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Por 'flaco', Ramos casi renuncia al fútbol; hoy brilla en Alemania

Detalles de la vida del delantero colombiano Adrián Ramos, goleador de la bundesliga alemana.

HÉCTOR F. GRUESSO
Anayiber Vásquez cuenta que junto a Adrián y Gilber Stiven Ramos, sus dos hijos, lloró hasta el ahogo.
Adrián tenía una muy frágil apariencia física para iniciar la lucha. "En el América teníamos un equipo interdisciplinario y el DT de la categoría dijo que Ramos no iba a llegar con ese físico y que no podía continuar en el proceso, porque había que invertir mucho dinero para acondicionarlo. Me opuse y al final se pudo quedar…", recuerda Héctor Fabio Báez, gerente deportivo del Junior, quien para entonces ocupaba el mismo cargo en el ‘rojo’ del Valle.
Añade: "Y luego, Helmut Wening y Renato Damiani (agentes de jugadores), lo pidieron prestado del Atlético Colombia de Barranquilla para jugar el Torneo de Gradisca (Italia). Al llegar, le permitieron estar con la Selección Colombia Sub-17, como invitado, pero cuando Eduardo Lara lo vio dijo que le faltaba mucho. Sin embargo, en la tercera práctica hizo tres goles y lo dejó".
En el América debatían si su condición técnica le permitiría disimular su delgada contextura. Adrián, entre tanto, pensaba todos los días si continuaba abonando el camino que había iniciado su fallecido padre en las canchas o seguía juntando monedas en la 'Casa Nintendo' de Tencar, en Villa Rica (Cauca), donde acudía infaltable todas las tardes para controlar el tiempo de los computadores. "Era muy flaquito y no crecía. Casi renuncia al América", cuenta doña Anayiber.
La vena por el fútbol
Don Gustavo, el padre de Adrián, también jugó. Lo hizo con las reservas del Pasto, en la Selección Cauca y la Selección de Villa Rica. Pero él, contrario a Adrián, y ante la falta de oportunidades y las crecientes necesidades, decidió dedicarse a los oficios varios. "Mi 'morocho' era jardinero, trabajaba en el barrio Ciudad Jardín en Cali. Un día salió de trabajar y nunca volvió. Lo encontramos ocho días después por los lados de la Buitrera (Valle). Lloramos semanas enteras. Él siempre me preguntaba, ¿negra, será que llego a la edad de Cristo? Y se murió a los 33 años", lamenta Anayiber.
Y allí arrancó la confusión de esta mujer por la búsqueda de una oportunidad para Adrián, quien tenía solo 9 años, cuando su papá murió. El camino lo marcó esa relación de Gustavo con el balón, que doña Anayiber también compartió, pues jugó, con la número 9, en el equipo de mujeres de Villa Rica. El fútbol, una tradición de familia, era la primera opción para el mayor de los hermanos Ramos Vásquez.
"Gustavo, el papá de Adrián, jugaba de defensa central o volante. Medía cerca de 1,90 de estatura. Era muy bueno por elevación y efectivo en los tiros libres", dice Nelson Loboa, conocido como 'Tania'. Fue él quien entrenó por primera vez a Adrián: "Lo tuve desde las gorriones, en el Deportivo Villa Rica. Desde ese entonces se veía que 'Adriancho' iba a ser un talento. Jugaba junto a Cristian Nazarit, aunque Adrián es un año menor", recuerda 'Tania'.
Fueron su aceleración y su cadencia con el balón las bondades que le ayudaron a Adrián a vencer a la marcada delgadez que también heredó de su padre.
'Adriancho' también lo llaman en su casa. "En el Mundial de Finlandia le puso 'Adriancho' a la camiseta y desde allí se quedó así", cuenta Anayiber, quien no pudo encontrar una explicación en su hijo cuando le preguntó por el naciente sobrenombre. A ella también le genera una curiosa sonrisa cuando hoy Adrián, quien vive en Berlín (Alemania), es goleador de la Bundesliga y es altamente valorado. Cuando vuelve al país en vacaciones, a la ahora brillante casa en el barrio Alfonso Caicedo Roa, en Villa Rica, le pide que le prepare, como su plato favorito, arroz con huevo.
Así es Gustavo Adrián Ramos Vásquez. Sereno y alegre al tiempo. Capaz de convertir la tempestad en un apacible verano, el llanto en gozo.
Sus lágrimas por el descenso del América
Implementación deportiva para 100 menores que participaron de un torneo infantil, muchos regalos para los niños de los sectores más pobres de Villa Rica y alto volumen para escuchar los vallenatos de su preferido, el fallecido Diomedes Díaz. Esas fueron algunas de las actividades que realizó 'Adriancho' durante las festividades de fin de año.
"Adrián es de Villa Rica, solo que tuvo que nacer en Santander de Quilichao porque a mí me hicieron cesárea y me trasladaron hasta allá. Este pueblo es muy tranquilo, por eso no me he ido a vivir a la casa que me regaló mi hijo en Cali", pide aclarar Anayiber, con orgullo de pertenencia.
Ella no había sentido llorar con tanta angustia a Adrián desde la muerte de don Gustavo. Y hace algo más de 2 años lo sintió nuevamente desganado. "Creo que la última vez que lloró fue cuando descendió el América. Me decía, por teléfono, 'vieja, ¿porqué le tiene que pasar eso a la 'mechita?'", relata Anayiber, una mujer morena de 48 años, de apariencia juvenil y permanente sonrisa.
Su vida se la ganó requisando caña e internada en casas de familia para 'levantar' a sus dos hijos. “Recuerdo que Adrián siempre me decía, 'tranquila vieja que yo algún día voy a jugar en Europa y la voy a sacar adelante'", dice orgullosa.
Ahora, descansa viendo y escuchando programas deportivos, observando partidos… Y celebra con el mismo agrado cuando Adrián o Juan Guillermo Cuadrado convierten un gol. La mamá de 'Adriancho', quien conserva una camiseta de la tricolor con una dedicatoria del colombiano del Fiorentina italiano, Juan Guillermo Cuadrado, también se decidió a revelar el deseo que conservaba guardado su hijo. "Él dice que va a terminar su carrera jugando en el América", adelantó Anayiber.
También anhela que el próximo llanto de su hijo sea cuando el seleccionador de Colombia, José Pékerman, lo incluya en la nómina para jugar el Mundial de Brasil 2014.
Así ha sido el recorrido de ‘Adriancho’
Gustavo Adrián Ramos Vásquez nació en Santander de Quilichao el 22 de enero de 1986. Fue campeón del fútbol colombiano con América en el Finalización del 2008. Con los rojos convirtió 36 goles en 86 compromisos. En agosto del 2009, el conjunto americano lo cedió al Hertha Berlín alemán.
Hizo parte de las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010 y también estuvo en la primera etapa de la fase de clasificación a Brasil 2014. Disputó la Copa América en el 2011 en Argentina. También ha jugado en Santa Fe y en el Trujillanos de Venezuela.
168 partidos lleva Adrián Ramos en las cinco temporadas con el Hertha Berlín alemán.
HÉCTOR F. GRUESSO
Redactor Diario MÍO
HÉCTOR F. GRUESSO
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