Un local en pleno centro de Bogotá es para la Policía el mayor centro de acopio de celulares robados y pieza clave en la cadena del tráfico de teléfonos que arranca en Colombia y termina en el sur del continente.
El dueño de ese negocio es William Eliécer Lozano Salas, quien está preso en Brasil por narcotráfico. El nombre de su firma -Willcel- apareció en decenas de teléfonos incautados a la red, en medio de la investigación que la Dijín de la Policía viene adelantando para desmantelar el millonario tráfico.
De allí salían los equipos que fueron a parar a Ecuador, Perú, Argentina y Brasil, de donde además eran traídos otros cientos de aparatos para ser vendidos y activados en el país tras un proceso de modificación del número de identificación internacional, IMEI.
Investigadores de la Dijín señalan que el jefe de la organización, que en tres meses movió 14 mil teléfonos, era Luis Eduardo Bernal Castillo, alias 'Lucho', capturado la semana pasada y quien es el dueño de otro de los locales receptores de aparatos robados.
En el expediente contra 'Lucho' aparece que fue el 'cerebro' de la internacionalización de la red, que se movía en cuatro áreas: viajeros ('mulas' de celulares); enlaces para el transporte, modificadores de listas negras (registro en operadores de teléfonos robados) y locales de intercambio en Argentina y Brasil. Quince personas de esa ruta ya fueron detenidas y cuatro más tienen orden de captura internacional de Interpol.
La Policía estableció que la red de Bernal Castillo, de la que supuestamente hacían parte sus dos hermanos y su novia, manejaba dos rutas: por aire hacia Argentina y Brasil, y por tierra a Ecuador y Perú.
En Argentina y Brasil abrieron locales comerciales, que servían de fachada para la compra y venta de teléfonos hurtados en el continente.
Al primer país 'Lucho' habría enviado como encargados a su hermano Miguel Ángel Bernal Castillo y a Diego Alexander Melo, quienes se radicaron en Buenos Aires para desde allí manejar el intercambio de teléfonos. Los dos son buscados hoy con circular roja. Y en Brasil, Lozano Salas abrió un local comercial con los mismos fines.
Al tiempo, la red contactó a tres ciudadanos peruanos -Arnold Federico Echevarría Toro, Julio Angulo y José Félix de la Cruz, este último con requerimiento internacional- para que les permitieran mover maletas llenas de teléfonos en los buses de las empresas de transporte internacional con las que trabajaban.
"Con la complacencia de personal, que iba desde el que maneja la taquilla hasta el conductor, armaban caletas en los buses para esconder los equipos", dice un oficial de la Dijín que lleva la investigación.
Con las piezas repartidas en el mapa, 'Lucho' puso a viajar a 10 de sus miembros, liderados por su pareja, Andrea Constanza Vásquez, alias 'la Mona', para traficar los teléfonos hurtados. Algunos se quedaban en la ruta, otros regresaban modificados y otra parte eran adquiridos en esos países.
En total, sumaron 196 registros migratorios, en los que transportaban paquetes con 300 móviles o tarjetas madre, cada una comercializada en el mercado negro entre 100 y 200 dólares. Habría movido al menos seis millones de dólares.
La otra sección de la red estaba conformada por dos hombres encargados de contactar a empleados en las empresas de telefonía móvil, con el fin de que borraran de las llamadas listas negras (registro de identificación de los equipos robados) y así permitir que fueran activados sin problema.
Tras la disparada que este año tuvo el hurto de celulares, los países de la región Andina, a través de la OEA, firmaron un acuerdo en que esas listas negras serían compartidas y así frenar la activación de equipos hurtados entre los mismos países.
Sobre esta modalidad, la Policía extenderá las investigaciones para detectar irregularidades en el manejo de estos listados.
Un español, entre los más buscados
La Policía cree que la salida de teléfonos robados en Colombia aumentó después de que quedaron al descubierto las supuestas actividades ilegales del ciudadano español-argentino Pedro Eduardo Chasco, otro con circular roja de Interpol.De acuerdo con la investigación, Chasco es un experto en modificar la identidad internacional de teléfonos inteligentes a través de un sistema que él mismo adecuó.
Chasco alcanzó a visitar por lo menos ocho veces al país para alterar en maratónicas sesiones miles de teléfonos hurtados. Por 15 días se internaba en un hotel del centro, a donde la red de 'Lucho' le hacía llegar maletas cargadas de equipos robados.
Pero en junio pasado, tras conocer que contra él avanzaba una investigación, Chasco dejó de visitar el país. Hoy lo buscan en Ecuador y Perú.
REDACCIÓN JUSTICIA