Rosa Elisa Ortiz, Camilo Jiménez y Carlos Alberto Uribe nunca se conocieron, pero el miércoles perdieron la vida a la misma hora y en la misma calle, en el sur de Bogotá. Una fatal coincidencia.
Ese día, Camilo, un bogotano de 54 años, pasó la madrugada trabajando como despostador de un matadero en Usme. A las 9 a.m. llegó a su casa, en el barrio Alfonso López, y en vez de irse a dormir llevó su Lada modelo 1981, que le había comprado a un amigo cuatro meses atrás, a un taller del sector de La Sevillana, donde le hicieron la revisión técnico mecánica. (Vea aquí un informe gráfico que reconstruye paso a paso la ruta mortal del bus del SITP accidentado en Usme)
En otro punto de la ciudad,Rosa Elisa Ortiz, de 62 años, se había levantado a las 3:30 de la madrugada para prepararle el desayuno a Ómar, hijo de su esposo, Alfredo. A las 6:30 a.m., salió de su casa, en el Chicó Sur, con destino a un jardín infantil cercano, donde dejó a su nieta. Luego regresó al hogar, arregló la cocina y se fue a pagar el recibo de la luz. Horas antes, exactamente a las 4:30 a.m., Carlos Alberto, de 34 años, se había despertado con dos propósitos: llevar al menor de sus hijos, de 14 años, a una estación de TransMilenio para que tomaran un articulado con rumbo al colegio, en La Fragua, y dirigirse al ‘Madrugón’ de San Victorino, donde trabajaba como vendedor de ropa. A las 10:30 a.m. tomó un bus de regreso a su casa en el barrio Bellavista, de Usme. (Lea también: El accidente / Voy y vuelvo - columna de Ernesto Cortés).
En ese mismo momento, pero en un paradero del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) del Alfonso López, Fernando Murillo se preparaba para salir a cumplir el recorrido de un bus Chevrolet azul, que bajaría por la empinada calle 91 Sur, la misma en que los tres protagonistas de esta historia se encontrarían sin saberlo. (Vea imágenes del trágico accidente)
Cita con la muerte
Después de la revisión del Lada, Camilo recogió a una mujer, que en principio se dijo que era su hija, pero que no ha sido identificada, y la llevó hasta una carnicería en la 91 Sur con carrera 2a. A Este. La pasajera se bajó y Camilo continuó la marcha.
A solo unos metros, Rosa Elisa viajaba en un colectivo verde. Pese a que nunca tomaba servicio público, ese día sí lo hizo para llegar temprano y recoger a su nieta en el jardín. (Lea también: Bus accidentado en Bogotá había sido revisado tres días antes).
Carlos, en cambio, acababa de bajarse de un bus que lo llevó de San Victorino al barrio Chuniza y empezó a caminar hacia su casa, a ocho cuadras de distancia.
A las 12:15 del día, el conductor del bus del SITP se sorprendió al escuchar un estruendo en el interior de la máquina cuando bajaba por la empinada vía que utilizó para hacerle el quite a los trancones y que no estaba dentro de la ruta. Sus únicos pasajeros eran Liliana, una mujer con nueve semanas de embarazo que por puro instinto maternal se aferró a su silla; una joven y otro empleado del SITP. El bus azul asomó la trompa, a más de 100 kilómetros por hora, en la esquina de la 91 Sur con 2a. Camilo ni siquiera le había metido la segunda a su carro, cuando el bus, de forma aparatosa, arrasó el techo del Lada y lo mató al instante.
La estela de muerte alcanzó a Rosa Elisa, quien en lo único que pensaba era en llegar temprano a recoger a su nieta, y a Carlos Alberto quien cruzaba la calle. Su hijo pasó por el sitio, sin imaginar que agentes de la Sijín, adelantaban el levantamiento del cadáver de su padre.
Alfredo, esposo de Rosa, se enteró de lo sucedido en el noticiero del mediodía, la familia de Camilo por una llamada de las autoridades y la de Carlos Alberto solo hasta el jueves –un día después– por una foto que vieron de él en la prensa.
Luto
Rosa Elisa Ortiz Baquero
62 años
Nació en Ubaque (Cundinamarca) y tuvo dos hijos, Dilio, de 30 años y Luz Dary, de 26. Era enfermera.
Camilo Jiménez
54 años
Tenía tres pasiones en la vida: su esposa Irlanda, su hija Aurora, de 20 años, y el Independiente Santa Fe.
Carlos Alberto Uribe
34 años
El vendedor bogotano trabajaba hace dos años en San Victorino. Era separado y le sobreviven dos hijos, de 14 y 18 años.
Fiscalía abrió investigación
El ente acusador tiene la función de aclarar la responsabilidad de Fernando Murillo, conductor del bus del Sistema Integrado, en la muerte de tres personas. La Fiscalía tratará de establecer si en este caso se configura un homicidio culposo (sin intención) y lesiones personales.
REDACCIÓN BOGOTÁ