Antes de introducir todos los peces en un acuario recién instalado, es necesario asegurarse de que comiencen a desarrollarse las bacterias que son benéficas y que cuidarán la salud de aquellos.
Por lo tanto, una vez instalado el acuario (y lleno de agua), se debe esperar uno o dos días para introducir dos o tres peces pequeños y resistentes, como los guppys o platys , que son de criadero.
Nunca debemos iniciar un acuario con peces de ríos colombianos, como los cardenales, neones, corydoras y otocinclus, entre otros, ya que estos necesitan aguas más ácidas y maduras.
Las esporas de las bacterias entran naturalmente al acuario adheridas a los peces o las plantas o con el agua. Estas se activan y comienzan a desarrollarse cuando son introducidos los peces y empiezan a producir desechos (orines y materia fecal).
Tales desechos y el alimento no consumido son aprovechados por las bacterias heterótrofas, que los transforman en amoníaco (dañino para los peces). Al aparecer el amoníaco comienzan a desarrollarse bacterias nitrosomas, que se alimentan de este elemento y lo convierten en nitrito (también dañino para los peces).
Con la aparición del nitrito empieza el crecimiento de otro tipo de bacterias, las nitrobacter, que transforman el nitrito en nitrato, que es el menos tóxico para los peces.
El nitrato se elimina al ser utilizado por las plantas como alimento o también con cambios regulares de agua. Por ello es importante no hacer cambios de agua durante un mes, como mínimo, para que las bacterias se desarrollen naturalmente en el agua del acuario.
Pasado este tiempo, se pueden ir introduciendo lentamente los otros peces, y a medida que aumenta su número se incrementa la cantidad de desechos y, por lo tanto, se incrementa la cantidad de bacterias que se alimentan de tales desechos.
Así comienzan a crecer las diferentes colonias de bacterias: heterótrofas, nitrosomas y nitrobacter, lo cual se conoce como ciclado del acuario. Un acuario está maduro cuando ya se han establecido allí las colonias de bacterias. Estas se fijan y desarrollan en cualquier lugar, especialmente en el filtro, por el flujo constante de agua, que les aporta más oxígeno.
Cuando se quiera cambiar el agua para limpiar el acuario, solo se debe retirar un 25 por ciento del líquido sin sacar a los animales. Luego se reemplaza por agua que haya sido reposada por lo menos tres días.
*Zootecnista de la Universidad Nacional y creadora del sitio web www.elacuario.org
*JUDITH BOTERO
ESPECIAL PARA EL TIEMPO