El título de 'Un mar en calma y otros cuentos de amor y sexo', de Beatriz Mendoza Cortissoz, aunque sugestivo, nos hace pensar en historias comunes que develan situaciones de amor y sexo. Sin embargo, cada uno de estos cuentos contiene una complejidad que elimina los prejuicios que parten de esa primera impresión.
La autora nos muestra distintas realidades que invitan a analizar las similitudes o diferencias que podemos encontrar con los personajes protagónicos. Es evidente que el propósito de Mendoza no es sencillamente contar historias de amor y sexo, sino entender estas dinámicas desde condiciones singulares de discapacidad, de orientación sexual, de identidad o, inclusive, de violencia, entendida como una realidad de Colombia, pues, aunque exista la guerra, en el marco de esta siempre estarán el amor y la pasión.
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Mendoza también nos lleva a reflexionar acerca de cómo la amistad puede transformarse, cómo las dinámicas varían dependiendo de la situación en la que nos encontremos; que el erotismo es impredecible, irracional e instintivo, que la soledad muchas veces es el punto de partida para darle vida a la llama de la pasión.
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Los nueve cuentos se desarrollan en diversos lugares donde ha vivido la autora: Bogotá, Barranquilla y Miami. Y Madrid como una excepción. Estas ciudades han servido como fuente de inspiración para darles vida a relatos únicos. La locación geográfica se hace evidente, no solo por la descripción de los espacios, sino por la forma como se comunican los personajes.
La autora, de manera intencionada, incluye modismos y expresiones típicas de estas urbes. Empero, los espacios que habitan los personajes son principalmente íntimos, aislados de los suburbios, y son descritos cuidadosamente por medio de recursos estilísticos que nos hacen sentir que realmente los estamos habitando.
Estas interesantes narraciones dejan imaginar todo aquello que se cuenta. Sensaciones como tibieza, dolor, angustia se hacen tangibles y perceptibles por completo, tanto en lo físico como en lo psicológico.
Las diversas experiencias nos permiten entender el amor desde una perspectiva, ante todo, carnal y pasional. La verbalidad queda rezagada a un segundo plano. Las acciones eróticas, que son narradas desde diferentes puntos de vista, nos llevan a percibir la sexualidad como una experiencia impredecible, incómoda, candente, mutable, instintiva y emocional.
El primer cuento es 'Muñones', sobre un militar mutilado por la guerra. Su nueva condición física lo obligará a experimentar una nueva sexualidad con su pareja. Más adelante está Mejores amigos, que ejemplifica una situación que nos puede resultar familiar: ¿quién no ha desarrollado sentimientos de amor y pasión hacia su mejor amigo o amiga? Aquí entendemos que la culpabilidad de acabar con una amistad cultivada por meses o años es un sentimiento compartido por quienes han vivido esta situación.
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En 'Un mar en calma', el cuento que le da el nombre al libro, se narra un encuentro entre dos mejores amigas, que tendrá como resultado un inesperado desenlace. A modo de antojo final está 'Diario de una desilusión'. La historia de una preadolescente que escribe en su diario sus intimidades y sentimientos hacia un joven mayor que ella. Y aunque la ilusión es un elemento principal, la historia dará un giro trágico.
Se trata de un libro seductor y envolvente, que se devora en cuestión de horas, no solo por su amena lectura, sino por sus narraciones cautivantes.
CATALINA SALGUERO PALACINO
Especial para EL TIEMPO
* Historiadora de arte
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