Pocos imaginan la revolución que TransMilenio ha generado en las políticas de movilidad de algunas ciudades de China que ya contaban con sistemas de metro, como Guangzhou, ubicada a pocos kilómetros de Hong Kong.
Su alcalde, Guanghang Zhang, construyó un sistema de buses BRT (Bus Rapid Transit) para reducir el caos vehicular de la avenida Zhongshan, una de las más congestionadas. Un equipo de expertos chinos, asesorado por colombianos, construyó la troncal asiática, que inauguraron en el 2010.
En el equipo estuvo Xiaomei Duan, jefa técnica del Instituto para el Transporte y Políticas para el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés). Durante su última visita este año, Duan recorrió la calle 26 y la carrera 10a., y habló con EL TIEMPO sobre las transformaciones que vio en Bogotá desde su primer viaje, hace nueve años.
“Se nota que las últimas estaciones se construyeron para una mayor cantidad de pasajeros”, dijo Duan, una mujer menuda y sonriente de la que difícilmente se sospecharía que es uno de los cerebros detrás de uno de los sistemas de transporte más innovadores de Asia.
Aprender del aprendiz
Si se trata de que el maestro se sienta orgulloso de su aprendiz, Bogotá puede estar tranquila porque Guangzhou ha llevado la experiencia más allá: en cinco años, y con la asesoría de un equipo de colombianos, planearon y construyeron el Guangzhou BRT, la versión cantonesa de TransMilenio, y además lo integraron al metro, a los buses colectivos y a 5.000 bicicletas públicas disponibles en todas las estaciones.
“Además hay 5.500 cupos de biciparqueaderos. Así, la gente pedalea en trayectos cortos y evita el taxi”, contó Duan en inglés, con un delicado acento chino.
Entre tanto, la Alcaldía de Bogotá aún no define con qué recursos construirá más troncales de TransMilenio y con mucha dificultad ha intentado integrar el pasaje de los buses rojos con los del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP).
Guangzhou, también conocida como Cantón, es la ciudad de los récords: la primera del mundo en usar más vehículos a gas licuado (GNL), la tercera más extensa del ‘tigre asiático’ y la cuarta de ese país en construir un metro. También es de las más globales, según la GaWC, una red de investigación sobre este tipo de urbes. ¿Qué buscan en Colombia?
“Queríamos entender cómo transportan más pasajeros que un metro pesado, con una inversión en infraestructura 10 veces menor”, explicó la ingeniera.
El proyecto transformó la avenida Zhongshan con ciclorrutas, plazas y puentes peatonales. Moviliza 850.000 pasajeros diarios en una troncal de 22,5 kilómetros. Guanghzhou es la segunda ciudad del mundo, después de Bogotá, que más usuarios moviliza con buses.
Según la experta, la flexibilidad en las frecuencias de las buses en este tipo de sistemas y las rutas expresas lo hacen superior a un metro.
“En una ciudad tan densa como la nuestra –13 millones de habitantes en 7.434 kilómetros cuadrados– necesitamos un sistema flexible, que lleve a los pasajeros a sus destinos más rápido, en lugar de detenerse en todas las estaciones”, agregó Duan.
¿Cómo va Bogotá?
La velocidad con la que Asia puso en marcha su propia versión de TransMilenio, con desafíos similares a los de Bogotá, deja mucho qué pensar, según expertos como Juan Pablo Bocarejo, director del Grupo de Estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR) de la Universidad de los Andes.
Para el académico, “no han faltado planeación ni recursos, sino capacidad en el Distrito para implementar políticas de movilidad”.
Por ejemplo, la carrera 7a. ha sido chivo expiatorio de varias alcaldías. De la propuesta de metro pesado, se saltó a las troncales pesada y ligera de TransMilenio, y después se propuso un tranvía cuyas alianzas público privadas están en estudio. Ahora habrá buses padrones duales (con puertas en ambos costados), para recoger pasajeros en los andenes y en la estación del Museo Nacional, en el centro.
Esta última alternativa ya rueda en Guangzhou, donde hay buses que circulan en las vías troncales y luego se mezclan con el tráfico mixto. El 90 por ciento de estos circula con gas natural licuado (GNL) y el resto, con diésel.
“Ahora emitimos 450.000 toneladas menos de dióxido de carbono al año”, explicó Zhu Xianyuan, otra de las ingenieras de ITDP.
Xiaomei Duan asegura que Bogotá tiene sus ventajas. El modelo de transporte público colectivo cantonés es singular en China, donde la mayoría de las empresas de servicios públicos le pertenecen al Estado, pues es la única ciudad que cuenta con operadores privados. “Para nosotros, las firmas transportadoras de TransMilenio son eficientes, incluso mejores que las nuestras. De ellos queremos aprender”, contó.
Pero la experta no entiende por qué los buses de TransMilenio no llegan hasta el aeropuerto El Dorado. “Esa es la gracia de este sistema, que es flexible y los buses pueden salirse de las troncales para llevar a los usuarios. No necesitan más infraestructura. ¿Por qué obligan a la gente a caminar más?”, puntualizó.
‘Siempre les decimos que visiten Bogotá’
Jiangnan Ma, gerente de comunicaciones de ITDP, asegura que han recibido al menos 300 visitas de delegaciones nacionales e internacionales que quieren conocer el Guangzhou BRT.
“Apenas llegan y lo recorren, deciden de inmediato que es una solución a sus problemas de movilidad y lo compran”, contó.
Ma ha tenido una gran experiencia compartiendo el éxito de su ciudad con otras empresas y urbes.
“Siempre que nos visitan les sugerimos ir a Bogotá, y varios lo han hecho. De ahí nació nuestro proyecto”, concluyó.
NATALIA GÓMEZ CARVAJAL
Redactora de EL TIEMPO