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Venezuela: ¿Nuestro espejo?

Para nosotros, los venezolanos han sido los ricos del vecindario, con una vida política muy distinta a la nuestra. Sin embargo, en muchos hechos a través de su historia coincidimos, en otros nos diferenciamos pero el balance final demuestra que más nos vale tomar lecciones de sus experiencia. Por ejemplo: ¿cuántos conocen el llamado Punto Fijo, donde sus partidos tradicionales "COPEI y AD, se repartieron la Administración Pública y asentaron un entramado clientelar que la impregnó por completo, empapando a todo el cuerpo socio-institucional"? Un Frente Nacional en Venezuela que, como en Colombia, degeneró en exclusión, clientelismo y violencia.
Si no queremos que la Venezuela de hoy se convierta en una muestra de lo puede sucedernos, aprendamos de su dolorosa situación actual. Este llamado vale no solo para la izquierda sino para todos nuestros líderes, tanto del mundo político, como del empresarial, el académico y, en general para toda nuestra sociedad. Llegó la hora de mirarnos en ese espejo.
Tres lecciones entre muchas. La primera, para la izquierda: el Estado y el sector privado tienen hoy nuevos roles y por ello, algunas de sus viejas reglas ya no funcionan. Estatizar, si destruye la economía, es un esquema insostenible. Segunda: la política económica no es neutra en términos de bienestar, tiene "un contenido social". Si se destruye la economía se afecta severamente la calidad de vida de la población y se pierde la gobernabilidad.
Tercera, no basta con aliviar pobreza con limosnas si el Estado no responde por los derechos económicos, sociales, políticos y ambientales de las crecientes clases medias. Las limosnas en vez de oportunidades reales de progreso vuelven a la población pobre estado-dependiente y no construyen ciudadanía, exasperan a las crecientes clases medias, polarizan la sociedad y la hacen ingobernable.
Cecilia López Montaño (Economista y política colombiana)
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