Tras el asesinato del médico veterinario -zootecnista, egresado de la Universidad de Córdoba, Carlos Alberto Vergara Albis, ocurrido el 26 de julio a las 7 de la noche en el corregimiento Cerrito La Palma, en Sincelejo, el Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas de Sucre, manifestó preocupación toda vez que varios de ellos están siendo extorsionados y amenazados telefónicamente.
"He recibido varias llamadas no solo al fijo sino a mi celular, me piden dinero y dicen que si me niego me dan un tiro. Temo por mi integridad y la de mi familia, pues no es la primera vez que esto sucede. Aunque ya he denunciado, aún me siento desprotegido, porque la ola de crímenes que hay en la ciudad, lo dejan a uno preocupado", indicó uno de los profesionales de la medicina veterinaria, que pidió reserva de su identidad.
A través del pronunciamiento gremial, los veterinarios exigen mayor compromiso de las autoridades para que garanticen su libre movilidad, a la zona rural donde son requeridos a prestar servicios, sin horario establecido.
Lo anterior debido a que el asesinato del médico veterinario Carlos Alberto Vergara, de 32 años, se produjo a las 7 de la noche, una hora después de que iniciara el toque de queda impuesto por grupos al margen de la ley.
"Después de la muerte del colega, siento temor de salir a trabajar porque debo desplazarme por los Montes de María y La Mojana sucreña. El dilema es grande porque de mi trabajo depende el sustento de mi familia", dijo a EL TIEMPO, otro veterinario.
Por su parte, el comandante de la Policía en Sucre, coronel Salvador Gutiérrez Lombana, indicó que la muerte del médico veterinario, fue producto del no pago de una extorsión.
"No es la primera vez que sufrimos con la muerte de un colega. Hace 4 ó 5 años años mataron a 3 médicos veterinarios. Hay zonas que están críticas en lo que a orden público se refiere, el lugar donde fue asesinado Carlos Vergara es una de ellas", puntualizó uno de los miembros del Colegio de Médicos Veterinarios de Sucre.
Este es el cuarto asesinato que ocurre en la zona rural de Sincelejo, bajo el denominado toque de queda impuesto por bandas criminales, aunque las autoridades aseguran que no existe tal situación.
Luz Victoria Martínez
Especial para EL TIEMPO
Sincelejo