El presidente Juan Manuel Santos advirtió este jueves que la Fuerza Pública no puede renunciar a la persecución de los delincuentes y de los miembros de los grupos armados ilegales, ya que se podrían poner en riesgo los acuerdos de paz que se logren con la guerrilla. Reiteró la orden de mantener la ofensiva.
Durante una ceremonia de ascensos de la Policía, en la Escuela de Cadetes general Santander, en Bogotá, el mandatario enfatizó que la terminación del conflicto armado también depende de que los uniformados no paren un solo minuto en el combate contra la ilegalidad en todo el país.
"Esa firma (la de la paz) también depende de que no bajemos la guardia. El pan demasiadas veces se quema en la puerta del horno y, por eso, no podemos bajar la guardia hasta que tengamos los acuerdos firmados", precisó Santos.
Estas declaraciones las dio el presidente Santos a cinco días de que las Farc atacaran la población de Inzá (Caldas), dejando 8 personas muertas y varias heridas. Horas después, ese grupo ilegal anunció un cese unilateral del fuego por el fin de año.
"Si bajamos la guardia antes, esos acuerdos peligran. Si bajamos la guardia antes, se posponen indefinidamente", precisó Santos.
Es por esto que el Jefe de Estado les reiteró a los uniformados de todas las fuerzas la orden de mantener la ofensiva contra los grupos armados ilegales, sin ceder un solo centímetro del territorio nacional. De hecho, insistió en que ya se está pensando cómo sería el país en un escenario de posconflicto.