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Los enredos del lujoso apartamento de Camilo Bula

Era de supuestos testaferros de 'Chupeta'. Pagó con una Porsche.

UNIDAD INVESTIGATIVAoctubre 12 de 2013, 08:08 P.M.

La Fiscalía no tiene dudas de que el exliquidador de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) Camilo Bula va a entregar información sobre el saqueo a esa entidad para evitar una condena superior a los 10 años de cárcel.

De hecho, testificará contra al menos 26 implicados y también está ofreciendo la entrega de varios predios a manera de reparación.

Sin embargo, hay un predio en particular que ha llamado la atención de los investigadores por la manera como Bula lo adquirió y porque sigue estando en su posesión, a pesar de que no figura a su nombre.

Se trata de un apartamento dúplex, de 230 metros cuadrados, que adquirió en mayo de 2010 por 950 millones de pesos. Para cancelar la deuda entregó una camioneta Porsche Cayenne avaluada en 130 millones de pesos, 100 millones en efectivo y tres cheques posfechados por el resto del dinero.

Aunque el predio aparece a nombre de la empresa Jorabre y Cía., el negocio lo hizo una de las inmobiliarias de los hermanos Gutiérrez, reconocidos prestamistas, dueños de la Organización Servimos S.A., que inicialmente se querían quedar con el apartamento.

Pero Bula no pudo cumplir con los pagos, y los Gutiérrez decidieron deshacer el negocio.

“La promesa de compraventa fue rescindida y se restituyó tanto el vehículo como los dineros recibidos”, le dijo Carlos Gutiérrez a EL TIEMPO a través de un vocero autorizado.

Y agregaron que Bula no ha querido devolver el predio porque está exigiendo el pago de unas mejoras.

Pero ese predio tiene más historia. EL TIEMPO comprobó que, en 1998, fue adquirido por el empresario caleño Diego Uriel Alzate Jiménez, incluido en octubre de 2007 en la Lista Clinton como testaferro de Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’.

Rastro de ‘Chupeta’

Ese año, el predio pasó a manos de Inversiones Sardi Alzate S. en C., empresa que también fue incluida en la lista negra del Departamento del Tesoro.

Finalmente, el apartamento quedó en manos de Hilda Guiomar Sardi Duque, esposa de Alzate y apoderada de Inversiones Sardi Alzate. Y fue ella quien se lo vendió, el 24 de diciembre del 2009, a Jorabre y Cía.

Y si bien EE. UU. accedió a sacar a Alzate y a sus empresas de la Lista Clinton, en agosto de 2011, lo hizo con la condición de que este y sus hermanos renunciaran a todos los derechos de propiedad en las empresas que los ligaban con ‘Chupeta’.

Así lo declaró en su momento el abogado de los Alzate y lo confirmó un portavoz de la Oficina del Tesoro que mencionó entre las empresas a Turismo Hansa S.A., hoy en proceso de extinción y en manos de la Dirección de Estupefacientes.

Al respecto, Carlos Gutiérrez señaló que ninguno de los propietarios actuales o históricos del inmueble tiene anotaciones o limitaciones que impidieran su venta. Y que siguen esperando a que Bula lo devuelva.

El representante de Jorabre, Jorge Abreo Triviño, no respondió ninguno de los mensajes dejados por este diario. El único dato disponible es que es dueño de Asfaltos y Triturados de la Sabana, una empresa con más de 7.000 millones de pesos en activos que tiene en su junta directiva a uno de los hermanos Gutiérrez.

Tampoco fue posible ubicar a Diego Alzate.

La defensa de Bula

El penalista Iván Cancino aseguró que el negocio del apartamento con los Gutiérrez le fue suficientemente aclarado a la Fiscalía y que no se encontraron irregularidades en la parte del negocio que involucró a su cliente.

EL TIEMPO estableció que Bula no pudo terminar de pagar el predio porque le fue negado un crédito bancario. La disputa por las mejoras está en veremos.

UNIDAD INVESTIGATIVA

u.investigativa@eltiempo.com

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