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'Con la escolta pasaron cosas raras', dice exguardaespaldas de Galán

La declaración del testigo se da en el juicio en contra de Miguel Maza, exdirector del DAS.

JUSTICIA
Ante el estrado de la Corte Suprema de Justicia, Pedro Nel Angulo, escolta de Luis Carlos Galán que sobrevivió al atentado que le costó la vida al dirigente liberal, entrega sus declaraciones en el juicio que se le adelanta a Miguel Maza Márquez por su presunta responsabilidad en el magnicidio.
En su declaración, Angulo recordó que el día del atentado no había suficiente personal de la Policía custodiando la plaza de Soacha (Cundinamarca) donde Galán tenía programada una concentración política. Este testimonio coincide con el del exsenador Juan Lozano quien en el marco del mismo juicio señaló que el lugar no tenía la seguridad adecuada. Lozano era el secretario privado de Galán.
Angulo dijo, además, que siempre pasaron "cosas raras" con el cuerpo de seguridad "De hecho a mí me intentaron cambiar, porque estaban haciendo cambios en la escolta".
Esa modificación no surtió efecto porque cuando Angulo se notificó al DAS le dijeron que esa reforma ya no se iba a hacer, al parecer, porque la familia Galán intercedió para evitar la salida del guardaespalda.
Angulo inició su testimonio en el alto tribunal el martes de la semana pasada. En esa oportunidad, sostuvo que Jacobo Torregrosa, jefe de seguridad de Galán, no se ciñó a las reglas de protección que ameritaba una personalidad como lo era el entonces candidato presidencial.
En el momento del ataque "él (Torregrosa) se apartó, no sé por qué (...) rompió todos los protocolos".
En esa diligencia, Angulo aseguró que de haber estado detrás de Galán como es lo usual al proteger una personalidad, el asesinado hubiera sido Torregrosa y no Santiago Cuervo, el otro escolta.
El testigo reconoció que el esquema de protección de Galán no era el más adecuado para el hombre más amenazado del país. Los carros, por ejemplo, no eran los idóneos para la movilización del candidato. "El mismo doctor Galán daba plata para hacerles mantenimiento".
Otra de las dudas que se planteó el cuerpo de escoltas es por qué horas antes del asesinato se dio la orden de enviar dos guardaespaldas a Villeta (Cundinamarca) donde al día siguiente Galán continuaría su gira política de cara a las elecciones presidenciales. Esa decisión la tomó el teniente Torregrosa.
El testigo es uno de los sobrevivientes del ataque sicarial que le costó la vida a Galán. Recibió tres disparos: uno en el mentón, otro al costado derecho del tórax y el tercero, en la pierna izquierda.
"Fuimos retenidos y nos iban a matar": testigo del caso Galán en el exilio
Desde Canadá y vía videoconferencia, Norberto Murillo Chalarca, una de las personas detenidas injustamente por el crimen de Luis Carlos Galán, rindió testimonio en el juicio en contra de Miguel Maza Márquez, exdirector del DAS investigado por su presunta relación con ese asesinato perpetrado el 18 de agosto de 1989.
Su declaración se inició explicando que desde hace 16 años está en el exterior debido a las "presiones de fuerzas oscuras" que pretenden ocultar la verdad relacionada con el magnicidio.
El testigo recordó que tras su detención fue recluido en los calabozos del DAS cuando estalló el bus bomba en 1989 en las instalaciones de ese organismo. De ese atentado manifestó que logró salir con vida de los escombros gracias a la labor de los bomberos. Mientras el organismo de socorro realizaba labores de rescate, otros detenidos intentaron asesinarlos.
No obstante, dice Murillo, un uniformado de apellido Arellana, encargado de la custodia de los internos, se interpuso entre la turba y los señalados del ataque sicarial contra Galán, entre los que estaba Wilson Jubiz Hazbún.
Arellana, quien estaba cubierto de sangre, desenfundó un arma y evitó el ataque.
"Nosotros no fuimos procesados de manera formal. No hubo una investigación. Fuimos retenidos forzosamente y luego buscaron la forma de asesinarnos", indicó Murillo.
En la diligencia aseguró que el coronel Óscar Peláez Carmona, director de la Dijin para la época de los hechos, es uno de los responsables del montaje en su contra.
Ante el estrado dijo que el oficial manipuló el reconocimiento en fila que se hizo en contra de los presuntos incriminados por el crimen, para que los señalaran del hecho.
"Cuando nos detuvieron, en la Dijin nos tomaron varias fotos, las ampliaron y luego las distribuyeron en Soacha y otros sectores, influyendo en los ciudadanos", agregó.
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