Tras el anuncio de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia, de querer analizar el fallo con el que la Procuraduría destituyó e inhabilitó por 15 años de vida pública al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en el país se generó un debate en torno a la viabilidad de que un organismo multilateral intervenga en asuntos internos.
El Gobierno calificó como un “problema” el hecho de que esa oficina acreditada en Colombia “se inmiscuya en decisiones de orden disciplinario”, aludiendo de manera expresa al caso del alcalde Petro.
“Los organismos internacionales no están para tomar partido o para aprobar o improbar decisiones judiciales o disciplinarias”, dijo el ministro del Interior, Aurelio Iragorri, cuando fue interrogado por los periodistas en el Congreso.
En los partidos políticos las opiniones sobre este tema se dividieron.
“Los organismos internacionales acreditados en Colombia deben abstenerse de asumir posiciones frente a los pronunciamientos del Ministerio Publico, so pena de incurrir en indebida injerencia en los asuntos internos de Colombia”, dijo el Partido Conservador en una declaración de sus directivas.
El conservatismo, partido al que pertenece el procurador Ordóñez, fue enfático en rechazar las pretensiones del funcionario de la ONU.
El senador José Darío Salazar respaldó la posición de su colectividad al calificar la actitud de la ONU como un “entrometimiento”.
En este mismo sentido se expresó el Mira, movimiento crítico de Petro, al afirmar que en Colombia se debe garantizar la autonomía de las instituciones.
Lo que encendió la polémica fueron las declaraciones de Todd Howland, delegado en Colombia de la oficina de Derechos Humanos de la ONU, quien desde la Casa de Nariño anunció que le había pedido a la Procuraduría copia del fallo completo contra Petro y una cita al jefe de ese despacho, Alejando Ordóñez, para analizar el tema.
El senador de ‘la U’ Armando Benedetti dijo que la ONU puede revisar el caso, porque a nadie elegido por voto popular se le pueden quitar sus derechos.
El liberal Luis Fernando Velasco defendió el interés de la ONU de abordar el asunto.
Es un ‘grave golpe’ contra el proceso de paz: Farc
Las Farc calificaron este martes como un “grave golpe” para el proceso de paz la destitución del alcalde Gustavo Petro por el Procurador Alejandro Ordóñez.
“Desde hace varios años el establecimiento ha insistido hipócritamente en que el éxito de la figura de Petro era la demostración de que en Colombia es posible realizar actividad política de izquierda, sin armas”, dijo la guerrilla. A su juicio, este hecho muestra que “no hay garantías” para “un ejercicio político independiente”.
REDACCIÓN POLÍTICA