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¿Las Farc tendrán candidatos?

De la Calle ya mencionó que el país debe prepararse para ver en la política a esa guerrilla.

EDULFO PEÑA
Como lo dijo Humberto de la Calle, el jefe del equipo negociador del gobierno en La Habana a EL TIEMPO, “el propósito final y fundamental del acuerdo (sobre el fin del conflicto) es poner fin al uso de las armas y abrir las puertas a la participación política”.
También lo dijo el jefe de las Farc, ‘Timochenko’, el pasado jueves durante la firma del acuerdo sobre cese del fuego y de hostilidades y entrega de armas. “Claro que las FARC haremos política, si esa es nuestra razón de ser, pero por medios legales y pacíficos, con los mismos derechos y garantías de los demás partidos. Para darle más fuerza a su anuncio, De la calle citó al expresidente Darío Echandía, cuando a propósito de la violencia partidista en la segunda mitad del siglo pasado éste decía que “es mejor echar lengua que echar bala”.
Pero ahora bien. El tema de cómo será la participación de los actuales integrantes de las Farc en política no está resuelto. Ese es el punto de debate precisamente en estos momentos en La Habana.
Muy seguramente por eso De la Calle quiso sacar el tema a la discusión pública para ambientar las decisiones que están a punto de tomarse en la capital cubana. (Vea el especial: Así comienza el fin del conflicto)
Y aunque no se ha decidido cómo será esa participación de los excombatientes en los asuntos públicos, hay que dar por descontado que muchos de ellos irán a corporaciones públicas. Sí, al Congreso, a asambleas departamentales y concejos municipales.
El tema quedará resuelto en cuestión de semanas en La Habana y luego será refrendado en las urnas y en el Congreso de la República mediante las reformas que se emprenderán a partir del 20 de julio.
Pero los roles específicos de cuáles excombatientes irán al Congreso, cuáles a la estructura de su partido, cuáles al trabajo local (el que más les importa) serán definidos en la Décima Conferencia de las Farc que se realizará en las montañas de Colombia dentro de poco. (Lea también: Víctimas y guerrilleros de las Farc hablan sobre el posconflicto)
Y para que la oposición, sobre todo el uribismo, que se opone de manera radical a la elegibilidad de los líderes de la insurgencia con responsabilidad en delitos graves, lo sepa de una vez por todas. Habrá exguerrilleros en posiciones públicas.
Ya ocurrió
Esto de los excombatientes en responsabilidades públicas tampoco es nuevo en Colombia. Antonio Navarro fue copresidente de la Asamblea Constituyente en 1991 y enseguida fue nombrado ministro de Salud por el entonces presidente César Gaviria. Y con los resultados que sea, Gustavo Petro, quien se ufana de haber incendiado cada prisión a la que iba llegando cuando estuvo detenido, fue alcalde de Bogotá.
Algunas de las personas que han estado en las discusiones previas de este tema en La Habana adivinan en los dirigentes de las Farc un gran interés por su participación política, por la formación de su propio partido y por conseguir posiciones de vanguardia en lo público.
Es prematuro seguramente hablar del tema, pero algunos de quienes han estado en esos debates en la capital cubana no intuyen que las Farc quieran llevar candidato presidencial propio en el 2018. No se habla de ‘Timochenko’ como una carta para esa posición.
De ser, sería 'Timochenko', pero no tiene todavía la fuerza para salir a las plazas públicas antes de un año a enfrentarse a una campaña presidencial, cuando todavía hay un recuerdo muy fresco de los crímenes de esa organización. (Además: Las 13 claves de las zonas de concentración)
No sería por razones jurídicas que el jefe de las Farc no lo fuera. La justicia transicional abordará seguramente su situación, pero también se da como seguro que estará habilitado para asumir posiciones públicas.
De la Calle ya advirtió que se reformará la Constitución en el segundo semestre de este año para permitir que los excombatientes autores de delitos graves puedan tener responsabilidades en el ejercicio público.
Eso sí, las Farc no estarían interesadas en correr el riesgo de hacer el 'oso' en las urnas en el 2018 con un candidato único suyo. Por eso se descarta, por ahora, que ‘Timochenko’ vaya a ser candidato presidencial.
Una gran alianza
Esas mismas fuentes hablan de que lo más probable es que las Farc terminen formando parte de una gran coalición de fuerzas de izquierda en el 2018. Pero, claro, en una posición de vanguardia.
Por ahora son varios los líderes de la izquierda que forman parte de ese grupo de presidenciables: Clara López, Iván Cepeda, Jorge Enrique Robledo y, por supuesto, Gustavo Petro. López y Cepeda son defensores del proceso de paz a ultranza y podrían formar parte de la estrategia.
En cambio sí se habla en La Habana de la posibilidad de que hombres como ‘Iván Márquez’, quien ya fue congresista, regrese al Capitolio.
En las discusiones de estos días en La Habana se acordará la forma de otorgar esas curules. Una fórmula que hay sobre la mesa es que el Presidente de la República pueda entregar curules a excombatientes, por decreto, en el Congreso. (Lea también: Las cuatro claves del comienzo del fin de la guerra)
Las Farc quieren tener representación por esa misma vía en algunos concejos y asambleas.
También están las circunscripciones especiales a través de las cuales las comunidades de las zonas de influencia de las Farc podrán elegir a sus líderes.
Armando Novoa, miembro del Consejo Electoral, presentó ayer a consideración de ese tribunal, para su examen, un proyecto de reforma constitucional que crearía 13 circunscripciones especiales en áreas de influencia de la guerrilla.
El punto es que todos los proyectos de ley y de reforma constitucional que tengan que ver con el posconflicto, según la enmienda aprobada hace dos semanas en el Congreso, solo pueden ser presentados por el Gobierno. (Además: Qué significa para las Farc la afirmación 'el último día de la guerra')
Y si ‘Timochenko’ será o no candidato presidencial en el 2018, el asunto será resuelto por las propias Farc. Pero no parece que será así.
EDULFO PEÑA
EDITOR POLÍTICA
EDULFO PEÑA
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