¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Ciencia

‘Antes de ir a Marte debemos volver a la Luna’

la astronauta retirada Wendy Lawrence, en el Centro de Visitantes del Kennedy Space Center (Florida).

la astronauta retirada Wendy Lawrence, en el Centro de Visitantes del Kennedy Space Center (Florida).

Foto:Nicolás Bustamante / EL TIEMPO

Para la astronauta (r) Wendy Lawrence, de esta forma se reducirían los riesgo de viajes más largos.

En ningún otro momento, el programa espacial estadounidense estuvo tan en jaque como cuando, en el 2003, el transbordador Columbia explotó durante su reingreso a la Tierra, después de una misión de 15 días en el espacio. El orbitador se desintegró debido a los daños que sufrió en el ala izquierda por el golpe de un pedazo de espuma aislante que se desprendió del tanque de combustible externo, segundos después del despegue.
Los siete tripulantes de la STS-107 –como estaba identificada la misión– murieron y el programa de transbordadores de la Nasa se suspendió durante más de dos años, tiempo que se tomó la agencia para asegurarse de que su siguiente expedición fuera del planeta se llevaría a cabo de manera segura. La oportunidad fue para el transbordador Discovery y dentro de la tripulación encargada de revivir la esperanza de una exploración espacial próspera para el pueblo estadounidense estaba Wendy Lawrence como especialista de misión.
Oriunda de Jacksonville (Florida), Lawrence llegó a la Nasa tras haber seguido los pasos de su padre y abuelo en la Marina estadounidense, donde se destacó como piloto de helicópteros con más de 1.500 horas de vuelo. Además, contaba en su hoja de vida con un título de ingeniera oceánica de la Academia Naval de los Estados Unidos y una maestría en la misma disciplina del MIT y la Institución Oceanográfica de Woods Hole.
La STS-114, que significó el renacimiento del transbordador y su regreso a la Estación Espacial Internacional (EEI), fue la cuarta y última misión de Lawrence como astronauta, quien desde hace varios años es una de las protagonistas del ‘Meet an Astronaut’ una actividad en la que los asistentes al Centro de Visitantes del Kennedy Space Center (lugar de lanzamiento de los transbordadores en la Florida) pueden conocer en persona a astronautas retirados.
En un receso de sus actividades, Lawrence, de 57 años, recibió a EL TIEMPO en la oficina de astronautas del centro espacial.
¿En qué momento supo que quería ser astronauta?
Nací al final de los 50 y, como muchos astronautas, ingenieros y científicos de mi edad, crecí en la época del programa espacial y estaba lo suficientemente grande como para entender lo significativo que fue ese momento. Mi historia es muy similar a la de mis colegas astronautas, quienes vimos el Apolo 11 y a Neil Armstrong y Buzz Aldrin llegar a la Luna y supimos que eso era lo que queríamos hacer.
¿Cuál recuerda como el momento más especial de su carrera?
Debo decir que la primera vez que subes a un cohete y vas al espacio es un momento inolvidable, porque es cuando el sueño se vuelve realidad.
¿Y el momento más difícil?
El programa académico en MIT fue muy difícil; de hecho, el primer examen que tomé lo perdí muy mal y me di cuenta muy rápido de que esto no sería fácil.
Afortunadamente encontré gente que me ayudó con los estudios. Cuando me convertí en astronauta había mucho por lo cual preocuparse: toda la información acerca de los sistemas de la nave espacial, los experimentos que se van a hacer, las tareas de misión...
¿Qué fue lo que más extrañó después de su retiro?
La oportunidad de ir al espacio y de ser parte de un equipo, de pertenecer a algo que es mucho más importante que cualquier individuo. Cualquier astronauta de cualquier agencia espacial dirá que siente que su trabajo es una gran contribución a la humanidad.
¿Cómo logró superar la tragedia del Columbia?
Parte de mi tarea fue hacerme cargo de la tripulación a bordo de la Estación Espacial Internacional y pensar cómo continuaríamos llevando tripulaciones y suministros con un transbordador menos. En ese momento tuve que echar mano de mi entrenamiento en la marina, donde experimente la pérdida de compañeros en accidentes y tuve que decir: “No puedo lidiar con esas emociones ahora porque tengo un trabajo que hacer”. Es lo que llamamos compartimentación, que consiste en poner todas esas emociones en una caja y cerrarla para poder lidiar con ellas después.
¿Qué significó para usted pertenecer a la tripulación de la primera misión después de ese accidente?
Había una mezcla de emociones y todos entendíamos la importancia de esa misión. Nuestra tripulación conocía a cada miembro de la STS-107 y eran nuestros amigos. Sabíamos que ellos sentían que los vuelos espaciales eran importantes para nuestra existencia como humanos en este planeta y para nuestro futuro. Y nosotros queríamos continuar ese trabajo por ellos, queríamos que nuestra misión fuera un éxito para preservar su legado.
