En La Guajira hay varios ‘poderes’ criminales concentrados en el tráfico de cocaína y en el contrabando. No se trata solo de las Farc o de las bandas ‘los Urabeños’ y ‘Rastrojos’, sino de organizaciones que por décadas han mantenido el control de rutas, especialmente en la alta Guajira y en la frontera.
Precisamente, la frontera ha sido el escenario de duros atentados que cobraron la vida, este jueves, de dos policías y de dos funcionarios de Migración Colombia; y, en febrero pasado, de tres uniformados de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa).
Si bien para las autoridades en el último ataque es clara la autoría del frente 59 de las Farc, que tiene una fuerte presencia en la zona, la tesis es diferente para lo ocurrido en febrero con los otros uniformados.
En ese caso, los investigadores han detectado una alianza de contrabandistas con las Farc para atentar contra los policías aduaneros. Esto, como represalia por los controles para impedir el paso de cigarrillos, licores y, sobre todo, para frenar las llamadas ‘caravanas de la muerte’, en que camionetas con caletas ingresan gasolina venezolana hasta Cesar.
Fuentes oficiales señalaron que en el expediente aparecen testimonios de colaboradores y varias conversaciones que demostrarían que bandas dedicadas al contrabando habrían pagado a la guerrilla para cometer el ataque, ocurrido entre Carraipía y Maicao.
“Hemos encontrado que en La Majayura, en Venezuela, los contrabandistas pagan una cuota a las Farc para el paso de galones de gasolina. Ante los controles, pidieron a la guerrilla retirar a los policías, y para eso pagaron una cuota más que fue usada para financiar el atentado”, señala un oficial que conoce en detalle el proceso.
Informes de seguridad señalan que las zonas rurales más golpeadas por las Farc son los corregimientos de La Majayura, Carraipía y Paraguachón, en Maicao, y los Remedios, en Albania.
La Policía ha detectado dos grandes estructuras, una colombiana y otra venezolana, que manejan el negocio de paso de combustible, cigarrillos, licor, entre otros.
Este año, por ejemplo, se han incautado 57.000 galones de gasolina. Y, de acuerdo con cifras de la firma British American Tobacco, en un año las pérdidas alcanzan los 72.000 millones de pesos, solo por el comercio ilegal de cigarrillos.
Pero los problemas de seguridad en La Guajira no son solo de ese tipo. También hay organizaciones poco conocidas dedicadas al secuestro y a la extorsión. Una de ellas es ‘los Aguaditos’, a la que le atribuyen el secuestro de la pareja de españoles Ángel Fernández y María Concepción Marlaska, la semana pasada en Uribia.
Una red similar fue la responsable, el año pasado, del plagio de Ángel Rodríguez Mindiola y Mary Luz Acosta Medina, quien durante el cautiverio fue ahogada.
Españoles fueron al cabo de La Vela
Extranjeros siguen secuestrados
Las autoridades encontraron un mapa en la habitación en la que los españoles Ángel Fernández y María Concepción Marlaska pasaban vacaciones cerca de Santa Marta. El mapa señalaba, encerrado en un círculo, el cabo de La Vela (La Guajira). Policía y Ejército pudieron determinar que la pareja alcanzó a viajar hasta ese destino y que ya en Uribia fue interceptada por desconocidos, para luego ser trasladada hasta Maicao. La hipótesis que más cobra fuerza es que esa acción la hizo la banda delincuencial de ‘los Aguaditos’, que extorsiona y secuestra en La Guajira.