Las detonaciones en cinco torres de energía eléctrica y de un tramo del oleoducto trasandino pusieron en alerta a los organismos de seguridad de Nariño, que no descartan que la nueva escalada terrorista obedezca a una retaliación por la muerte de alias ‘Ariel’, cabecilla de la columna móvil Daniel Aldana de las Farc, la semana pasada.
La gerente encargada de Centrales Eléctricas de Nariño (Cedenar), Esperanza Narváez, dijo que desde la noche del miércoles se trata de llegar a los sitios donde se encuentran las cinco torres de energía derribadas.
El atentado terrorista deja sin el servicio de energía eléctrica a más de 300.000 habitantes de los municipios de Tumaco, Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán, en la costa pacífica de Nariño. Personal de la empresa electrificadora salió desde Tumaco y Pasto para recorrer la línea de interconexión entre las dos ciudades, para efectos de establecer la ubicación de las torres afectadas y proceder a adelantar su rehabilitación.
Simultáneamente con la voladura de las torres, presuntos guerrilleros de las Farc activaron un artefacto explosivo en el oleoducto trasandino, a la altura de Villa Nueva Pilispi, zona rural de Ricaurte.
Tras el atentado se registró un incendio que consumió la mayor parte del hidrocarburo derramado. Al parecer el río Guisa resultó afectado levemente, por lo cual se hizo un llamado a la comunidad para que no consuma el agua. El Ejército está en la zona prestando seguridad a los técnicos de Ecopetrol que reparan los daños.