Desde el lunes de la semana pasada, de los 1.200 soldados de la Policía Militar en la región, 500 han venido acompañando operativos y requisas de la Policía Metropolitana en seis barrios y en un asentamiento del oriente de la ciudad.
Los uniformados ya no solo están realizando labores de vigilancia, como suelen hacerlo en zonas de la periferia, como el Kilómetro 18, inmediaciones del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, al igual que en los corregimientos de Cali, Yumbo y Jamundí.
Los soldados están haciendo patrullajes en El Diamante, Terrón Colorado, Siloé, Los Mangos y la invasión La Florida, en el Distrito de Aguablanca, así como en Mariano Ramos, en la comuna 16, y en Desepaz, en la 21.
La medida hace parte del plan integral para bajar los homicidios al que le apuntarán en este final de año la Alcaldía de la ciudad y la Policía, como lo anunció en su visita a la capital del departamento, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, el fin de semana pasado.
Y aunque el alto funcionario reconoció los esfuerzos de Cali por reducir los delitos, los homicidios siguen siendo la principal preocupación. De allí que se impulse esta nueva ofensiva de la mano de otros 530 policías que llegaron en las últimas semanas a esta capital y de cuyo número se quedarán 300 para la época de diciembre.
De acuerdo con las autoridades, entre enero de este año y el 22 de noviembre, la ciudad contabilizó 1.768 muertes violentas que en comparación con el mismo período del año pasado, significó un incremento del 14 por ciento. En el 2012 hubo en ese lapso 1.555 asesinatos.
‘No hay militarización’
Sin embargo, tanto Pinzón, como el secretario de Gobierno de Cali, Carlos José Holguín, y los comandantes de la Policía, coronel Hoover Penilla, y de la Tercera Brigada, general Luis Fernando Rojas, coinciden en que esa zona del oriente “no se está militarizando”.
“En ningún momento vamos a hacerlo. Estamos apoyando los trabajos de la Policía que es su responsabilidad”, dijo el comandante de la Tercera Brigada. Manifestó que ese apoyo se refleja en reforzar la seguridad en Aguablanca y la de los mismos policías.
El oficial añadió que el Ejército ha venido acompañando acciones policiales, como allanamientos en esas zonas cuyas cifras la posicionan entre las más azotadas por la criminalidad, sobre todo, en la comuna 13.
Por su parte, el comandante de la Policía dijo que no se puede hablar de una militarización, porque la presencia del Ejército “no es a todas horas. Son en unas cosas específicas”.
“Es un patrullaje. Es parte del trabajo integral que ahora se está haciendo”, dijo, a su turno, el secretario de Gobierno del municipio.
Algunos habitantes de Marroquín II, también en el Distrito de Aguablanca, ven positiva la noticia y esperan que los soldados hagan patrullajes en ese sector, donde hasta hace dos años estuvo una sede de operaciones del batallón y cuyo retiro generó polémica.
Sobre por cuánto tiempo permanecerán los soldados en Aguablanca, el comandante de la Tercera Brigada respondió: “Ojalá sea permanente para ayudarles a ellos (la Policía) a bajar los índices de los homicidios”.
REDACCIÓN CALI