Las cirugías de contorno corporal tuvieron un giro dramático con la aparición de la liposucción a finales de la década de los 70, y con la mejoría de la técnica, fue evidente la mejoría en la seguridad de los procedimientos.
Las cirugías que pretenden redefinir las formas deben entenderse como herramientas para lograr un propósito; el de una figura bella y atractiva. Como herramientas, deben en primer lugar ser utilizadas en los casos adecuados, lo que obliga a un diagnóstico certero. Estos, los diagnósticos, serán confiables en la medida que sean elaborados por cirujanos plásticos calificados, que conozcan el oficio y que con honestidad pongan a disposición de quien consulta las mejores opciones para cada caso.
Las cirugías reinas dentro del contorno corporal son la lipoescultura y la abdominoplastia, procedimientos que se emplean con propósitos diferentes, pero que en la inmensa mayoría de los casos, son complementarios
La liposucción desde su nacimiento ha tenido pequeñas variaciones, siendo más significativas las que tienen que ver con los equipos que el cirujano empuña para desarrollar el procedimiento. En un principio, las cánulas (el equipo que se emplea para la cirugía) evolucionaron y pasaron de ser de gran diámetro, a las actuales de pequeño diámetro que permiten trabajar más superficialmente y obtener mejores resultados sin dejar irregularidades en la piel. Tras la evolución de la cánula, hicieron su aparición equipos que resolvían nuevos retos en pacientes con cirugías de lipo previas. Me refiero a los equipos de ultrasonido que permitían romper las cicatrices de procedimientos anteriores y acceder a la grasa residual circundante, y en esa línea de tiempo, el último equipo en hacer su aparición fue el láser, cuya principal ventaja es la de producir un estímulo mayor sobre la piel para obtener una mejor retracción de la misma (una mejor readaptación de la piel). A propósito del láser, se menciona actualmente como un método novedosísimo la “laserlipolisis”, atribuyéndole casi que propiedades mágicas al procedimiento. Esto no es mas que un nombre sugestivo para referirse a un procedimiento de liposucción o lipoescultura asistida por láser, sin mencionar que lo óptimo de la técnica está no en el equipo per se, sino en el tipo de equipo (como en todo, hay láser de buena, regular y poca potencia), y en dar con la indicación específica para emplear la técnica. Recuerden que el diagnóstico adecuado, permitirá determinar la herramienta adecuada, y lo cierto es que el láser no siempre es la mejor opción.
Hoy, sin duda alguna sigue siendo la mejor, la más segura y la mas empleada de todas las técnicas de liposucción, la denominada liposucción convencional, que en términos generales difiere poco de la que en 1977 fue presentada al mundo por el Dr Illouz, y que desde entonces se convirtió en la vedete de las cirugías plásticas estéticas
Recuerde que la cirugía es una herramienta de alcances prodigiosos, bien empleada abre las puertas a una vida de mejor calidad. ¿En manos de quién pondrá la suya?
Dr. Fabio Arango
Cirujano Plástico
Miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica
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