El Porvenir y Bajo Guayabo, es una pesadilla de la que todavía no hemos conseguido despertar.
Como bien dijeron tanto el presidente Juan Manuel Santos como el director de la Policía, Rodolfo Palomino, el asesinato y tortura de Méndez y Muñoz son una vergonzosa violación de las reglas de la guerra y del Derecho Internacional Humanitario, justo cuando los negociadores del Gobierno y los representantes de las Farc se preparan para un nuevo ciclo de las conversaciones de paz en Cuba. El hecho no debe quedar en la impunidad, claro que no, pero primero que todo debe ser rechazado por el país entero. La violencia no puede seguir siendo otro ruido de fondo en Colombia. Tumaco ha visto ya demasiada maldad.
editorial@eltiempo.com.co
EDITORIAL
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO