Fue uno de los más encopetados rivales de la primera generación de oro que tuvo el ciclismo colombiano, en los años ochenta. Pedro ‘Perico’ Delgado luchó, batalló y venció a los ‘Escarabajos’ en su momento más exitoso, cuando apoderarse de las carreteras europeas era el único objetivo de los ‘Cafeteros’.
En la actualidad, el exciclista español, de 53 años, sigue montando en bicicleta de manera recreativa (hace 60 kilómetros dos días a la semana) y, además de recordar las anécdotas sobre los nuestros, luego de 17 años de no venir al país, se convirtió en la imagen de la Primera Citycleta Movistar 30K, que se cumplirá en Bogotá el próximo primero de diciembre.
‘Perico’, campeón del Tour de Francia (1988), donde Fabio Parra ocupó el tercer lugar, y de la Vuelta a España (en 1985 y 1989), analizó, como buen periodista, pues ese es su oficio actual, a la nueva generación del pedalismo nacional.
¿Qué le hace falta a esta nueva generación?
En el ciclismo de este siglo, creo que nada. Tienen todo. En la época de 'Lucho' Herrera, de Fabio Parra (un equipo netamente colombiano) carecían de un técnico europeo, de entender más las bicicletas de la época y de no ser tan vulnerables en el terreno llano. Ahora, Nairo tiene una gran bicicleta, buenos técnicos, lo llevan al túnel del viento, como a cualquier corredor con la proyección que tiene él y otros como Rigoberto (Urán), Carlos (Betancur). Solo les falta algo, pero es que ese algo ahora mismo es imposible de percibir.
¿Sería bueno hacer un equipo solo de colombianos?
Que estén todos juntos es factible, y si hay la plata, lo pueden hacer, pero creo que habría muchos problemas de convivencia, porque en un equipo no solo está el líder, que debe estar bien arropado, bien apoyado, y no solo por el director, sino por unos compañeros que se sacrifiquen tanto en lo llano como en la montaña, y en ese aspecto, si juntas a todos esos gallos en el mismo gallinero, habría una gran lucha. Ahora, técnicamente, no sería positivo, aunque eso no quiere decir que no se haga.
¿Y entonces?
Lo que ha hecho Nairo es ensombrecer a los demás. Rigoberto venía de ser segundo del Giro de Italia, algo histórico entonces para Colombia, pero un mes después llega Nairo y es segundo del Tour de Francia, opacando el resultado de su compatriota. Creo así que Rigoberto debe de tener unos celos profesionales de su compatriota, pero son cosas sanas, porque ambos saben que están haciendo lo correcto, lo mejor.
ANDRÉS BOTERO B.
Redactor EL TIEMPO