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'Me gustaría que el Eln me diga por qué mató a mi padre': Cristo

Ha respaldado la búsqueda de la paz con esa guerrilla por eso pide respuestas del hecho a ese grupo.

POLÍTICA
Juan Fernando Cristo, el ministro de la política, navega hoy entre dos mares tempestuosos: por un lado confiesa que no ha podido perdonar al Eln por el asesinato de su padre, Jorge Cristo Sahium, ocurrido hace 19 años, pero al mismo tiempo se siente irreversiblemente comprometido a apoyar el proceso de paz con esa organización ilegal.
En un sentido relato que el Ministro le hizo a EL TIEMPO sobre su situación, se pudo observar el drama que aún viven él y su familia. En medio de la entrevista, llevándose las manos a su rostro, Cristo exclamó: “¡Ahora yo pido la verdad para mí”.
El Ministro quiere que el Eln le diga por qué asesinó a su padre. Por qué lo hizo de esa manera tan “bárbara y despiadada”.
Su padre, un médico que había cosechado un gran éxito político, llegaba a su consultorio en Cúcuta el 8 de agosto de 1997, a eso de las 8 y 45 minutos de la mañana, cuando un grupo de hombres armados le disparó por la espalda.
¿Cómo hace usted para llevar a cuestas estos dos papeles: apoyar el proceso de paz con el Eln, sin haber podido todavía perdonar el asesinato de su padre?
Muchos me hacen esa pregunta por estos días. Algunos no solamente me preguntan, sino que me insultan por redes sociales. Es tanto el odio, la venganza y el rencor que se ha sembrado en este país y en esta sociedad durante 50 años, que gente que no ha padecido directamente las acciones ni del Eln ni de las Farc, tienen posturas llenas de odio que estas guerrillas se han ganado con justicia, porque han generado mucho dolor. Pero hay momentos en las sociedades, que son únicos e irrepetibles, y creo que a Colombia le llegó el momento de acabar con esta guerra.
Usted era embajador en Grecia cuando ocurrió el crimen de su padre. ¿Qué se acuerda de ese momento?
Yo tomé una decisión casi que la misma noche o al día siguiente del asesinato de mi padre: no convertir mi vida ni la de mi familia en un círculo de violencia, venganza u odio. Esa noche, recuerdo, no pude dormir, ha sido la noche más larga de mi vida. Y no he podido borrar de mi conciencia ese momento, acostado, tratando infructuosamente de conciliar el sueño. Al día siguiente, llegando a en un avión de la Policía, después de viajar desde Atenas, con casi 48 horas sin dormir, me dije: voy a empezar a llegar a Cúcuta sin la presencia de mi papá. En ese momento pensé también: no creo que a mi papá le hubiera gustado que a partir de ahora se acabara la vida de todos nosotros y nos dedicáramos simplemente a buscar venganza.
¿Qué siente cuando ve a los líderes del Eln por televisión?
Obviamente no me encantan los señores del Eln, creo que han sido unos bárbaros que le han hecho mucho daño a este país, a mi departamento prácticamente lo liquidaron en los 90, pero he vivido sin ese odio.
¿Qué dice su familia?
Por un consenso tácito decidimos que la vida tenía que seguir adelante, que no íbamos a recuperar a mí papá, que había sido acribillado, además de una manera salvaje, injusta y miserable, pero que ya no lo íbamos a tener. Admiro mucho a mi mamá, porque a ella nunca le gustó la política y asumió ese desenlace con mucha entereza y obviamente no quiere ver a un señor de esos ni mucho menos.
¿Si tuviera que ver a los jefes del Eln, qué les diría?
Nunca entenderé por qué hicieron eso. Si quiere se lo digo de una manera un tanto egoísta: creo que allá en el subconsciente siempre he querido que se dé este proceso para que por lo menos yo sepa la verdad. A mí nadie me ha dicho la verdad. Nadie ha aceptado una responsabilidad, nadie me ha dicho cómo se tomó esa decisión, por qué se tomó, qué fue lo que pasó para que llegaran a un acto tan salvaje como el que cometieron, porque a mi papá no fueron ni a secuestrarlo, ni a amenazarlo, sino fueron a acribillarlo. En el fondo espero que este proceso de paz tenga mucha verdad, como siempre la he reclamado para todas las víctimas de este país, pero ahora pido la verdad para mí, así como muchas otras víctimas han pedido la verdad.
¿Pero usted ya perdonó?
Cada vez que me preguntan si ya perdoné, respondo: todavía no he perdonado, tengo todo el corazón dispuesto a perdonar, pero no he perdonado, porque nadie me ha pedido perdón. Para uno perdonar primero tiene que haber alguien que diga la verdad. El día que me cuenten la verdad, podemos hablar de perdón, desde el punto de vista individual. Desde el punto de vista de la sociedad colombiana creo que la sociedad debe reconciliarse y por eso yo estoy en este Gobierno y por eso estoy defendiendo tanto la paz, porque creo que el paso que dio el presidente Santos desde hace 3 o 4 años de jugarse todo su capital político por esto, vale la pena apoyarlo y que lo miremos a fondo con todas las consecuencias políticas que ello tiene.
Usted es católico. ¿Ora el Padre Nuestro?
Claro.
El Padre Nuestro dice “(...) perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden...”.
Pues es que yo no sé a quién perdonar…
A los asesinos de su padre
Sí, pero yo quiero saber quiénes fueron, quién dio la orden para poderlo perdonar y por qué dio la orden. ‘Felipe Torres’ y ‘Francisco Galán’, que para entonces estaban en la cárcel, me pidieron perdón y yo les acepte, pero dicen que nada saben. Yo quiero perdonar de verdad, yo quiero liberar, cicatrizar las heridas, siento que algo queda ahí todavía. Claro, quiero cicatrizar las heridas, yo no le puedo decir a usted que ya sané, porque es que yo no conozco la verdad. Yo no sé por qué estos señores actuaron de esta manera, si tuvieron una información errónea, si tuvieron a alguien que los inspiró.
¿Hay algo especial que no le ha dejado dar ese paso del perdón?
Ese crimen partió mi vida en dos: él no solamente era mi padre, era mi mejor amigo y mi vida nunca volvió a ser la misma. Hoy día las alegrías para mí no son tan alegrías y las tristezas tampoco son tan duras después de lo que pasó. Yo no quisiera morirme sin saber la verdad.
Ahí están esos señores, como usted dice: ‘Gabino’, ‘Pablo Beltrán’ y ‘Antonio García’, los jefes del Eln. ¿Cree que ellos deben saber algo?
Intuyó que sí, pienso que sí, pero quiero saberlo.
¿Ellos deberían decirlo?
Ellos deberían decirlo, claro. Espero que lo digan y que digan las razones.
Desde hace 20 años cada 8 de agosto usted le escribe una carta a su padre, contándole todo lo que ha pasado. ¿Qué le dirá en la de este año?
La mejor carta que uno podría escribir en Colombia es una contándole a él que la guerra se terminó.
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