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El cerebro detrás de Semana, la revista más influyente del país

Felipe López, que celebra primeros 30 años de la revista, es uno de los hombres mejor informados.

Redacción El Tiempoagosto 26 de 2012, 10:06 P.M.

La primera revista Semana, fundada por el expresidente Alberto Lleras Camargo, llevaba cerrada desde 1961, cuando Felipe López Caballero (1947) decidió reabrirla. Era 1982 y con un ejemplar titulado Terrorismo, qué hay detrás, emprendió un camino que lo llevó, en 30 años, a convertirse en el propietario de uno de los grupos editoriales más respetados y de mayor credibilidad del país.

"Era una revista que trataba de ser de izquierda -recuerda la periodista María Isabel Rueda-, porque en ese momento del país esa era la tendencia. Pero Felipe siempre tuvo la preocupación de que fuera pluralista y eso se reflejaba en la gente que trabajaba allá".

Esa característica fue la que más impresionó a Rueda cuando llegó a Semana, dos años después de su fundación, cuando Plinio Apuleyo Mendoza dejó la dirección y López Caballero asumió las riendas. "Le imprimió a la revista un estilo 'felipesco': dice todo lo que quiere decir, pero no ofende nunca a las personas. Es sumamente incisivo y destaca las diferentes capas de la verdad, pero no insulta por más duro que sea en sus conceptos analíticos de la realidad nacional".

Ese sello es algo que destacan sus amigos cercanos, los periodistas de su generación que trabajaron con él en los cierres eternos de Semana -que empezaban los viernes y a veces llegaban sin parar hasta el sábado- y también sus competidores.

Coinciden en su olfato especial para descubrir noticias que se les escapan a otros reporteros.

Lo describen como una persona eternamente preocupada por las noticias, obstinado en sorprender a los lectores, obsesionado porque los temas sean de interés y relevantes. López es de los que se desencajan con los pequeños errores -un nombre mal puesto en una foto social, por ejemplo-, pero dueño de una envidiable serenidad ante grandes problemas, como la crisis financiera que sacudió a los medios en el 2000, en la que Semana no fue la excepción.

Actualmente, López Caballero es el dueño y señor de los emblemáticos confidenciales de Semana. Pero de su etapa como director, resulta inolvidable su imagen dictando las noticias en medio de constantes llamadas telefónicas de fuentes ávidas de contarle historias. En el ajetreo de la redacción, López no escribía, dictaba y admiraba a sus colegas por la precisión a la hora de elegir las palabras, sin perder el hilo.

Ese contacto con la gente lo hace, para muchos, uno de los hombres mejor informados del país. Alfonso Gómez Méndez, exfiscal general de la Nación, dice de López: "Al ser hijo y nieto de presidentes, ha estado en contacto con el poder y se le nota una especie de desprecio por el poder político, en el sentido de que tal vez, por haber estado tan metido en él, no lo descresta ninguno de sus protagonistas".

"No recuerdo a nadie que haya tenido tal pasión por el periodismo cono la ha tenido Felipe", anota a su turno Álvaro Castaño Castillo.

Patricia Lara, quien durante años estuvo del lado de la competencia, desde la revista Cambio, lo describe como "el hombre más generoso y el mejor amigo de sus amigos. Cuando era dueña de Cambio, me decía: 'Yo la voy a quebrar' y se reía".

Entre los múltiples reconocimientos que ha recibido López, se destacan el Premio Simón Bolívar, en la categoría de Vida y Obra, y el premio de periodismo Luca Tena 2007, a la trayectoria profesional del periodismo, que recibió de manos del príncipe Felipe de Borbón, quien calificó la publicación como "el fiel reflejo del periodismo moderno, valiente y vigoroso".

'Quiero una portada titulada 'Se firmó la paz, al fin'

Alejandro Santos Rubino, que ha dirigido la revista Semana durante su tercera década, destaca, entre sus logros, el haber descubierto toda una generación de periodistas.

¿Qué llegó a 'Semana' con esta nueva generación?

Un refuerzo en la investigación y en el espíritu crítico. En los últimos años hemos hecho grandes denuncias, como la de la 'parapolítica', las 'chuzadas', el caso del Tolemaida Resort, en fin. Hemos logrado posicionar a Semana como un medio independiente, que asume su rol de contrapoder.

Otro de los fuertes de 'Semana' está en la presentación de los temas. Su forma de titular es célebre...

El secreto del éxito de Semana es el trabajo en equipo. Aquí nadie firma, porque hay una cultura del debate. Entre todos se construyen los artículos. Las portadas, los enfoques y los títulos nacen de las discusiones acaloradas del equipo. La consigna aquí es: 'Nadie se las sabe todas, ni el dueño, ni el director, ni el editor'.

¿En qué momento se tomó esa decisión de no firmar los artículos?

Fue una idea brillante de Felipe López tomada desde el principio, inspirada en la revista The Economist, donde no hay firmas con voz propia sino una sola voz. Semana es una sola voz, y creo que hoy el tono subjetivo y editorializante pero argumentado de la revista tiene su propia personalidad y es parte de una identidad con la que la gente reconoce el valor de la revista.

Todo eso viene reforzado con el equipo de columnistas...

Creo que hay un equilibrio en las columnas: Daniel Coronell hace periodismo de investigación y denuncia; Daniel Samper Ospina hace periodismo de reflexión a través de la sátira y el humor inteligente; Antonio Caballero es como la Coca-Cola: todo el mundo sabe qué va a decir, pero nadie deja de pedirla. María Jimena Duzán es la columnista clásica, siempre crítica y argumentada, y León Valencia es el periodismo de contexto.

¿Ha pensado en el día en que deje la dirección de 'Semana'? ¿Qué cosas quiere hacer antes de que llegue ese momento?

En la teoría, no me quiero ir sin escribir un titular en la portada que diga: 'Se firmó la paz, al fin'. En la práctica, no, porque dirán que me quiero morir acá.

¿Qué retos ve hacia el futuro?

Los medios impresos estamos viviendo momentos difíciles en los que a los periodistas no nos bastan la búsqueda de la verdad, el talento y el rigor periodístico, sino la creatividad para saber sorprender inteligentemente.

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Redacción El Tiempoagosto 26 de 2012, 10:06 P.M.