Hasta ahora, la exploración espacial ha sido dominada principalmente por hombres.¿Cree que en el futuro las mujeres van a mandar en este terreno?
La última promoción de astronautas que la Nasa seleccionó es un buen indicador de que las mujeres están jugando un rol prominente, pues son la mirada de los astronautas. Creo que ya estamos ahí, las mujeres se han desempeñado muy bien y la Nasa hace un gran trabajo al seleccionar los tipos de personalidades y habilidades que requiere cada misión.
¿Qué valor agregado aportan las mujeres a la exploración espacial?
En las misiones espaciales todo se trata de trabajo en equipo, y creo que las mujeres son muy buenas en esto. Un atributo clave que deben tener los astronautas es la habilidad de trabajar juntos sin importar quién se queda con el crédito, porque el protagonista debe ser el equipo. Muchas mujeres están habituadas a trabajar tras bambalinas, a cumplir roles de apoyo.
¿Cuál es su opinión sobre el SLS, el nuevo cohete con el que la Nasa piensa enviar humanos a Marte?
Ya no hago parte de la Nasa y no conozco las incidencias del proyecto. En los Estados Unidos, cuando se trabaja para una agencia del Gobierno, como la Nasa o como la Nooa se debe enfrentar una situación en la que el presupuesto es controlado por el Congreso y en la que las decisiones sobre la dirección que debe tomar la agencia son tomadas por el presidente. Los retos del SLS no son necesariamente tener la plata, sino conseguirla oportunamente. No tengo dudas de que los ingenieros y técnicos son tan talentosos como los que estaban en el programa de transbordadores.
¿Qué opina de que la Nasa rechazó la propuesta del presidente Trump para mandar humanos en la primera misión del SLS?
Creo que fue la decisión correcta. Se tiene que evaluar el riesgo, porque por más de que llevemos más de 50 años volando al espacio, sigue siendo riesgoso. Las leyes de la física siempre ganan y eso hay que respetarlo al diseñar un vehículo espacial lo suficientemente robusto como para sobrevivir en el ambiente extremo del espacio.
¿Es necesario llevar humanos en la primera misión?, no. Si la Nasa hizo análisis para determinar que ellos no pueden disminuir el riesgo a un nivel aceptable, entonces tomaron la decisión correcta.
¿Cree que la Nasa va en la dirección correcta al enfocarse en la exploración de Marte?
Ese es el siguiente gran reto en el mundo de la exploración espacial humana.
Personalmente pensaría primero en volver a la Luna porque, como ingeniera, sé que si construyo algo, lo primero que debo hacer es probarlo. Como astronauta, quisiera que mi equipamiento falle cuando estoy a tan solo unos pocos días de la Tierra y no a tres meses, cuando no tengo ninguna posibilidad de volver al planeta. De no ser así, se estaría poniendo a la tripulación, en una situación en la que los mataría a todos.
Pero muchas personas están preocupadas porque la Nasa está dejando de lado el estudio de la Tierra…
Esa es una pregunta que debería hacerle a la administración Trump. Si le pregunta a la gente de la Nasa cuál es su misión, ellos le dirán que para entender el sistema solar, primero debemos entender nuestro propio planeta. Aquí regreso a un punto anterior: como agencia no defines lo que se hace, sino que esto lo determina la administración de momento.
¿Por qué es importante que los astronautas retirados hagan labores educativas como la suya?
Porque los astronautas activos están muy ocupados con sus misiones (ríe). Muchos de los que somos astronautas retirados estamos felices de educar a las personas y de lograr que tengan una conexión más cercana con el programa espacial, porque conocen alguien que viajó hasta allá. También es importante que los ciudadanos sepan en qué se invierten sus impuestos. Además, como siempre digo durante mis charlas, siempre estoy buscando mi reemplazo. Hoy, una niña de unos 4 años me dijo que quiere ser astronauta, así que si puedo servir como ejemplo y demostrarles a otras personas que ese sueño puede ser cumplido, entonces estoy más que feliz.
¿Cuál es la mejor manera de involucrar a los niños en la ciencia y la exploración espacial?
Viniendo a lugares como este, donde pueden ver e interactuar con toda clase de experiencias, además de aprender un poco más sobre la ciencia que hacemos en la EEI y la ingeniería detrás de poner un cohete en el espacio. Creo que los niños van al colegio y ven los temas en los libros, pero es difícil que entiendan la aplicación de lo que ven ahí. Acá les mostramos todo lo que pueden hacer con matemáticas, con ciencia, que el desarrollo computacional nos ha llevado a tener naves espectaculares para llevar a humanos al espacio.
¿Cuál es su mensaje para los niños que quieren ser astronautas?
Que estudien duro en el colegio. No es azar que todos los astronautas y cosmonautas han ido a la universidad. También les digo que deben creer en ellos, porque el proceso para cumplir el sueño es largo y requiere esfuerzo.
Nicolás Bustamante Hernández.
VIDA / CIENCIA
Twitter: @nicolasb23
Correo: nicbus@eltiempo.com
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO