¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

En nuestro país, los hombres son más deportistas que las mujeres

El Sensor Yanbal de la Mujer Colombiana 2012 revela cifras de la actividad fisica en Colombia.

FLOR NADYNE MILLÁN M.
Los hombres practican más deporte y se ejercitan con mayor regularidad  (10 días al mes frente a 7,6 de las mujeres). Ellas, a su vez, muestran poca inclinación a realizar actividad física en equipo y se preocupan más por tener el peso ideal, aunque este interés estético disminuye cuanto más alto es el nivel educativo (de 50 por ciento en la primaria desciende al 37 en la universidad). Así lo revela el Sensor Yanbal de la Mujer Colombiana 2012.
Este es el resultado de la encuesta adelantada por Napoleón Franco entre el 4 y el 12 de febrero pasados en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla a 1.200 a personas de 18 a 60 años de edad y estratos socio-económicos del 2 al 6, e incluye por primera vez la opinión masculina (entrevistó a 600 hombres) así como prácticas deportivas y de salud en Colombia.
Las mujeres encuestadas en las cuatro ciudades son bastante indiferentes a hacer deporte en grupo. El 67 por ciento prefiere actividades solitarias como caminar o trotar, y en el caso de ellos solamente el 43 por ciento muestra preferencia por estas. Lo más diciente en los hombres es que el 21 por ciento hace deporte en equipo comparado con el escaso 3 por ciento de ellas. "Eso explica en parte por qué nosotras somos tan indiferentes a seguir el desempeño de equipos en eventos deportivos nacionales e internacionales y la apatía frente a certámenes como los Juegos Olímpicos y mundiales de fútbol", afirma Mónica Santa María, investigadora del Sensor.
Influye la formación recibida desde el colegio, "que el trabajo en equipo no esté tan enfatizado en nuestro sistema educativo -dice la investigadora- y que en las mujeres, con el paso de los años, su condición de toderas, al convertirse en madres, trabajadoras y amas de casa, le resta flexibilidad a su horario personal".
Para la psiquiatra Olga Albornoz, que se ejercite en equipo es inherente al género. "Las mujeres son mucho menos motrices y menos dadas a la actividad física. En el pasado, ellos eran los cazadores y se les exigía mejor condición física para cazar la presa. Ellas, en cambio, eran recolectoras, entre otras cosas por su facilidad para hablar y su gusto por las caminatas", precisa la psiquiatra.
Esa perspectiva contrasta con lo que se observa en los gimnasios del país. Por ejemplo en Bodytech, uno de los clubes deportivos con mayor afluencia, se evidencia que "en las clases grupales participan por igual ambos géneros, con algún incremento del público femenino", dice Luis Felipe Daza, director médico de Bodytech. Algo que concuerda con la encuesta según la cual ejercitarse en el gimnasio registra el 16 por ciento en las mujeres y el 15 por ciento en los hombres.
Ellas, ¿más perezosas?
Otro indicador importante del estudio es que el 44 por ciento de las mujeres no practica ningún tipo de ejercicio en comparación con los hombres, cuya proporción es del 18 por ciento. No solamente ellas tienen menor regularidad, sino que admiten que nunca hacen ningún tipo de actividad física.
La cifra es preocupante si se tiene en cuenta que la comunidad médica reconoce que practicar deporte disminuye el riesgo de aparición de enfermedades crónicas no contagiosas. "Apenas el 13 por ciento de las mujeres hace deporte dos a tres veces por semana comparado con el 22 por ciento de los hombres", indica Santa María.
Así como se confirma la mayor preferencia masculina por el ejercicio, revela que, curiosamente, las mujeres que más muestran interés por el peso ideal están entre los 35 y los 45 años de edad y el número de días al mes dedicados al ejercicio aumenta cuando siguen una dieta (10 días ellas, 11 ellos). En cambio ellos señalan más preocupación por el peso con la edad o cuando afrontan la separación. 
Con más tiempo para mí
Ahora bien, las mujeres a medida que tienen un mayor nivel educativo y estrato socio-económico aumentan la frecuencia de ejercicio al mes; este comportamiento se asemeja mucho al de los hombres (11 días ellas, 14 ellos). Con la edad aumenta, en general, la frecuencia mensual de la actividad física en ellas. Pasa de 7 días en promedio a 12. Una de las razones principales que aducen para no ejercitarse más -dice Santa María- es la falta de tiempo (46 por ciento) "por las obligaciones laborales y la crianza de los hijos". La pereza o el aburrimiento son otros de los motivos más poderosos (34 por ciento de las mujeres y 23 por ciento en ellos).
 Con los años también cambia la motivación para hacer ejercicio. Entre los 35 y los 45, a ellas las impulsan las razones de salud y no las motivaciones estéticas, por eso la encuesta revela que demuestran menos interés por el peso ideal y su imagen pública a medida que es más alto su nivel educativo. En los hombres hay un comportamiento similar.
Para la psiquiatra Olga Albornoz no resulta extraña la afirmación porque "en esa etapa de la vida el peso ideal ya es una fantasía, entre otros factores porque la mayoría de mujeres ha sido madre y es más consciente del declive de su salud y, además, está en un momento en que se dedica más tiempo a sí misma en vista de que los hijos demandan menos atención y horas de cuidado", precisa la experta.
