¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Así fueron los últimos días del capo Phanor Arizabaleta Arzayús

Una fuente del Inpec dijo que Arizabaleta vivió los últimos años de su condena entre los libros.

El precario estado de salud fue el argumento de la defensa del excapo Phanor Arizabaleta para que quien fuera el quinto hombre del cartel de Cali tuviera casa por cárcel. Pero no alcanzó a disfrutar ni un día de su libertad ni pudo volver a su afición por el fútbol y la lectura.
El mismo lunes 28 de marzo, cuando se cerró a su espalda la puerta de la cárcel de Picaleña de Ibagué, donde pagaba una pena de 28 años por secuestro, Arizabaleta fue a dar a la sala de urgencias del Centro Médico Imbanaco, en Cali.
En esa clínica estuvo tres días en Cuidados Intensivos y luego pasó a una habitación, pero se complicó por una afección respiratoria crónica el viernes. Estuvo bajo respiración artificial hasta el domingo, cuando falleció a sus 78 años.
Arizabaleta pagaba condena por el secuestro de Harold Alfonso Barbosa Soto, ocurrido en junio de 1992. Barbosa Soto fue secuestrado para obligarlo a transferir propiedades y a firmar un pagaré por 72 millones de pesos.
Supuestamente, le estaban cobrando una deuda que tenía con una hermana de Arizabaleta.
El extensivo historial de capturas y recapturas del capo –que se inició en el cartel de Cali ayudando a la legalización de insumos importados para la fabricación de droga– empezó en 1995, cuando se entregó a las autoridades en los mismos días en que otros integrantes de la misma organización criminal también lo hacían.
En esa ocasión el Juez Primero de Cali también lo condenó por el caso de secuestro. Pagó ocho años antes de que, por una enfermedad cardiaca, le concedieron el beneficio de detención domiciliaria. En 2003 fue sorprendido por la Policía a bordo de una camioneta en el corregimiento de Villa Gorgona, en las afueras de Cali, violando así la medida que le habían impuesto. Tres meses después fue encontrado nuevamente por fuera de su casa por lo que fue llevado a la cárcel de máxima seguridad de Palmira. En 2004 le suspendieron la condena por enfermedad –le habían practicado una cirugía de corazón abierto–.
En 2010 volvió a aparecer en el radar de las autoridades luego de la orden de captura emitida en su contra por una Corte de Columbia (Estados Unidos). Fue extraditado y allí estuvo por nueve meses.
A su regreso, volvió de nuevo a la cárcel, a cumplir la pena que le habían suspendido. Una fuente del Inpec le dijo a EL TIEMPO que Arizabaleta vivió los últimos años de su condena metido entre los libros: “No realizaba actividades que representaran mayor esfuerzo debido a que se agotaba con facilidad. En tres ocasiones fue necesario trasladarlo a la enfermería porque tenía dificultades para respirar”. Su sepelio se programó en secreto, pues su familia, según allegados, pretende darle vuelta a la página de la mafia.
BOGOTÁ / CALI
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO