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A Káiser, el perro antiexplosivos, le dijeron adiós para siempre

Una junta de veterinarios decidió aplicarle inyección letal por un tumor en una de sus patas.

A las doce del mediodía de este miércoles, con lágrimas y los rostros afligidos, unos 20.000 hombres que hacen parte de la Sexta División del Ejército en Florencia (Caquetá) despidieron a uno de sus más fieles y valerosos compañeros: al gran amigo Káiser. (Lea la historia del perro antiexplosivos)
Se trata del más sobresaliente perro antiexplosivos, que murió tras un procedimiento clínico. Debido a que sufría una incurable y dolorosa enfermedad, la junta de médicos veterinarios del Ejército tomó la difícil decisión de practicarle la eutanasia. (Vea la galería: Káiser, el perro antiexplosivos al que le dijeron adiós para siempre)
Káiser es el heróico perro que descubrió con su olfato por lo menos unas 360 minas antipersonas y el mismo que detectó una caleta de las Farc en San José de la Fragua, en diciembre 2012, en donde los guerrilleros ocultaban, en medio de la manigua, una tonelada de explosivos.
EL TIEMPO había dado a conocer ya su historia de heroísmo incondicional, en la que el canino de tres años y de color negro, había perdido una de sus patas tras pisar un campo minado cuando hacía su labor, en febrero del año pasado. En dicha acción, varios militares se salvaron de caer en una trampa mortal, lo que llevó a que el animalito fuese retirado con honores militares del servicio y a que fuese rescatado y trasladado en helicóptero a una clínica veterinaria, en donde le salvaron su vida, no así una de sus patas. (En imágenes: 'Káiser', el perro antiexplosivos héroe en el Ejército)
Hoy, Káiser, considerado por los uniformados como otro ‘soldado’ más, vuelve a tocar la sensibilidad de los militares, quienes han sido afectados en los últimos días por la muerte de varios de sus compañeros a manos de la guerrilla y por la amputación de la que han sido víctima otros por el rigor de las minas; esta vez se les arrugó el alma no porque Káiser se retire del servicio, sino porque su partida es para siempre.
Tras varias intervenciones quirúrgicas, los médicos decidieron que la mascota no se podía tener con vida, por un tumor en una de sus patas.
Su enfermedad fue detectada hace unos 15 días, cuando el canino empezó a quejarse y a gemir constantemente, por lo que como a un valeroso ‘soldado’, le practicaron varios exámenes y le tomaron una radiografía, lo que permitió descubrir a los médicos la presencia de un osteosarcoma, un cáncer en sus huesos.
Esta enfermedad es más común en perros que en gatos, y ya se había extendido a su columna vertebral, de ahí sus fuertes dolores al caminar. El animal no se levantó durante esas dos semanas y se resistía a moverse.
Su despedida se cumplió con todos los honores militares y hasta le impusieron una medalla militar: ‘Fe en la causa’, que es la máxima distinción otorgada a los miembros de las Fuerzas Militares por su entrega y profesionalismo.
Pasó de brazo en brazo por sus excompañeros, aquellos a quienes les había salvado la vida en varias ocasiones ─los soldados y oficiales del Batallón de Ingenieros número 12 General Liborio Mejía─, hasta que por último fue trasladado al quirófano veterinario de esta unidad, en donde le aplicaron una inyección.
Como para que no quedara duda de sus logros por la causa, el Ejército dio a conocer su historial, sus logros.
Se estima que Káiser logró detectar cerca de 18 áreas minadas (cada una de ellas podía tener entre 10 y 20 minas antipersonales o artefactos explosivos) y así mismo fue protagonista de primera línea en el hallazgo de tres resultados de alto valor estratégico, entre ellos la más grande caleta de explosivos de los últimos tiempos en la zona.
En la actualidad, la Sexta División del Ejército Nacional cuenta con cerca de 360 perros que hacen parte del equipo de caninos antiexplosivos, en los departamentos de Caquetá, Putumayo y Amazonas.
Cada perro antiexplosivos del Ejército recibe un completo reentrenamiento cada seis meses, que tiene una duración de 21 días.
Es bueno que recordemos la historia de Káiser, que EL TIEMPO presentó en exclusiva, como uno de los héroes anónimos de nuestro país.
Redacción JUSTICIA
leomed@eltiempo.com
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