Influye también el cambio de viejas creencias como que los problemas asociados a enfermedades cardiovasculares entre los 35 y los 50 años "eran casi exclusivos de los hombres y que las mujeres por sus hormonas tenían factores protectores de riesgo cardiovascular", dice Daza. Según él, "ahora la incidencia es cada vez mayor por el incremento del sedentarismo, estrés laboral y alimentación inadecuada. Al aumentar dichos riesgos para la salud de la mujer en edad productiva, ella se preocupa más por preservarla".
Así mismo, el estudio halló que hombres y mujeres coinciden en que las cirugías estéticas no ayudan a verse mejor. "No creen que sea importante hacérselas ni quieren que su pareja se someta a estas. La tendencia es que a mayor edad, menos interesa", asegura Santa María, economista de la Universidad de los Andes.
No me importa la apariencia
Pero la falta de educación afecta negativamente la satisfacción de los hombres respecto a su apariencia personal. "Y sucede porque quienes tienen mayor nivel educativo ponen más su energía y empeño en otras satisfacciones personales. Su autoestima es más elevada con el disfrute de sus logros intelectuales y profesionales. La apariencia física pasa a un segundo plano", apunta Albornoz.
Cuanto más jóvenes y menos educados, se practica más ejercicio; la frecuencia aumenta en la etapa más madura pero no alcanza el nivel registrado en la juventud. Los hombres de estratos socio-económicos más altos hacen menos deporte, pero, como en ellas sucede, está relacionado con el escaso tiempo libre.
Pero, ¿qué influye en los malos hábitos para ejercitarse? "La poca flexibilidad laboral, la ausencia de estímulos de los empleadores para hacer actividad física, las largas distancias de la casa al trabajo y los costos para acceder a un gimnasio", explica Juan Vicente Conde, médico y vicepresidente de la Sociedad Colombiana de Medicina del Trabajo.  
"Cuando la cuestión es de sobrevivencia, el deporte y la alimentación saludable se convierten en un lujo", precisa Albornoz. Y para promover su practica "se necesitaría educar y motivar cambios por más de una generación, comenzar desde la cuna y afianzar en la escuela", dice.  
Resulta clave generar políticas de salud pública. "Que desde el Gobierno se dicten estrategias que promocionen la actividad física, que las EPS, por ejemplo, estimulen el control del peso a través de programas como disminución de la cotización a quienes lo logren o que financien descuentos para acceso a gimnasios de la población menos favorecida, pero mientras nuestro sistema de salud continúe con la mentalidad de atender enfermos y no de mantener sanos a los sanos, no hay mucho por hacer", remata Conde.  
Juguetes para sudar la gota gorda
En los últimos años la tecnología se ha convertido en una de las aliadas para hacer del ejercicio un hábito. Una de las que han ganado terreno en gimnasios y hogares son las plataformas vibratorias para hacer una práctica cardiovascular continua y más vigorosa. "Exigen menos tiempo y también demandan gran esfuerzo físico. Diez minutos equivalen a una hora de ejercicio intenso y basta media hora de dedicación al día para empezar a notar mejoría en la tonificación, circulación, estado de las articulaciones, flexibilidad y mantenimiento del peso", asegura el instructor personal de Vital Plate, Matías Martín.
En casa, otra forma de ejercitarse, pero en familia, se consigue con las consolas de videojuegos como Xbox 360 Kinect, Wii y PlayStation. Los fabricantes están aprovechando la sensación que generan los dispositivos con sensores de movimiento y están proponiendo nuevos juegos de fitness y baile.
"Microsoft, por ejemplo, lanzó Dance Central o Kinect your shape, dirigidos a mujeres, niños y adultos mayores para que al moverse entre 30 y 40 minutos mejoren su condición cardiovascular y fortalezcan su musculatura", explica Bernardo Camacho, gerente de la firma para Colombia.
Un buen comienzo...
Para asegurar su permanencia en alguna actividad física, elija una que disfrute y le resulte placentera, recomienda John Cedano, preparador físico. 
Un buen truco es comenzar con 15 minutos de ejercicio en la mañana y otros 15 en la tarde o noche, luego aumente a media hora por lo menos.  
Caminar, bailar, nadar o montar bicicleta es ideal para arrancar un programa de acondicionamiento físico. 
Elija la hora del día que más le guste para ejercitarse. Procure hacerlo tres veces por semana. Lo importante es que se mueva y la actividad sea continua para que genere gasto calórico.
Busque aliados: arme grupos con la pareja, familia o amigos.  
Tome conciencia de cómo se alimenta. Incluya más frutas, verduras y líquidos (jugos sin azúcar, infusiones, bebidas aromáticas y agua). 
Antes de ejercitarse siempre coma algo (una hora antes), puede ser un carbohidrato simple como una fruta, cereal o un vaso de jugo para evitar el descenso en los índices de glicemia, que puede provocar mareos y desmayos durante la práctica. 
Una hora después de ejercitarse consuma una porción de proteína (atún o  queso descremado).
FLOR NADYNE MILLÁN M.
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO