Santa Fe inicia este miércoles en la noche su marcha final en busca de la esquiva séptima estrella. El plantel saltará al campo del estadio Libertad intentando dar el primer paso para acabar con 37 años sin ser campeón.
En frente, tendrá a un Deportivo Pasto que no se cansa de dar sorpresas y que ahora intentará prolongar la sequía bogotana y repetir el título que ganó hace solo seis años.
Santa Fe llega al juego fortalecido, siendo el segundo mejor equipo del año detrás de Tolima, con 43 puntos. Pero también afrontará la final con prudencia y mesura, tal como han promulgado desde el interior del club, mostrando respeto por el rival y confianza en el trabajo propio.
"Estamos tranquilos. Si estamos acá es por mérito propio, porque hemos hecho las cosas bien, y ojalá sigan saliendo así. Queremos que ya sea la hora del partido, que empiece ya...", manifestó el técnico Wilson Gutiérrez este martes, a su llegada a Pasto.
Pero no solo el DT espera con ansia la hora del partido, los jugadores también están expectantes por jugar esta primera final y conseguir un resultado positivo: "Cada vez falta menos, estamos contentos de estar en Pasto y saber que el anhelo de lograr el título está firme", dijo el atacante Diego Cabrera, goleador del equipo con nueve tantos.
El conjunto bogotano mantendrá su equipo titular. Gerardo Bedoya y Germán Centurión se perderán el juego de vuelta, pero este miércoles están disponibles. "Mi final es mañana (miércoles) y voy a darlo todo para lograr un triunfo", dijo Centurión.
La ilusión del equipo capitalino es comprendida por los jugadores de Pasto, que saben de la necesidad del rival, pero quieren hacer valer la localía. "Santa Fe viene con ganas de regalarle esa estrella a su gente. Va a ser un rival complicado. Pero nosotros vamos a pelear hasta el final, queremos hacer respetar nuestro invicto. Va a ser difícil que nos ganen", dijo el volante Omar Rodríguez, uno de los artífices de la campaña del Pasto, equipo que ha hecho 38 puntos.
Pasto y Santa Fe disputarán la primera final: los locales quieren seguir haciendo historia, los visitantes, recuperarla. En todo caso, se prevé un juego parejo, intenso y en el que no hay nada escrito.