En 1975, año en el que se tejió la sexta estrella en la camiseta de Santa Fe, debutó Monaguillo, un león que se volvió el máximo símbolo del club y que infundió ‘garra’ y fiereza en los hinchas para soportar todos estos años sin títulos. Este domingo, el conjunto bogotano celebra y la historia recuerda cómo el rey de la selva inspiró el rugido del campeón. (Vea las imágenes de la piel de Moganillo).
Antes de iniciar ese torneo, la junta directiva, presidida por Guillermo la ‘Chiva’ Cortés decidió adoptar una mascota, siguiendo el ejemplo de otros clubes del mundo. Para elegirlo se nombró a medio reino animal (pájaros, gatos, perros, caballos…). Al final ganó el león, el rey de la selva.
Entonces, la tarea de buscar la fiera fue para Daniel Samper, miembro de la junta y quien propuso al felino. “Usted es el de la idea, usted consigue el león”, fue la sentencia.
Samper acudió al zoológico de Pereira y allí, a cambio de 100 dólares –donados por los directivos para no afectar las finanzas del club–, recibió al cachorro, que nació el 13 de mayo del 75 y que fue bautizado Monaguillo, evocando las divisiones inferiores, que usaban ese nombre y vestían de blanco y rojo, como los ayudantes de iglesia.
Antes de aterrizar en Bogotá, el león vivió un mes en Cali, donde era lidiado con guantes industriales para evitar lesiones porque, aunque era muy simpático, no dejaba de ser peligroso con sus garras.
Ya en la capital, fue huésped ilustre de la casa de Santa Fe. Entraba a reuniones y gozaba de gran popularidad. En ocasiones, cuando la junta se reunía de noche, Monaguillo se percataba y rugía para reclamar sándwiches de jamón o pedazos de pollo asado, bocadillos complementarios a las 35 libras de carne semanales de su dieta. “Algunas veces nos tocaba hacer las juntas directivas a oscuras, para que el león no molestara más”, recuerda Samper.
En la cancha, la innovadora mascota se volvió popular en poco tiempo. Desde su debut, el 24 de agosto de 1975 frente a 30.000 espectadores que vieron la victoria 2-0 de los ‘cardenales’ sobre Cali (goles de Ramiro Viáfara y Juan C. Sarnari), el defensa Rafael Pacheco fue el encargado de alzarlo y presentarlo en El Campín. Cuando Monaguillo creció, se decidió pasearlo en una jaula y antes de los partidos era pasarela obligada en la pista atlética del estadio.
Con la consecución del sexto título, el rey de la selva pasó de ser la mascota al espíritu y principal guardián de ese trofeo, recordado y añorado hasta ahora en el club.
Aunque murió tiempo después, por un mal procedimiento en el zoológico Santacruz –a donde fue llevado–, la ‘Chiva’ Cortés rescató la piel y la guardó celosamente. Ahora es extendida para festejar y recordar que Santa Fe no grita sino ruge como campeón con la fuerza de un león.
Iván Andrés Gutiérrez
Redactor de EL TIEMPO