Aguas cálidas, playas tapizadas con semillas o insectos, vegetación exuberante y naturaleza en todo su esplendor.
Eso son Nuquí y Bahía Solano, territorio del Pacífico colombiano que es lugar de encuentro de las yubartas o ballenas jorobadas –que actualmente sorprenden en su temporada de visita a este rincón natural– hasta donde llegan a aparearse entre los meses de julio y octubre de cada año después de un recorrido de miles de kilómetros, desde el Polo Sur.
Pero las ballenas no llegan solas. Esta zona del país, en el departamento del Chocó, también recibe en estas épocas a otros ilustres visitantes: las tortugas marinas (caguamas). Ágiles y rápidas en el agua, lentas y contemplativas en tierra, se dejan observar durante el proceso de desove y enterramiento de sus huevos en las extensas playas de la región.
Este espectáculo de la naturaleza es complementado por las aves migratorias que, huyendo de las bajas temperaturas –de Norteamérica principalmente– llegan a ‘veranear’.
Paraíso para las aves
Chiritas y chirones –entre otras especies– hacen recorridos que pueden durar varios días hasta arribar a la región, donde encuentran el lugar ideal para descansar.
Los turistas colombianos y extranjeros que por estas épocas visitan la zona, pueden observar estos visitantes de honor, ya sea en las zonas de manglares, en las playas o en el mar.
Además del avistamiento de estas especies, en Nuquí y Bahía Solano se puede disfrutar de algunas de las mejores playas del país y de paisajes inspiradores, recomendados para pasar unas vacaciones inolvidables.
La Agencia Selvatika ofrece planes completos para visitar esta destino. Cel. 3134005094
REDACCIÓN EL TIEMPO