Bogotá, 19 de septiembre de 2012
Doctor
ROBERTO POMBO
Director
El Tiempo
L.C.
Estimado señor Director,
Leí con atención la columna “Hay que creerles” de José Obdulio Gaviria en El Tiempo de hoy. Quiero expresar mi rechazo categórico al contenido de esa columna y pedir su inmediata rectificación.
Primero y sobre todo, porque presenta como una realidad algo que es una absoluta invención. El supuesto diálogo que según el señor Gaviria sostuve en La Habana con “Mauricio Jaramillo” sobre un secuestrado con “fuertes vínculos con cierto grupo empresarial” nunca ocurrió. Jamás tuve esa conversación y jamás la tendría.
Es un deber elemental de quien escribe en prensa distinguir entre cuáles de sus afirmaciones son opiniones y cuáles son informaciones, como lo ha dicho la Corte Constitucional. Cuando una información falsa sobre una persona es presentada con intencionalidad como veraz, entramos en el campo de la simple y vulgar difamación.
Segundo, porque suficiente tienen la víctima de un secuestro y su familia con el horror de sufrir un crimen tan atroz, para tener luego que verse utilizados en una ficción de mala intención.
Pero hay más. El problema no es sólo la falta de veracidad, sino también el propósito evidente de distorsionar con información falsa el esfuerzo del Gobierno por llevar a buen puerto un proceso de paz con las FARC. Y aquí las cosas son de otro calibre, porque tocan el interés general.
Bienvenida toda la crítica y toda la oposición al proceso -eso nos oxigena, eso nos mantiene despiertos-, mientras se hagan dentro de los principios elementales de la razón y el respeto de los derechos. Pero eso no es lo que está haciendo el señor Gaviria, y eso es grave para el país.
Un saludo cordial,
SERGIO JARAMILLO
Alto Comisionado para la Paz